Britney Spears, de 43 años, se encuentra nuevamente bajo el escrutinio público luego de lo que allegados describen como una noche errática que culminó con ella conduciendo su coche hacia el carril equivocado de una autopista. Las imágenes —obtenidas de manera exclusiva por el medio británico Daily Mail— muestran a Spears visiblemente inestable durante una salida nocturna en el restaurante Red‑O de Thousand Oaks.

Su blusa se deslizó de los hombros, tiró vasos al suelo, y al salir del local se subió a un BMW negro pese a las protestas de su acompañante y el personal del establecimiento. De acuerdo con testigos, ese trayecto de apenas cinco millas hacia su mansión se tornó peligroso: la artista aceleró bruscamente, chirriaron los neumáticos, se desvió hacia un carril de bicicletas y en al menos una ocasión invadió el carril contrario del tráfico.

Los presentes reportaron que “casi atropelló a su amiga al salir del auto”, obligando a la acompañante a cambiar de vehículo precipitadamente. Este episodio ocurre justo cuando se publica el libro de memorias del exmarido de Spears, Kevin Federline, titulado You Thought You Knew (21 de octubre de 2025), en el que realiza acusaciones graves sobre la exestrella del pop, incluyendo consumo de cocaína durante la lactancia y maltrato a sus hijos. Esta nueva crisis, afirman sus amigos, evidenciaría que Britney está entrando en una “espiral” fuera de control.

Kevin Federline, de 47 años, publica su libro con el respaldo de sus hijos, según declaraciones recientes, y aborda su matrimonio con Spears (2004-2007) y la posterior custodia de sus hijos Sean Preston (20) y Jayden James (19). En You Thought You Knew, Federline afirma que Spears habría usado cocaína mientras amamantaba a sus hijos, y que estuvo de pie en una puerta observando a los menores con un cuchillo en la mano.

Spears, por su parte, respondió públicamente que todas esas acusaciones son “extremadamente dolorosas y agotadoras”, calificó al libro como un intento de lucrar con su nombre tras el fin de la manutención infantil y denunció “gaslighting constante” por parte de Federline.

El enfrentamiento mediático pone nuevamente en la mesa la compleja historia de Spears: su tutela legal que finalizó en 2021, la ruptura de su matrimonio con Federline y las luchas por la custodia, así como su ya reconocida crisis personal de 2007. En su propio libro de memorias, The Woman in Me (2023), ya había relatado episodios de pérdida de control, post-parto y supervisión legal sobre su vida.

Según testigos del incidente en Thousand Oaks, Spears acudió al restaurante Red-O una noche del miércoles vestida de forma informal (llevaba chancletas) y pidió una quesadilla del menú de “happy hour”. Durante la velada, levantó una copa en un brindis por todo el restaurante y luego comenzó a mostrar signos de inestabilidad: su blusa se deslizó, tiró objetos al suelo y su amiga la tomó de la mano para guiarla fuera del establecimiento.

Al salir, ignoró las advertencias del personal y de su acompañante y se subió al volante de su BMW negro. Un testigo aseguró que “casi atropelló a su amiga mientras salía del coche”, lo que obligó a la mujer a cambiar de vehículo. El trayecto hacia su casa terminó con el coche saliéndose del carril, infracciones de tránsito y maniobras peligrosas.

Una vez en su residencia, Spears y su acompañante permanecieron sentadas afuera unos 20 minutos, pues ella luchaba por introdu­cir el código de la puerta principal. Tras varios intentos frustrados, ingresó finalmente la clave. La escena fue descrita por un espectador que dijo: “Ella cerraba el coche y se acercaba a la puerta, pero esta no se abría… Lo hizo tres o cuatro veces”.

Algunos amigos de Spears sostienen que el lanzamiento del libro de Federline actuó como detonante para este comportamiento reciente. Una fuente cercana declaró que “el libro de Kevin está hundiendo a Britney en una espiral descendente. Está reabriendo viejas heridas”.

Esa referencia apunta a la crisis de 2007 que llevó a Spears a un colapso mediático y al inicio de su tutela de 14 años. En ese momento perdió temporalmente la custodia de sus hijos y estuvo internada en un hospital psiquiátrico. Muchos allegados temen que este nuevo episodio, con consumo, conducción errática y vulnerabilidad emocional, podría marcar una recaída.

Otra fuente expresó al respecto: “Cuando Kevin dijo recientemente que tiene miedo, no solo lo decía para vender libros, sino que está realmente muy preocupado”. Según el interlocutor, “ya no está bajo tutela; vive su vida y quienes se preocupan por su bienestar no pueden hacer nada porque nadie la escucha”.