Patricia Arquette prefiere la soltería a los 57 años y confiesa sus motivos

El pasado familiar y los desafíos personales impulsan a la actriz a vivir una segunda primavera

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Con 57 años, Patricia Arquette
Con 57 años, Patricia Arquette disfruta la soltería y toma decisiones personales, lejos de expectativas ajenas y responsabilidades familiares (REUTERS/Aude Guerrucci)

Patricia Arquette vive una etapa inédita a los 57 años, priorizando por primera vez su soltería y su bienestar personal.

Según relató en una entrevista con People, la ganadora del Oscar experimenta un momento de autodescubrimiento.

Por primera vez puedo preguntarme qué quiero hacer yo”, explicó, recordando que fue madre a los 20 años y que durante décadas antepuso las necesidades de otros a las suyas.

Este nuevo capítulo llega tras haber criado a sus dos hijos, Enzo, de 36 años, fruto de su relación con Paul Rossi, y Harlow, de 22, nacida de su matrimonio con el actor Thomas Jane.

Arquette y Jane estuvieron casados durante cuatro años y se divorciaron en 2010; previamente, la actriz estuvo casada con Nicolas Cage entre 1995 y 2001.

La actriz y Nicolas Cage
La actriz y Nicolas Cage compartieron un matrimonio entre 1995 y 2001 (REUTERS)

Ahora, con sus hijos adultos y sin compromisos de pareja, la intérprete describe esta etapa como “emocionante”, ya que puede tomar decisiones sobre su vida, su hogar y sus viajes sin tener que considerar los sueños o expectativas de otros.

La maternidad temprana y las relaciones pasadas han sido determinantes en la perspectiva actual de Arquette. Como explicó a People, durante años su vida giró en torno a las necesidades de sus hijos y de sus parejas, lo que le impidió centrarse en sus propios deseos.

“Es increíble cuando tus hijos ya están criados y, si tu relación no funcionó y decides que no puedes seguir con todo eso, tener un momento para preguntarte quién eres y qué quieres”, reflexionó la estrella de cine y televisión.

En este proceso de autodefinición, Arquette encontró un significado especial en la menopausia, a la que se refiere como una “segunda primavera”.

Según compartió en la misma entrevista, alguien le contó que en la cultura china la menopausia se considera así, y ella coincide con esa visión: “De repente, el mundo es diferente y puedo vivir nuevas aventuras, pasar tiempo con personas a las que realmente extraño y con quienes quiero estar”.

Junto a su hija Harlow,
Junto a su hija Harlow, fruto de su matrimonio con Thomas Jane, Patricia Arquette construyó una relación marcada por la cercanía y el aprendizaje mutuo (REUTERS/Danny Moloshok)

El alcoholismo de su padre la marcó

La historia familiar de la artista influyó en su visión de la vida y de los vínculos. Hija menor del actor Lewis Arquette y Brenda Denaut, Patricia creció en un entorno marcado por el abuso de sustancias y el alcoholismo de su padre.

Asimismo, recordó cómo la adicción y las traiciones afectaron a su familia: “Crecí en una familia donde había problemas de abuso de sustancias con mi papá y alcoholismo y traiciones. Y mi papá era encantador, y yo lo quería”.

Dichas experiencias, según relató, le enseñaron patrones de comportamiento que luego reconoció en otras personas y situaciones, y también le permitieron comprender la complejidad de las relaciones marcadas por la adicción y la manipulación.

Estas vivencias en carne propia fueron claves para su interpretación de Maggie Murdaugh en la nueva serie Crimen de una Dinastía: El caso Murdaugh, de Disney+.

La experiencia personal de Patricia
La experiencia personal de Patricia Arquette profundizó su interpretación de Maggie en la serie basada en el caso Murdaugh (Disney+)

La producción, basada en el caso real de la familia Murdaugh de Carolina del Sur, explora la historia de Maggie, asesinada junto a su hijo Paul en 2021, y cuyo esposo, Alex Murdaugh, fue condenado por los crímenes.

Patricia Arquette explicó a People que su experiencia familiar le ayudó a dar profundidad al personaje de Maggie, una mujer que, tras años de matrimonio, comienza a descubrir la verdadera naturaleza de su esposo.

“Quería honrarla como madre de esa familia, que estuvo con él desde la universidad y se acostumbró a su comportamiento caótico y a los privilegios de su entorno”, señaló.

La intérprete destacó que lo que más le atrajo de la historia fue la figura del patriarca, un hombre carismático y encantador, pero también un mentiroso patológico, traidor y manipulador.

“Para esta mujer, empezar a darse cuenta de que no tiene idea de con quién está casada, enfrentarse a capas y capas de engaño y manipulación, es algo que me resultó fascinante”, indicó para la revista.

El entorno familiar difícil de
El entorno familiar difícil de Patricia Arquette le permitió comprender cómo influyen las adicciones y la manipulación en las relaciones (REUTERS/Andrew Kelly)

Murdaugh: Death in the Family le permitió explorar, desde la ficción, los mismos temas de autodescubrimiento y redefinición personal que atraviesa en su vida real.