El hijo de Ozzy Osbourne arremetió contra Roger Waters por sus comentarios despectivos hacia el fallecido rockero

Jack Osbourne defendió con firmeza la memoria de su padre.

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Las palabras del ex Pink
Las palabras del ex Pink Floyd fueron percibidas como una falta de respeto hacia un colega recién fallecido (Composición/Instagram: Jack Osbourne/REUTERS)

La reciente muerte de Ozzy Osbourne, ícono del heavy metal y fundador de Black Sabbath, desató una ola de homenajes y mensajes de cariño en todo el mundo. Pero, no todas las reacciones han sido positivas.

El fundador de Pink Floyd, Roger Waters, hizo una serie de declaraciones que han desatado polémica y provocado la furiosa respuesta de Jack Osbourne, hijo del legendario músico.

En una entrevista reciente con The Independent Ink, Waters fue consultado sobre la cultura pop y el vínculo de figuras del entretenimiento respecto a temas sociales y políticos. En medio de esa reflexión, el músico de 81 años mencionó a Ozzy de manera despectiva.

“Ozzy Osbourne, que acaba de morir, bendito sea, en el estado en que estuvo toda su vida, nunca lo sabremos”, expresó Waters. “Aunque estuvo en la televisión durante cientos de años con su idiotez y tonterías, la música… no tengo idea, no me importa un carajo, no me interesa Black Sabbath, nunca me interesó”.

Waters calificó de “idioteces y
Waters calificó de “idioteces y tonterías” la presencia televisiva de Ozzy Osbourne (EFE/Elvis González)

El bajista de Pink Floyd, además, ironizó sobre el infame episodio de 1982 en el que Ozzy mordió la cabeza de un murciélago en un concierto en Iowa.

No me interesa morder cabezas de pollos o lo que sea que hagan. Me importa un carajo”, dijo, antes de que el entrevistador le aclarara que la anécdota en realidad involucraba a un murciélago. Waters respondió: “Eso es aún peor”.

Estas declaraciones fueron interpretadas por muchos como una falta de respeto hacia la memoria de Ozzy, quien falleció el pasado 22 de julio a los 76 años tras sufrir un ataque al corazón.

La respuesta no tardó en llegar. Jack Osbourne, de 39 años, utilizó su cuenta de Facebook para defender el legado de su padre y atacar directamente a Waters.

“Hey @rogerwaters, jódete”, escribió en una de sus historias el martes 2 de septiembre. “Qué patético y desconectado te has vuelto. La única forma en que pareces llamar la atención hoy en día es vomitando mierda en la prensa”.

Mi padre siempre pensó que eras un hijo de p**a— gracias por probar que tenía razón”, escribió junto a un emoji de payaso.

Jack señaló que Waters “solo
Jack señaló que Waters “solo busca atención vomitando basura en la prensa” (Captura: facebook)

No es la primera vez que los hijos de Ozzy salen a defender su nombre desde su muerte.

Semanas atrás, Kelly Osbourne respondió con dureza a la luchadora de la WWE Becky Lynch, quien, durante un show en Birmingham, ciudad natal del cantante, dijo frente al público: “No voy a luchar en Birmingham. Lo único bueno que salió de aquí murió hace un mes. Pero en justicia a Ozzy Osbourne, tuvo la buena idea de mudarse a Los Ángeles, una ciudad de verdad. Porque si yo viviera en Birmingham, también me moriría”.

La frase provocó indignación, y Kelly no dudó en contestar en sus redes sociales: “[Becky Lynch] eres una basura irrespetuosa. ¡Birmingham no te orinaría encima incluso si estuvieras en llamas! #birminghamforever. Vergüenza para la WWE por permitir que se dijera algo así sobre mi padre y su hogar”.

La familia de Ozzy Osbourne,
La familia de Ozzy Osbourne, de izquierda a derecha, Jack Osbourne, Sharon Osbourne y Kelly Osbourne, depositan flores y ven las flores colocadas en el banco del puente Black Sabbath en Broad Street en memoria del líder de Black Sabbath, Ozzy Osbourne, antes de la procesión fúnebre, en Birmingham, Inglaterra, el miércoles 30 de julio de 2025. (Jacob King/PA via AP)

Más allá de la polémica, tanto Jack como Kelly han compartido mensajes emotivos en honor a su padre desde su fallecimiento, destacando no solo su carrera artística, sino también su rol como padre y esposo.

Ozzy Osbourne vivió varios años luchando contra el Parkinson y complicaciones de salud. Antes de su deceso, logró reunirse en un último concierto en vivo con Black Sabbath, evento que recaudó fondos para la investigación de su enfermedad y otras causas benéficas.