Las cinco frutas que no deberías de tomar si tienes el hígado graso

Algunos alimentos pueden empeorar los casos de hígado graso por su alto contenido en azúcar

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Modelo de hígado graso (Shutterstock)
Modelo de hígado graso (Shutterstock)

El hígado graso se ha convertido en una de las enfermedades metabólicas más comunes del siglo XXI. Su estrecha relación con la obesidad, la diabetes tipo 2 y los hábitos de vida poco saludables ha disparado su prevalencia, afectando tanto a adultos como a jóvenes.

Aunque su origen suele estar vinculado a una dieta rica en grasas saturadas y azúcares, también existen alimentos que pueden empeorar esta condición, como alertan desde el Centro Médico-Quirúrgico de Enfermedades Digestivas (CMED). Es el caso de algunas frutas con un alto contenido de azúcar natural, cuyo consumo excesivo puede ser perjudicial para quienes sufren este trastorno hepático.

Higos

Los higos son una de las frutas más dulces que existen. Aunque son ricos en fibra y antioxidantes, su contenido en azúcares simples es especialmente elevado. Un solo higo fresco puede contener entre 8 y 10 gramos de azúcar, cifra que se multiplica en el caso de los higos secos.

Para las personas con esteatosis hepática (hígado graso), este exceso de azúcar supone un doble riesgo: por un lado, dificulta la pérdida de peso, una de las principales estrategias para revertir la enfermedad, y por otro, contribuye a la acumulación de grasa en el hígado. Además, su índice glucémico es alto, lo que favorece picos de insulina en sangre, un proceso especialmente perjudicial en pacientes con resistencia a la insulina, condición frecuente en quienes padecen hígado graso.

Mermelada de higos (Imagen Ilustrativa
Mermelada de higos (Imagen Ilustrativa Infobae)

Brevas

Las brevas son, en realidad, el primer fruto de la higuera, mientras que los higos son la segunda cosecha. Sin embargo, desde el punto de vista nutricional, presentan un perfil muy similar: ambas son frutas ricas en glucosa y fructosa, los azúcares naturales de las frutas.

Al igual que los higos, las brevas no son la mejor opción para personas diagnosticadas con hígado graso. Su alto contenido calórico y su impacto en los niveles de glucosa en sangre hacen que su consumo deba ser muy moderado o incluso evitado en dietas enfocadas a mejorar la función hepática.

Mango

El mango es una fruta tropical apreciada por su sabor dulce y su textura jugosa. No obstante, es también una de las frutas con mayor contenido de azúcar, con alrededor de 45 gramos de azúcar por pieza mediana.

Para quienes buscan controlar la esteatosis hepática, el mango puede suponer un problema similar al de otras frutas muy dulces al aumentar la carga glucémica de la dieta y puede dificultar la pérdida de peso. Aunque su consumo ocasional en pequeñas cantidades podría ser aceptable, no se recomienda incluirlo de forma habitual en la dieta de personas con hígado graso.

Episodio: ¿Qué es el hígado graso?

Dátiles

Los dátiles son frecuentemente promocionados como una alternativa saludable a los dulces industriales, ya que son productos naturales y ricos en micronutrientes. Sin embargo, su concentración de azúcar es extremadamente alta. De hecho, más del 60% de su peso está compuesto por azúcares simples.

Esta característica convierte a los dátiles en un alimento poco recomendable para personas con hígado graso. Su ingesta provoca una rápida elevación de la glucosa en sangre, lo que incrementa la producción de grasa en el hígado y complica los esfuerzos por reducir el peso corporal. Su uso debe limitarse a situaciones excepcionales y en cantidades muy controladas.

Uvas

Las uvas son otra fruta que puede resultar engañosa. A pesar de ser pequeñas y fáciles de consumir en grandes cantidades, su contenido de fructosa es elevado, especialmente en variedades muy dulces como las uvas moscatel.

El exceso de fructosa es particularmente dañino para el hígado, ya que este azúcar se metaboliza casi en exclusiva en este órgano. Cuando se consume en exceso, se convierte en grasa hepática, agravando la esteatosis. Por este motivo, los especialistas en nutrición recomiendan limitar el consumo de uvas en personas con hígado graso, priorizando otras frutas con menor contenido de azúcar.