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La presión mediática y el
La presión mediática y el escrutinio público marcaron la salud mental de Victoria Beckham (REUTERS/Jaimi Joy)

Victoria Beckham, una de las figuras más influyentes de la cultura popular británica y de la industria de la moda global, se refirió a una de las etapas más difíciles de su vida en la docuserie de Netflix que lleva su nombre. En este relato audiovisual íntimo, Beckham ofrece una mirada inédita sobre los desafíos personales y públicos que debió enfrentar debido a un trastorno alimentario, tema que aborda con franqueza y profundidad. Sus testimonios no solo arrojan luz sobre las dificultades individuales que vivió, sino también sobre el entorno hostil generado por la presión de los medios y la forma en que esto afectó tanto su salud mental como su vida familiar.

Revelaciones personales inéditas

Victoria Beckham revela el impacto
Victoria Beckham revela el impacto de un trastorno alimentario en su vida y carrera (Grosby)

En el documental, Victoria Beckham relata abiertamente cómo desarrolló un trastorno alimentario a raíz de la presión mediática sufrida tras el nacimiento de su hijo mayor, Brooklyn, en 1999. La exintegrante de las Spice Girls y hoy reconocida diseñadora de moda, describe cómo la obsesión pública por su peso y su apariencia la llevó a una relación profundamente problemática con su propio cuerpo. “Me pesaron en televisión nacional cuando Brooklyn tenía 6 meses”, recuerda, señalando cómo ese tipo de exposiciones públicas y comentarios inquisitivos sobre su imagen estaban a la orden del día. “’Súbete a la báscula’... ‘¿Has bajado de peso?’ Nos reíamos y bromeábamos al respecto cuando salíamos en televisión, pero era muy, muy joven y eso duele”. Este tipo de situaciones, confiesa Beckham, dejaron una huella perdurable en su autoestima y en su sentido de la realidad.

Victoria enfatiza que este proceso la hizo dudar de sí misma y la llevó a no gustarse. Incapaz de distinguir claramente su imagen en el espejo, relata: “Pierdes la noción de la realidad. He sido de todo, desde ‘gordita y elegante’ hasta ‘delgada y elegante’”. Estas oscilaciones en la forma en que se percibía están directamente relacionadas, según su relato, con los mensajes contradictorios y a menudo dañinos que recibía constantemente desde los medios de comunicación.

El impacto del escrutinio mediático

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Victoria Beckham detalla cómo la obsesión pública por su peso afectó su autoestima

El acoso y la fiscalización mediática formaron parte del día a día de Beckham desde sus primeros años de fama. Tal como se expone en la docuserie, la opinión pública y los medios no solo escrutaban cada uno de sus movimientos, sino que también hacían valoraciones sobre su físico sin ningún tipo de filtro.

Beckham remarcó cómo esos comentarios y la exposición masiva distorsionaron completamente su percepción y generaron inseguridad. Señala que este trato mediático no solo la afectó de modo momentáneo, sino que le dejó una marca permanente: “Realmente te refleja cuando te dicen constantemente que no eres lo suficientemente bueno. Y supongo que eso me ha acompañado toda la vida”. En su reflexión deja claro que la relación con su cuerpo y su autovaloración han estado sujetas al juicio público durante décadas.

Consecuencias personales y familiares

El impacto de esta situación se extendió más allá de su propia experiencia individual. Victoria detalla cómo, ante los demás, se mostró fuerte y reservada, incluso recurriendo a la mentira para ocultar lo que sucedía a su entorno más cercano. Reconoce abiertamente: “Me volví muy buena mintiendo y nunca fui honesta con mis padres sobre lo que estaba pasando”. Esta necesidad de ocultamiento revela la carga emocional y psicológica que enfrentaba en privado, mientras proyectaba una imagen controlada y exitosa al mundo.

La presión no solo la afectó a ella, sino que tuvo consecuencias perceptibles en la dinámica familiar. David Beckham, en un testimonio incluido en la docuserie, recuerda la diferencia entre la Victoria de la vida íntima y la figura cada vez más retraída, consecuencia de la hostilidad mediática. “Mi Victoria, la que conocí, se sienta en casa en chándal, sonriendo, riendo y tomando una copa de vino. Eso empezó a desaparecer puramente por las críticas que recibía”, afirma el exfutbolista, mostrando el alcance de los daños que produjo la exposición mediática en el bienestar familiar.

Perspectiva crítica sobre el trato mediático en los 2000

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Victoria Beckham detalla cómo la obsesión pública por su peso afectó su autoestima (Grosby)

David Beckham ofrece una reflexión sobre el contexto social y mediático de principios de los años 2000, aludiendo a la permisividad generalizada sobre las críticas al aspecto físico de las mujeres. “La gente creía que estaba bien criticar a una mujer por su peso, por lo que hacía o por su ropa. En la televisión ocurrían muchas cosas que ahora no ocurrirían, que ahora no pueden ocurrir”, explica, señalando que las actitudes de entonces, hoy consideradas inaceptables, antes se normalizaban con frecuencia.

El testimonio del matrimonio Beckham evidencia el carácter estructural del problema, donde el juicio externo dictaba las reglas del juego y limitaba el espacio de autenticidad para las figuras públicas, especialmente las mujeres.

Disciplina alimentaria y búsqueda de equilibrio

En la actualidad, Victoria ha desarrollado una relación distinta con la alimentación y el autocuidado. Tal como comparte en entrevistas recientes, ha adoptado una dieta basada en una disciplina férrea, priorizando alimentos saludables y restringiendo grasas, lácteos y carnes rojas. Se describe como una persona “muy quisquillosa con la comida”, eligiendo platos sencillos y controlados. Señala que ha mantenido una alimentación especialmente cuidadosa desde la época de las Spice Girls, cuando la exigencia física de las giras la llevó a preferir rutinas que incluyeran “mucha verdura, mucho pescado” y nulo consumo de lácteos o carnes rojas.

Beckham concluye que esta disciplina no parte de la autonegación, sino de una exigencia propia derivada de su rol como madre trabajadora de cuatro hijos y la responsabilidad que siente sobre sí misma. “Hago mucho ejercicio y como muy sano. Así soy”, afirma, mostrando una búsqueda de bienestar donde la salud mental y física conviven con la autocrítica y el aprendizaje acumulado a lo largo de los años.