“No quiero ser perfecto, quiero ser honesto”: Timothée Chalamet busca derribar estereotipos y replantea la idea de éxito en Hollywood

En diálogo con Vogue, el actor reflexionó sobre la fama, la exigencia y la importancia de mantenerse fiel a uno mismo, mientras abre el debate sobre modelos tradicionales y nuevas formas de realización lejos del estándar dominante de la industria

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Timothée Chalamet defiende que ser
Timothée Chalamet defiende que ser artista hoy implica resistir la velocidad y la presión de la industria cultural (Richard Shotwell/Invision/AP)

Disciplina, familia y libertad creativa marcan la trayectoria de quienes buscan dejar huella en la industria cultural. “Si todo va rápido, lo único rebelde es detenerse un momento”. Con esta declaración, Timothée Chalamet condensa la filosofía que guía su carrera y su vida, según reveló en la entrevista de portada de diciembre de Vogue.

Reconocido por sus interpretaciones en Dune y Wonka, el actor desafía la inmediatez y la presión que genera la fama, eligiendo la autenticidad y la creatividad en un entorno que exige rapidez constante.

A lo largo de la conversación con Vogue, Chalamet expuso el desafío de crear en una época donde predomina la inmediatez. “Ser artista hoy es resistir a la velocidad del mundo”, explicó, convencido de que la verdadera rebeldía consiste en detenerse, observar y producir desde un lugar genuino.

La disciplina y la libertad
La disciplina y la libertad creativa son pilares en la carrera de Timothée Chalamet, según su entrevista con Vogue

Esta convicción se refleja en una disciplina creativa adquirida con los años. “Estoy literalmente fascinado por esta nueva estructura creativa, por una disciplina que solo la experiencia me permitió alcanzar”, compartió. Para él, la autenticidad exige esfuerzo cotidiano, autocrítica y la disposición a arriesgarse para ser diferente.

Marty Supreme: romper moldes y asumir riesgos

La aplicación de esta filosofía se evidenció en su preparación para Marty Supreme, una película que protagoniza y produce junto a Josh Safdie. Chalamet diseñó la campaña de promoción personalmente, incluyendo una coreografía de marcha con hombres vestidos de negro y enormes pelotas de Ping-Pong naranjas en la cabeza.

Esta apuesta, que él mismo describe como “un viaje ácido de desfile de cadetes”, demuestra su deseo de romper moldes y conectar con el público de maneras inesperadas. “La gente puede llamarme intenso, pueden decir lo que quieran, pero soy yo quien realmente lo está haciendo aquí”, subrayó en Vogue.

Chalamet rompe moldes en Marty
Chalamet rompe moldes en Marty Supreme, diseñando personalmente la campaña de promoción y el merchandising de la película

Su disciplina y creatividad trascienden todos los aspectos de su trabajo. Para Marty Supreme, entrenó secuencias de Ping-Pong, memorizó coreografías complejas y halló inspiración en documentales deportivos como The Last Dance.

Además, participó en el diseño de vestuario y merchandising, asumiendo personalmente la financiación de los accesorios icónicos de la película. “Descubrí que tengo un punto de vista y una autoría poco comunes”, expresó, reconociendo que la libertad creativa es uno de sus valores fundamentales.

Éxito, honestidad y valores familiares

El actor señala su relación ambivalente con el éxito y la fama. Si bien admite la presión y los desafíos de la exposición mediática, coloca la honestidad en el centro de su sistema de valores. “No quiero mirar atrás y pensar: ‘Oh, pobrecito de mí. Vean la película si quieren. Es lo que es’. No. En el peor de los casos, habré incomodado a alguien. No quiero ser perfecto, quiero ser honesto”, explicó.

La honestidad y los valores
La honestidad y los valores familiares guían la visión artística y profesional de Timothée Chalamet (REUTERS/Mike Blake)

Chalamet rechaza la falsa modestia y la indiferencia, y reconoce que el reconocimiento le importa. “Si hay cinco personas en una entrega de premios y cuatro se van sin ganar, ¿no creen que esas cuatro están en el restaurante pensando: ‘Maldita sea, no ganamos’?”, planteó con franqueza.

Las relaciones personales y la influencia familiar fueron decisivas en la visión artística de Chalamet. Creció en Manhattan junto a su hermana Pauline, también actriz, en un ambiente donde el arte y la diversidad cultural eran elementos cotidianos. Su madre, exprofesora de danza y francés, y su padre, empleado de UNICEF, le transmitieron valores como el esfuerzo y la apertura de mente.

En entrevista con Vogue, destacó la importancia de la excelencia sin caer en sacrificios extremos e identifica en figuras como Denis Villeneuve, director de Dune, ejemplos de excelencia profesional acompañada de presencia familiar. “No tienes que ser egoísta para ser grande. Lo sé porque trabajé con directores excepcionales que también están muy presentes en su familia”, señaló.

Chalamet prioriza la libertad creativa
Chalamet prioriza la libertad creativa y la excelencia profesional al elegir nuevos proyectos tras el rodaje de Dune 3 (REUTERS/Danny Moloshok)

Influencias, nuevas metas y el valor de frenar

El entorno profesional de Chalamet también contribuyó a su manera de percibir el arte y la fama. Gwyneth Paltrow, quien comparte elenco con él en Marty Supreme, elogia su independencia de criterio y su capacidad para filtrar opiniones ajenas.

“Me encanta que sea un pensador libre e independiente”, afirmó Paltrow. Al mismo tiempo, Chalamet valora la autenticidad y la salud emocional en quienes lo rodean, y reconoció que la paternidad y las relaciones personales cobraron un espacio central en sus aspiraciones.

Frente a los próximos desafíos, Chalamet mantiene abierta la posibilidad de encarar nuevas experiencias. Tras finalizar el rodaje de la tercera entrega de Dune bajo la dirección de Villeneuve, su objetivo es preservar la libertad creativa y seleccionar proyectos que le permitan evolucionar como artista.

Chalamet reflexiona sobre el valor
Chalamet reflexiona sobre el valor de vencer el miedo al ridículo para lograr autenticidad en el arte (Jayne Kamin-Oncea-Imagn Images via Reuters Connect)

Asistió a obras de teatro en Nueva York y Los Ángeles, y no descarta la dirección en un futuro, pero solo si puede alcanzar los estándares más altos. “Si no puedo hacerlo al más alto nivel, no vale la pena”, afirmó en Vogue.

La entrevista finalizó con una reflexión inspirada en uno de sus referentes, Daniel Day-Lewis. Para Chalamet, el mayor riesgo en el arte es trascender los límites, vencer el miedo al ridículo y convencerse de que solo así es posible obtener algo realmente genuino.