En 1998, la espiral de autodestrucción de Charlie Sheen alcanzó un punto crítico. Su consumo de drogas, sus problemas legales y su deteriorada salud llevaron a su padre, el reconocido actor Martin Sheen, a tomar una decisión desesperada.

El artista firmó la orden de arresto contra su propio hijo. Veintisiete años después, el protagonista de Two and a Half Men recordó aquel momento como un antes y un después en su vida.

“Se sintió como la mayor traición que uno podría soportar. Con el tiempo lo vi como un acto de amor, pero en el momento fue devastador.”, confesó el actor de 60 años, durante una entrevista en Good Morning America.

Y añadió: “Es como en el libro cuando mi guardaespaldas llega a mi habitación y me dice: ‘Los alguaciles vienen en camino, nos vamos en cinco minutos’”.

En ese entonces, Charlie Sheen ya estaba en libertad condicional tras haber sido acusado de agredir a su entonces novia Brittany Ashland. La situación se agravó cuando sufrió un derrame cerebral producto de una sobredosis de cocaína inyectada.

Tras intentar escapar de rehabilitación, Martin Sheen, de 83 años, entendió que no podía seguir viendo a su hijo perder la batalla contra las adicciones.

La orden de arresto firmada por el ganador de un Emmy permitió a las autoridades intervenir. Sin embargo, el juez Lawrence Mira del Tribunal Municipal de Malibu optó por “errar en el lado de la rehabilitación” y no encarceló al actor, sino que extendió un año más su libertad condicional.

Cabe destacar que el propio Martin había intentado intervenir antes. En 1990, cuando Charlie apenas tenía 24 años, organizó una intervención familiar para intentar que su hijo aceptara ayuda.

“Es difícil pedir ayuda cuando alguien más ya ha levantado la mano por ti”, reconoció el veterano actor años más tarde.

El episodio de 1998 cobra nueva relevancia con el estreno del documental AKA Charlie Sheen, una serie de dos partes dirigida por Andrew Renzi que llega este miércoles a Netflix.

En ella, Charlie rompe en llanto al recordar el dolor que le causó a su padre. “No puedo imaginar lo que fue ser mi papá en esos años. Realmente herí a las personas que amo”, admitió.

Asimismo el documental coincide con la publicación de The Book of Sheen: A Memoir, libro en el que el actor repasa con crudeza y humor sus años más oscuros.

Según contó, su padre ya leyó parte del manuscrito y le expresó: “Tu uso del humor en los momentos más oscuros es un regalo para el lector”.

Charlie Sheen atribuye sus problemas de adicción a una dificultad que arrastró desde joven: la tartamudez. “Beber suavizaba los bordes. Me daba libertad de expresión”, explicó.

Con el tiempo, esa búsqueda de alivio derivó en un consumo descontrolado que marcó gran parte de su vida adulta.

Hoy, tras múltiples recaídas y episodios mediáticos que lo convirtieron en lo que él mismo describe como “un agujero negro de tabloides”, Sheen aseguró llevar casi ocho años sobrio.

“Esta historia debió haber terminado cientos de veces hace veinte años, pero no lo hizo. Así que lo que venga ahora quizás sea donde esté escondido el verdadero oro”, reflexionó.

Incluso, el actor también habló sobre episodios poco conocidos, como las extorsiones que sufrió por parte de personas que lo amenazaban con revelar detalles de sus encuentros sexuales bajo los efectos del crack.

“Fue un infierno. Pero cuando en 2015 recibí mi diagnóstico de VIH, paradójicamente fue un alivio. Me siento bastante bien ahora”, dijo.

La conversación evitó temas más polémicos, como las acusaciones de Corey Feldman, quien lo señaló —algo que el famoso ha negado rotundamente— de haber abusado de su compañero de reparto Corey Haim cuando este tenía 13 años.

En medio de todo ello, sorprendió la reaparición pública de Charlie Sheen junto a su exesposa Denise Richards en el estreno del documental. Fue la primera vez que posaron juntos en casi dos décadas.

La actriz compartió después en Instagram: “Charlie me preguntó: ‘¿Estamos en 2002?’ y yo le respondí: ‘Así se siente’. Hemos tenido muchos altibajos, pero sabemos que podemos contar el uno con el otro”.