Estamos a solo unas horas de conocer qué país se llevará este 2025 el preciado micrófono de plata en Basilea. Mientras que Melody representará a España con su tema Esa Diva, una canción y una puesta en escena que rinde homenaje al feminismo y a la cultura más castiza de nuestro país, algunos de sus contrincantes buscan conquistar al público de Eurovisión con propuestas que rompen con todo lo esperado. Uno de ellos es Austria.
El elegido por la radiotelevisión pública ORF fue Johannes Pietsch, un joven cantante lírico que, bajo el nombre artístico de JJ, llevará al escenario su potente voz de contratenor con el tema Wasted Love. Con una puesta en escena que combina lo clásico y lo contemporáneo, Austria apuesta por la fusión del pop y el canto operístico para intentar destacar en esta nueva edición del certamen europeo.
La elección del artista se realizó de forma interna, como ya es habitual en la ORF. Siete candidatos llegaron a la etapa final del proceso, uno de ellos con dos canciones, pero fue JJ quien logró convencer al jurado. El anuncio oficial tuvo lugar en el popular programa matutino Ö3 Wecker de la emisora Ö3, donde se desveló tanto el nombre del representante como el título de su canción.
Wasted Love, según palabras de los responsables del proyecto, destaca no solo por su estructura musical híbrida, sino también por la profundidad emocional que transmite. La canción ha sido coescrita por JJ junto a Teodora Špirić, conocida artísticamente como Teya, quien representó a Austria en 2023 con el pegadizo Who The Hell Is Edgar?. Con su experiencia eurovisiva, Teya ha aportado una visión fresca y competitiva al proceso creativo.

Un artista que rompe moldes
Johannes Pietsch nació en Viena en abril de 2001. De ascendencia filipina, pasó gran parte de su infancia en Dubái. 15 años más tarde, regresaría a la capital austriaca y, desde entonces, se ha consolidado como una promesa de la música clásica. Su voz, capaz de alcanzar registros de soprano, lo ha hecho destacar en producciones importantes como La flauta mágica, Tschick o Of Love and Death, presentadas en la Ópera Estatal de Viena.
Su trayectoria en televisión no es menor. En 2020, participó en The Voice UK, entrando en el equipo del rapero Will.i.am, aunque no logró avanzar a las fases finales. Sin embargo, su impacto fue notable gracias a su singularidad vocal. En 2021, alcanzó la final del concurso austríaco Starmania, donde coincidió con Teya, con quien ha vuelto a reencontrarse ahora, esta vez como colaboradora artística en Eurovisión.
JJ, quien habla alemán, inglés, tagalo y francés, compagina su carrera profesional con estudios en la Universidad Privada de Música y Arte de Viena, formándose con destacados referentes como la soprano Linda Watson. Su dedicación y evolución han hecho que muchos lo vean como una figura innovadora en el panorama lírico europeo.

El desafío de continuar la historia eurovisiva de Austria
La presencia de Austria en Eurovisión ha sido tan irregular como sorprendente. Debutó en 1957 y, aunque ha cosechado múltiples últimos puestos, también puede presumir de dos victorias. La primera llegó en 1966 con Udo Jürgens y su balada Merci, Chérie, y la segunda, casi medio siglo después, en 2014 con Conchita Wurst y el ya legendario Rise Like a Phoenix.
Tras el triunfo de Conchita, Austria ha vivido altibajos. En 2018, César Sampson consiguió un destacado tercer puesto con Nobody but You. En 2023, el dúo Teya & Salena devolvió al país a la final con Who The Hell Is Edgar?, alcanzando la decimoquinta posición. En 2024, Kaleen con We Will Rave también logró clasificarse para la final, aunque cerró la tabla en el puesto 24 con 24 puntos.
JJ buscará superar esa marca en la segunda semifinal este 15 de mayo, actuando en la primera mitad del espectáculo. Su estilo único y formación clásica podrían atraer tanto al jurado como al público, dos sectores que a menudo valoran propuestas vocales potentes y originales.