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Indy, protagonista de Good Boy,
Indy, protagonista de Good Boy, busca ganar un Oscar canino (Shudder)

El estreno de Good Boy ha provocado un gran entusiasmo en el circuito de las películas de terror. Dirigida por Ben Leonberg y protagonizada por Indy, un carismático golden retriever, ha irrumpido en la cartelera estadounidense con una mezcla de horror sobrenatural y sensibilidad animal que ha conquistado tanto a la crítica como al público.

Con una recaudación que superó los USD 2,3 millones, la película se posicionó como el segundo mejor debut en la historia de IFC Films, impulsada por una campaña viral que llevó su tráiler y póster a superar los 100 millones de visualizaciones en plataformas digitales.

En medio de este éxito, la productora lanzó una campaña singular: que el animal sea considerado para un Oscar. Esta iniciativa, que combina humor e ironía, busca el reconocimiento a los actores animales en la industria cinematográfica. El estreno en Argentina está previsto para el 23 de octubre, mientras la campaña sigue sumando apoyos y reacciones.

Campaña para que Indy gane el Oscar

La propuesta de que el protagonista pueda acceder a una estatuilla de la Academia se materializó en una carta abierta, firmada “por Indy” y difundida en medios especializados. En el texto aseguran: “A pesar de mi aclamado papel en Good Boy, me han declarado no elegible para la categoría de Mejor Actor. ¿Cuántas grandes actuaciones deben pasar desapercibidas para que la Academia nos dé un hueso?”.

Con una carta desde la
Con una carta desde la perspectiva del perro, pidieron que sea reconocido por su actuación en Good Boy (Captura de video)

La carta, escrita desde la perspectiva del animal y con un tono irónico, recuerda a otros intérpretes animales que brillaron en la pantalla sin recibir reconocimiento, como el cerdito de Babe, Jed (el perro-lobo de Colmillo Blanco) o Keiko (la orca de Liberen a Willy). El mensaje, rubricado con una huella de pata, concluye: “Les pedimos que dejen de levantar la pata sobre la contribución mía y de tantos grandes actores animales cuyo trabajo sigue sin ser reconocido”.

Aunque las normas de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas solo contemplan intérpretes humanos, la campaña ha puesto en primer plano la discusión sobre los límites del reconocimiento en la industria. El director Ben Leonberg explicó que “es una carta con mucho humor”, pero también una forma de visibilizar el trabajo técnico y emocional detrás de entrenar y filmar con un animal real.

El debate sobre el reconocimiento a los actores animales tiene antecedentes históricos. En 1939, la American Humane Association creó el premio PATSY (Picture Animal Top Star of the Year), que distinguía las actuaciones destacadas en el cine. Este galardón se mantuvo activo hasta 1974, siendo Tonto, el gato de Harry y Tonto, el último en recibirlo.

Desde 2001, el Palm Dog Award se entrega en el Festival de Cannes y premia la mejor actuación canina, con un collar de cuero en vez de una estatuilla. En 2025, este reconocimiento fue otorgado a Panda por su papel en la película islandesa The Love That Remains.

Tras la muerte de un familiar, Todd se muda con su perro Indy a una antigua granja rural —supuestamente embrujada— que perteneció a su abuelo. Aunque Todd ignora las advertencias, Indy comienza a percibir presencias sobrenaturales invisibles para los humanos. Al no poder comunicarse verbalmente, Indy debe enfrentarse a estas fuerzas malignas para proteger a quien ama. (BF Distribution) tag:

La campaña de Good Boy utiliza el humor para poner sobre la mesa la complejidad y el esfuerzo que implica trabajar con animales en el cine. Incluso, ha reabierto la conversación sobre si la industria debería adaptar sus normas para reconocer el talento y la contribución de estos intérpretes no humanos.

La película y sus detalles

Good Boy se distingue por su autenticidad técnica y su enfoque narrativo. El rodaje evitó el uso excesivo de efectos digitales y se apoyó en las reacciones reales de Indy en escenarios controlados, lo que refuerza el vínculo emocional que la película propone. La crítica ha destacado la expresividad contenida del perro, resultado del trabajo de adiestramiento y la paciencia del equipo, alejándose de la caricatura habitual en este tipo de producciones.

La historia sigue a Todd, interpretado por Shane Jensen, y su perro, quienes se mudan a una antigua granja con fama de estar embrujada tras una enfermedad del protagonista. Mientras Todd permanece ajeno a las advertencias y señales, es su mascota quien, gracias a su aguda percepción, detecta presencias invisibles para los humanos. La incapacidad del animal para comunicarse verbalmente lo obliga a enfrentar fuerzas malignas por instinto, transformando la lealtad en su principal herramienta de resistencia ante el peligro.

Ben Leonberg, también guionista junto a Alex Cannon, explicó el origen de la película: “¿Y si el perro de la familia fuera el único que supiera que la casa estaba embrujada? ‘Good Boy’ es el resultado de esa pregunta. Es un thriller paranormal con los pies en la tierra, narrado desde la perspectiva de un perro, un compañero fiel y cotidiano que se ve envuelto en circunstancias extraordinarias”.

Indy se muda a una
Indy se muda a una casa supuestamente embrujada con Todd, su dueño (Shudder)

“Es su película, una en la que sus instintos, sentidos y razonamiento simple impulsan la historia y la narrativa. Mi perro, Indy, es la estrella, aunque no tiene ni idea de que está en ella. No entiende las marcas ni las señales, y se pasó la mayor parte del rodaje durmiendo. Sin embargo, su presencia en pantalla es tan magnética que puse toda la película sobre sus pequeños hombros inconscientes”, agregó el director.

La puesta en escena refuerza con la cámara situada a ras de suelo, mientras que los reflejos y el diseño sonoro amplifica la presencia de los elementos naturales. A través de vídeos domésticos y conversaciones telefónicas con la hermana de Todd, el espectador intuye una historia familiar marcada por la pérdida y el aislamiento. La casa del abuelo, más que un simple escenario, se convierte en el verdadero antagonista: un espacio cargado de memoria y energía, donde el pasado parece resistirse a desaparecer.

La recepción de Good Boy ha sido notable: mantiene un 90% de aprobación de la crítica en Rotten Tomatoes y un 83% por parte del público. The Hollywood Reporter la describió como “una fábula intrigante y visualmente impecable”, aunque señaló que “su guion se apoya demasiado en el punto de vista del perro”.