Una campaña para concientizar sobre los riesgos de la navegación online de los niños sin supervisión

La organización internacional ChildFund lanzó en América Latina una campaña para alertar sobre los peligros en internet que acechan a niños y adolescentes

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La línea que separa la
La línea que separa la exploración digital del daño puede ser tan delgada como invisible, sobre todo para niñas, niños y adolescentes (Imagen Ilustrativa Infobae)

Un adulto que se hace pasar por adolescente. Un mensaje que empieza con un cumplido y termina en amenaza. Una foto enviada por confianza que luego es vendida en foros anónimos. La línea que separa la exploración digital del daño puede ser tan delgada como invisible, sobre todo para niñas, niños y adolescentes.

Frente a ese escenario, la organización internacional ChildFund presentó la campaña “Los monstruos en internet son reales”, una iniciativa pedagógica y de sensibilización que busca abrir los ojos frente a los peligros disfrazados de juegos o afectos.

El nombre de la campaña no es retórico: alude a la representación simbólica de esas amenazas que habitan los entornos digitales —ciberacoso, manipulación emocional, explotación sexual— y que muchas veces se camuflan en lo que parecen conversaciones inocentes. Bajo la metáfora de los “monstruos”, ChildFund propone un lenguaje directo y visual para abordar un tema que suele estar cubierto por la vergüenza, el silencio o la ignorancia.

“Internet es una herramienta poderosa, pero también uno de los entornos más riesgosos para niñas, niños y adolescentes cuando no cuentan con acompañamiento”, advirtió Cristina Barrera, directora regional de ChildFund en las Américas.

"Crearon un perfil falso y
"Crearon un perfil falso y me pidieron fotos. Después supe que era un adulto haciéndose pasar por adolescente". (Imagen Ilustrativa Infobae)

Una urgencia global, una brecha regional

La campaña se lanza en seis países de América Latina, una región que cuenta con marcos regulatorios menos estrictos que los de Estados Unidos o Europa. Esa brecha deja a millones de niños y niñas en una situación de vulnerabilidad constante, sin mecanismos de protección digital eficaces y sin formación suficiente para identificar comportamientos abusivos.

El diagnóstico es alarmante. De acuerdo con el informe ChildLight 2024, más de 300 millones de menores en el mundo fueron víctimas, en el último año, de la captura, difusión o exposición no consentida de imágenes sexuales, así como de solicitudes sexuales en línea. Ocurre, en promedio, una vez cada segundo.

El relevamiento de ChildFund en Brasil y Ecuador recolectó testimonios que ilustran con crudeza el tipo de situaciones que se repiten a diario:

  • Crearon un perfil falso y me pidieron fotos. Después supe que era un adulto haciéndose pasar por adolescente.”
  • “Conozco un caso que pasó hace tres o cuatro meses. A un chico le robaron la cuenta de Google y empezaron a amenazar.”
  • “Vimos a una chica de 14 años enviar fotos íntimas a un ‘novio’ de 20 que conoció en una aplicación. Ella creía que era amor; él vendía el contenido en foros oscuros.”

El abuso, el engaño y la violencia digital no son excepciones. Se han vuelto parte de una trama extendida que, por falta de visibilidad, sigue creciendo.

El objetivo de la campaan
El objetivo de la campaan es promover una acción que no recaiga exclusivamente sobre las familias, sino que involucre a medios, instituciones, empresas y organismos públicos (Imagen Ilustrativa Infobae)

Una respuesta colectiva

La campaña “Los monstruos en internet son reales” incluye materiales educativos gratuitos, guías para madres y padres, contenidos audiovisuales adaptados a distintas edades, y recursos diseñados para su uso en escuelas y espacios comunitarios.

El objetivo es promover una acción colectiva y coordinada en la que la protección de la infancia no recaiga exclusivamente sobre las familias, sino que involucre a medios, instituciones, empresas y organismos públicos.

Todos los recursos están disponibles en el sitio Monstruoseninternetsonreales.com, donde también se puede acceder a propuestas de participación, herramientas para educadores y espacios de capacitación.

“Comprender cómo proteger a nuestras niñas, niños y adolescentes de agresores en línea es una necesidad urgente. Estos agresores utilizan diversas estrategias para contactar, manipular y abusar digitalmente de nuevas víctimas. No podemos seguir actuando como si no pasara”, señaló Barrera.