Para qué sirve la vitamina E: beneficios y precauciones

Este antioxidante ayuda al sistema inmunitario a defenderse de virus y bacterias

Guardar
Este antioxidante ayuda al sistema
Este antioxidante ayuda al sistema inmunitario a defenderse de virus y bacterias. (Canva)

La vitamina E es un nutriente esencial en el funcionamiento del cuerpo humano, especialmente para el sistema inmunitario. La vitamina E es un antioxidante que ayuda a proteger las células contra el daño causado por sustancias llamadas radicales libres, compuestos que se forman cuando el cuerpo convierte los alimentos que consumimos en energía y que pueden derivar en cáncer o enfermedades cardiacas.

La vitamina E protege también el cuerpo frente a virus y bacterias y ayuda a sintetizar la vitamina K, un nutriente esencial para la coagulación sanguínea y la salud ósea. De hecho, este antioxidante ayuda a formar glóbulos rojos y ensancha los vasos sanguíneos para evitar que la sangre se coagule dentro de ellos.

Su consumo diario, además, puede ayudar a prevenir ciertas enfermedades. Según la Clínica Mayo, algunas investigaciones muestran la capacidad de la vitamina E para ralentizar el avance del Alzheimer, aunque son necesarios más estudios para establecer evidencia. Además, mejora los síntomas de la enfermedad hepática esteatósica relacionada con la disfunción metabólica.

Alimentos ricos en vitamina E

Aceites, nueces y vegetales verdes
Aceites, nueces y vegetales verdes contienen vitamina E, un antioxidante poderoso que refuerza el sistema inmune y combate el desgaste prematuro de la piel. (Freepik)

La mejor forma de obtener la dosis recomendada de vitamina E cada día (15 miligramos) es a través de una alimentación variada. Aceites vegetales de maíz y frutos secos como las nueces o las avellanas son fuentes ricas en este nutriente.

Semillas como la de girasol, las espinacas, el brócoli y los zumos de frutas son también buenos alimentos con alto contenido en vitamina E. Los productos hechos de estos alimentos, como la margarina, también contienen vitamina E.

  • Aceite de girasol: contiene 48,70 miligramos de vitamina E por cada 100 gramos de producto.
  • Avellanas: contiene 26,20 miligramos de vitamina E por cada 100 gramos de producto.
  • Almendras: contiene 20 miligramos de vitamina E por cada 100 gramos de producto.
  • Aceite de maíz: contiene 11,20 miligramos de vitamina E por cada 100 gramos de producto.
  • Aceite de soja: contiene 10,10 miligramos de vitamina E por cada 100 gramos de producto.
  • Turrones y mazapanes: contiene 9,10 miligramos de vitamina E por cada 100 gramos de producto.
  • Cacahuetes: contiene 8,10 miligramos de vitamina E por cada 100 gramos de producto.
  • Margarina: contiene 8 miligramos de vitamina E por cada 100 gramos de producto.

Contraindicaciones y efectos secundarios

Con la alimentación suele ser suficiente para conseguir la dosis diaria de vitamina E. Pese a ello, es posible encontrar ciertos suplementos que ayudan, en ciertos casos, a aumentar los niveles de este antioxidante en el cuerpo. Si tienes un nivel de vitamina K muy bajo, padeces de retinitis pigmentosa, diabetes o enfermad hepática, la suplementación puede ser beneficiosa. Pero los profesionales médicos no suelen recomendarlo, pues tiene efectos secundarios notables.

Algunos estudios lo han relacionado con un aumento del riesgo de cáncer de próstata. En caso de dosis altas también pueden aumentar el riesgo de defectos congénitos y el riesgo de hemorragia cerebral.

Si se toma de forma adecuada y bajo indicación médica, no debería tener peligro. Sin embargo, en raras ocasiones puede generar malestar estomacal, calambres abdominales, heces acuosas, cansancio, dolor de cabeza, visión borrosa, debilidad y sarpullidos.