Jack Osbourne, hijo del fallecido ícono del heavy metal Ozzy Osbourne, habló sobre el impacto emocional que dejó la muerte de su padre y el profundo duelo que atraviesa su madre, Sharon Osbourne.

El líder de Black Sabbath murió el 22 de julio de 2025 en su casa de Buckinghamshire, Inglaterra, a los 76 años, víctima de un infarto causado por enfermedad coronaria y Parkinson, según confirmó su certificado de defunción.

Su fallecimiento se produjo apenas 17 días después de ofrecer su último concierto, un emotivo reencuentro con sus compañeros de banda en Birmingham.

Durante la conversación con Good Morning America, el productor de televisión reconoció que su madre, Sharon, aún no logra recuperarse del golpe.

“Ella está bien, pero no está bien… Sé que siente el amor”, explicó y agradeció las muestras de solidaridad de los fans alrededor del mundo.

A sus 72 años, la viuda del rockero también había expresado gratitud al sentirse “sostenida por el amor de los demás”, pero que todavía estaba “tratando de encontrar su equilibrio” tras perder a su esposo.

El nuevo documental de la BBC, Sharon & Ozzy Osbourne: Coming Home, muestra los últimos tres años de la vida del músico y el rol que Sharon tuvo como cuidadora.

En una de las escenas, la exjurado de The X Factor se quiebra al confesar: “Es difícil para todos y sientes que te pones una cara de payaso y dices que todo va a estar bien. Y no lo está”.

Su hija Kelly también comparte ese sentimiento en el mismo documental: “Creo que lo que le está pasando a mi madre es la parte más desgarradora de todo esto… Ver al hombre que más ama en el mundo consumirse es realmente, realmente duro”.

El 5 de julio, Ozzy se subió por última vez a un escenario en el estadio Villa Park de Birmingham para el concierto benéfico Back to the Beginning, en el que participaron bandas como Guns N’ Roses, Metallica, Anthrax y Yungblud.

Cuando el periodista le preguntó a Jack sobre sus recuerdos de ese día, el joven no pudo contener las lágrimas.

“Antes de que saliera al escenario, corrí al camerino, lo abracé fuerte y le di un beso. Le dije: ‘Vas a hacerlo increíble’. Lloré”, recordó con la voz quebrada. “Estaba con mi hermano en la multitud y los dos llorábamos. No era porque sintiéramos lástima ni porque estuviéramos tristes. Creo que era porque sabíamos que era la última vez”.

Ozzy apareció sobre el escenario sentado en un trono que emergía desde una trampilla, en un gesto teatral que evocó su mítica figura dentro del heavy metal. Interpretó algunos de sus mayores éxitos, entre ellos Crazy Train, antes de reunirse con los miembros originales de Black Sabbath —Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward— para un emotivo adiós.

Jack describió aquella noche como “un velorio en vida”, ya que fue homenajeado y “pudo despedirse de todos” antes de su deceso.

El intérprete de “Paranoid“ y ”Iron Man" falleció 48 horas después de haber completado sus memorias, tituladas Last Rites. El libro, según relató Jack, resume su vida entre excesos, fama y redención.

Durante su entrevista con Good Morning America, el periodista Chris Connelly leyó una línea del manuscrito: “Si hubiera sido limpio y sensato, no habría sido Ozzy”.

Jack respondió con una sonrisa: “Hay algo de verdad en eso. Pero lo cierto es que al final estaba sobrio. Y seguía siendo Ozzy.”

“El último capítulo fue el más difícil de leer. Estaba feliz, de muy buen humor”, agregó su hijo, quien pidió que se recuerde al cantante como “alguien que amó su trabajo y a su familia… y con un gran sentido del humor”.