Se casó con un anciano, le maltrató y robó 500.000 euros en Palma: le ayudaron dos familiares

En un caso que ha conmocionado a la comunidad de Palma, agentes de la Policía Nacional han arrestado a una mujer junto a dos hombres, acusados de delitos de malos tratos y robo al marido de la detenida. Su esposa, inicialmente contratada como asistente y cuidadora para un anciano, se casó con él tras cuatro meses de convivencia. Después, orquestó un complejo plan de abuso y expolio patrimonial junto a sus familiares.

El matrimonio, lejos de ser una unión de cuidado y amor, se convirtió rápidamente en una prisión para el anciano, que fue despojado progresivamente de su autonomía y bienes. El impacto de esta operación ilícita asciende a más de 500.000 euros, contando con el robo de joyas, coleccionables valiosos y el vaciado de cuentas bancarias que contenían años de ahorros y pensiones.

La operación delictiva, según la Policía Nacional, involucró la confiscación forzada de todos los objetos de valor del anciano, incluidas sus preciadas colecciones y propiedades de gran cuantía. Los tres arrestados se apropiaron de una colección de monedas de oro con un valor aproximado de 60.000 euros. Asimismo, vaciaron las cuentas bancarias de esta persona mayor, logrando robar cerca de 300.000 euros. A esto se sumaron los ingresos regulares del afectado como pensionista, que sumaron alrededor de 120.000 euros adicionales.

El asedio financiero comenzó cuando la mujer delineó una estrategia que facilitó la disminución progresiva de la voluntad del anciano, induciéndolo a firmar numerosos documentos bajo presión. Todo ocurrió mientras vivía prácticamente cautivo en su propia casa, sin posibilidad de decisión o comunicación exterior.

El desenlace de esta compleja situación comenzó a gestarse cuando el anciano logró solicitar ayuda a unas vecinas, aprovechando un breve momento de descuido por parte de sus captores. Fue entonces cuando reveló que estaba siendo privado de su documento de identidad, tarjetas bancarias y que había sido forzado a firmar documentos contra su voluntad. Con esta información, las vecinas ayudaron al anciano a realizar la denuncia ante las autoridades competentes.

La víctima, en su declaración a agentes de la Policía, ha narrado cómo había sido objeto de un control casi absoluto durante su convivencia con los agresores. Le retiraron las llaves de su propio hogar, confinándolo bajo vigilancia constante, y limitándole cualquier posibilidad de escapar o de denunciar el abuso sufrido.

Tras formular la denuncia, los implicados abandonaron su residencia, no sin antes realizar un último saqueo de 36.000 euros desde las cuentas del anciano. Este acto completó un plan criminal que acabó desmoronándose gracias a la valentía y determinación del anciano para recuperar su libertad y su dignidad.

A medida que el caso avance en los tribunales, se espera que las investigaciones detalladas por la policía y el testimonio del anciano den lugar a un juicio en el que se detalle la protección y prevención del abuso financiero y emocional a personas mayores en situación de vulnerabilidad. La comunidad de Palma sigue atenta, esperando la decisión de la Justicia.

*Noticias elaborada con información de Europa Press