La metamorfosis de Mario Casas: disciplina, papeles extremos y el giro que redefinió su carrera a los 39 años

Durante años, el rostro de Mario Casas fue sinónimo de éxito juvenil, películas taquilleras y personajes marcados por la intensidad emocional. Pero detrás de eso, se gestó un proceso de transformación silencioso y riguroso. Hoy, a las puertas de los 40, Casas ha dejado atrás el estereotipo para consolidarse como un actor de carácter, con una ética de trabajo que redefine su lugar en el cine español. Su evolución no solo es visible en la pantalla, sino también en la forma en que entiende y habita cada nuevo desafío actoral.

Mario Casas atraviesa uno de los momentos más significativos de su carrera. A los 39 años, el actor español ha alcanzado un punto de equilibrio entre exigencia profesional, transformación personal y búsqueda de autenticidad. Lejos de los estereotipos que lo consagraron en sus inicios, hoy se impone como un intérprete metódico, comprometido con cada uno de sus personajes hasta las últimas consecuencias.

La evolución no ha sido casual. Desde hace seis años, Casas trabaja intensamente con el ‘acting coach’ Gerard Oms, figura clave en su reinvención artística. “Oms deconstruyó ese actor y empezamos a trabajar de cero”, contó Casas en una entrevista con Cadena SER. El resultado es una carrera guiada por la introspección, el rigor y el deseo de profundizar en cada rol, sin concesiones.

Uno de los ejemplos más representativos de esta transformación es El practicante, producción de Netflix en la que interpretó a un paramédico que queda en silla de ruedas. Para abordar el papel, Casas se sometió a un estricto plan de entrenamiento y alimentación, perdió diez kilos y convivió durante semanas con pacientes reales en hospitales especializados. “Me enseñaron a hacer transferencias a la cama, al baño, y estuve en silla de ruedas dos meses, también fuera del rodaje”, relató.

La preparación incluyó trabajo con psiquiatras y la asesoría constante de Oms. El enfoque, más que físico, fue emocional y psicológico. “Con lo que más se sufre es no comer. Te aniquila”, confesó a Men’s Health, revelando el nivel de entrega que implicó el proyecto.

Desde No matarás, rodada en 2019, Casas ha mantenido una colaboración sostenida con Gerard Oms. La química entre ambos derivó incluso en la película Muy lejos, escrita y dirigida por Oms y protagonizada por Casas, estrenada en el Festival de Cine de Málaga en abril de 2025. Allí, el actor recibió la Biznaga de Plata al mejor actor, un reconocimiento a su trabajo introspectivo y contenido.

Para Casas, la figura del acting coach es central. Aunque algunos directores han rechazado su inclusión, él insiste en trabajar con Oms siempre que puede. “El actor tiene que estar formándose constantemente. Yo llevo seis años trabajando mucho con Gerard”, explicó en una entrevista en Cadena SER.

La intensidad de sus personajes ha tenido impacto en su vida fuera del set. Casas reconoce que parte de su identidad está atravesada por sus roles, pero también remarca la importancia de desconectar. “En mi carrera, la mayoría de personajes sufren mucho. Entonces soy muy feliz cuando vuelvo a mi casa, a mi campo, a mis animales...”, afirmó.

Esa capacidad de distanciarse emocionalmente de sus interpretaciones ha sido clave para sostener una carrera cargada de dramatismo. “El 80% de Mario es mi educación, mi familia y mis experiencias; el otro veinte por ciento son los personajes que he interpretado”, resumió.

En los últimos años, amplió sus horizontes. En 2023 debutó como director y guionista con Mi soledad tiene alas, protagonizada por su hermano Óscar. También participó en la película Bird Box Barcelona y en la serie El inocente. En 2024 lideró el elenco de Escape, bajo la dirección de Rodrigo Cortés y con producción de Martin Scorsese. El film fue bien recibido por la crítica, especialmente por la actuación de Casas.

El regreso al género romántico llegó con El secreto del orfebre, estrenada en febrero de 2025, donde compartió cartel con Michelle Jenner. Entre sus próximos estrenos figura Zeta, thriller producido por Prime Video donde interpreta a un agente del CNI, actualmente en etapa de posproducción.

A los 39 años, Mario Casas transita una etapa de consolidación que refleja una trayectoria marcada por el esfuerzo, la honestidad profesional y la voluntad de crecer. Su transformación no responde a una estrategia de imagen, sino a una evolución real, guiada por la disciplina y la pasión por el oficio.

Lejos de su imagen inicial, se ha convertido en un actor de método, dispuesto a atravesar el dolor físico y emocional si eso lo acerca a la verdad de sus personajes. Una metamorfosis silenciosa, pero contundente.