
Cuando hablamos de automóviles, es de vital importancia tener en cuenta la seguridad. Seguridad que, entre otras cosas, te asegura la Inspección Técnica de Vehículos (ITV). Es muy importante, a la par que necesario, que los vehículos cuenten con las revisiones técnicas procedentes para poder gozar así de una experiencia de conducción fiable y segura.
Sin embargo, puede darse también que el vehículo cuente con una fecha caducada o fuera de plazo. En este caso, es estrictamente necesario llevar el vehículo al taller con el fin de renovar la ITV y que esta figure como aprobada. Si se decide no ir o ir más tarde y además seguir circulando, hay una serie de consecuencias negativas por ello.
No hay que pagar más
Los vehículos a motor están obligados a pasar cada cierto tiempo la ITV. Al principio, normalmente la revisión suele ser cada cuatro años. Después, en función del tiempo y tipo del vehículo, la revisión podrá pasar a tener que ser realizada cada dos años o incluso una revisión anual.
Cabe destacar que en ningún caso se va a tener que pagar más por pasar la ITV fuera de plazo. Además, el precio de la revisión es completamente independiente del tipo de vehículo. Por tanto, es indiferente si el vehículo se trata de un vehículo de gasolina, diésel, híbrido o eléctrico.
De todas formas, sea cual sea la situación, tener la ITV caducada o desfavorable conlleva una sanción económica de 200 euros, tanto si se circula como si se tiene el coche aparcado en el garaje.

Más consecuencias
Además de la sanción que conlleva tener la ITV caducada o desfavorable, existen otros tipos de multas y consecuencias relacionadas con este procedimiento.
Sanciones, como la que supone circular con la ITV negativa, donde la sanción puede ascender hasta los 500 euros de multa sin la pérdida de puntos. Además, en este caso, si la situación prosiguiera, se puede llegar al punto de dar de baja el vehículo ante el incumplimiento de las instrucciones aportadas por la revisión técnica.
También se puede dar el caso de pasar la ITV fuera de plazo. Entonces, es importante saber que si estás circulando, a pesar de tener la cita previa y de camino a la estación, y la Policía te detiene, te sancionará. Además, en este caso, si hubiera un accidente, la compañía de seguros se puede negar sin ningún problema a ofrecer la cobertura que se tuviera contratada.
Otra de las negativas consecuencias es la relacionada con la caducidad de la revisión. Si la ITV está caducada, está prohibido circular con el vehículo a no ser que sea para dirigirse al taller. De esta manera, si se circula, puede considerarse algo muy peligroso y en este caso la sanción económica puede ascender de los 200 a los 500 euros. De la misma forma que en el caso anterior, si se tuviera un accidente, el seguro no ofrecería ningún tipo de cobertura.
Por todo ello, es de vital importancia centrarse en las medidas de seguridad y llevar al día las revisiones pertinentes del vehículo.