El síntoma desconocido del Alzheimer que alerta antes de la pérdida de la memoria: “Es una ventana importante al funcionamiento del cerebro”

La doctora Meredith Bock explica cuál es el signo temprano de este trastorno cerebral

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La doctora Meredith Bock explica
La doctora Meredith Bock explica cuál es el signo temprano de este trastorno cerebral. (Freepik)

Se calcula que unas 800.000 personas sufren Alzheimer en España. Esta enfermedad neurodegenerativa destruye poco a poco la memoria de las personas y su capacidad de pensar. Con el tiempo, la pérdida de capacidades se va extendiendo a las tareas más sencillas hasta causar infecciones, deshidratación o una mala nutrición, complicaciones que pueden llevar a la muerte.

No es una enfermedad sencilla de diagnosticar, pero detectarla de forma precoz puede suponer un cambio importante en el desarrollo de la demencia. Cuando el Alzheimer se detecta en la fase de deterioro cognitivo leve, el abanico de tratamientos es mucho más amplio y estos tienen una mayor eficacia.

En España, más del 50% de los casos de Alzheimer leves están aún sin diagnosticar, según estimaciones de la Sociedad Española de Neurología, una cifra alta de infradiagnóstico que impide a los pacientes iniciar terapias farmacológicas a tiempo. Aunque sea una enfermedad que no tiene cura, estos tratamientos consiguen aumentar la calidad de vida de quienes la padecen, que pueden disfrutar de más años de independencia; así como ayudar a la investigación de este trastorno cerebral.

El signo temprano que pocos conocen

Las pérdidas de memoria suelen ser los primeros signos que alertan de la llegada del Alzheimer, pero hay otros que pueden darnos pistas mucho antes. Según la neuróloga Meredith Bock, directora médica de Remo Health, los movimientos oculares incontrolables pueden ser una señal de que la persona va a desarrollar Alzheimer.

“Los movimientos oculares son una ventana importante al funcionamiento del cerebro”, afirma doctora Bock. “En las personas con Alzheimer, el control motor ocular puede verse afectado debido a un deterioro en las áreas cerebrales que controlan los movimientos oculares”.

En este contexto, los movimientos sacádicos o sácadas, movimientos rápidos y simultáneos que realizan los ojos cuando están observando un punto en la misma dirección, se vuelven claves para el diagnóstico. Según la doctora Bock, “las enfermedades neurodegenerativas pueden causar mayores retrasos e imprecisión en las sácadas”, afirma. “También pueden causar ‘intrusiones sacádicas’ en el seguimiento fluido, donde los movimientos normalmente fluidos de los ojos al seguir un objeto en movimiento se vuelven más bruscos”, añade la especialista.

Los pacientes con Alzheimer pueden tener también dificultades con la búsqueda visual y la lectura o mover toda la cabeza en lugar de sólo los ojos para mirar algo.

Un síntoma difícil de detectar

Agentes de la Policía Nacional han logrado localizar a una pareja con Alzheimer que había desaparecido el día anterior en la ciudad madrileña de Leganés.

Los movimientos sacádicos son pequeños y rápidos y no solo ocurre entre los pacientes con Alzheimer, pues muchas veces se realizan a propósito. Esto hace que no sean una señal fácil de detectar. “En la mayoría de los casos, solo un profesional capacitado, como un neurólogo, lo notaría”, dice la doctora Bock.

Sin embargo, no siempre es así. La gravedad puede variar mucho de un paciente a otro y hay otros factores en juego. “Algunas personas pueden presentar síntomas evidentes porque tardan en mirar algo o pierden la noción de un objeto en movimiento”, añade. La doctora aclara que los movimientos oculares involuntarios no son un signo claro de que alguien tiene demencia, y muchas afecciones pueden causar este síntoma.

Los movimientos oculares involuntarios pueden indicar problemas en el sistema nervioso central (como el cerebro y la médula espinal) o en el sistema nervioso periférico (como los nervios, los músculos y la unión entre los nervios y los músculos). Patologías como la parálisis supranuclear progresiva, el nistagmo, accidentes cerebrovasculares, tumores, medicamentos antiepilépticos o la miastenia gravis pueden estar detrás de estos movimientos erráticos.

En cualquier caso, para quienes sospechen que puede haber algo que no funciona con sus ojos, la neuróloga aconseja consultar a un profesional. “Si esto ocurre repentinamente, podría tratarse de una emergencia, como un derrame cerebral”, añade. “Si bien podría ser un síntoma relacionado con la demencia, existen otras causas subyacentes que requieren atención médica, por lo que es mejor descartar otras posibles causas de esta afección”, concluye.