La falta de árboles obliga al Ayuntamiento de Madrid a gastar 1,5 millones de euros en toldos para dar sombra en la Puerta del Sol

La instalación se prevé que finalice a finales de junio

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La Puerta del Sol fue
La Puerta del Sol fue remodelada en 2023 y se eliminaron todos los árboles. (Jesús Hellín/Europa Press)

La remodelación de la Puerta del Sol finalizó en la primavera de 2023. Unas obras que estuvieron perseguidas por una fuerte polémica tras no haber ningún centímetro de sombra en sus 12.000 metros cuadrados de superficie.

La plaza, que ha sido completamente pavimentada con granito, sin árboles ni bancos que puedan ofrecer sombra o descanso, ha intensificado el efecto de isla de calor urbana en uno de los espacios más transitados de la capital.

El diseño fue concebido como un lugar de paso. No obstante, ha resultado especialmente problemático durante los meses más cálidos, cuando las temperaturas alcanzan con frecuencia los 35 °C.

Una solución provisional a un problema estructural

Ahora, ante la imposibilidad de plantar árboles por la presencia de infraestructuras subterráneas del Metro y de ADIF que impiden cimentaciones profundas, el Ayuntamiento de Madrid, presidido por José Luis Martínez Almeida, ha decidido instalar un sistema de toldos textiles para proporcionar sombra durante el verano.

El coste total de la intervención asciende a 1,5 millones de euros. Anteriormente, el presupuesto era de un millón, pero se ha visto incrementado por la necesidad de reforzar la estructura ante el viento, lo que obligó a modificar los bancos de granito instalados en la reforma. Incluso algunas piezas tuvieron que ser enviadas a Galicia para ser adaptadas.

La Puerta del Sol: 12.000
La Puerta del Sol: 12.000 metros cuadrados de sol y calor. (Imagen: X)

Doble adjudicación y montaje técnico

El proyecto consta de dos contratos: por un lado, el suministro e instalación de los toldos, adjudicado a Carpas Zaragoza por 475.530 euros; y por otro, la adaptación de los bancos, que ha sido encargada a la empresa Licuas por 996.172 euros.

Las lonas, en tono blanco, beis y gris, cubrirán una superficie total de 2.700 metros cuadrados y estarán sujetas mediante mástiles de acero inoxidable anclados en los propios bancos. El sistema también se fijará a los edificios que rodean la plaza a través de cables tensores.

Los toldos cubrirán una superficie
Los toldos cubrirán una superficie total de 2.700 metros cuadrados. (Imagen: X)

Condicionantes técnicos

Según el área de Obras, dirigida por Paloma García Romero, las losas del Metro y de ADIF impiden realizar cimentaciones en el subsuelo. Por este motivo, los mástiles se anclarán a placas de acero insertadas en el interior de los bancos de granito, lo que ha requerido vaciar ciertas estructuras.

El sistema de sombreado se inspira en soluciones históricas: entre 1957 y 1962 ya se instalaron toldos similares en la plaza, una práctica que se remonta al siglo XIX. El nuevo diseño, desmontable y reversible, busca mantener el equilibrio entre funcionalidad y conservación del entorno patrimonial.

Los mástiles que sostendrán los
Los mástiles que sostendrán los toldos eran insertados en los bancos de granitos. (Imagen Composición Infobae)

Restos climáticos: la isla de calor

El fenómeno de isla de calor, causado por la acumulación térmica de materiales como el asfalto y el cemento, intensificado al humano, afecta de forma especialmente intensa a Madrid, más incluso que ciudades como El Cairo (Egipto) o Bombay (India), según estudios sobre la temperatura urbana.

La ausencia de vegetación agrava este efecto, al dificultar la disipación del calor durante la noche. Aunque los árboles son una solución efectiva, las políticas actuales dificultan su expansión: una ley aprobada hace un año por el Gobierno regional permite la tala de ejemplares a cambio de compensaciones económicas, sin la obligación de replantar (Ley 8/2005).

El sistema de toldos ha sido sometido a ensayos en túnel de viento para garantizar su resistencia y está previsto que esté completamente instalado a finales de junio. Aunque no eliminará el efecto isla de calor, la estructura permitirá aliviar las altas temperaturas durante el verano.

El proyecto se presenta como una medida técnica frente a un problema estructural derivado de decisiones urbanísticas que priorizaron el pavimento sobre la vegetación.