El cierre del Seminario de Educación, Empleailidad y Futuro Productivo convocado por Ticmas y la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) fue un diálogo reflexivo entre Daniel Herrero y Patricio Zunini. “Daniel Herrero es CEO de Prestigio Auto y ex presidente de Toyota Argentina”, lo presentó Zunini, y continuó: “Fue el primero en advertir públicamente —lo hizo en el coloquio de IDEA— sobre la dificultad de encontrar trabajadores formados en un país con altos niveles de desempleo”.
“Soy optimista por naturaleza y realmente ver juntos Ticmas y OEI, a mí me pone muy optimista porque yo soy de los que defiende la productividad. Latinoamérica tiene una deuda ancestral con la productividad”, dijo Herrero y fue contundente: “Latinoamérica es solamente un quinto de productivo de lo que es Japón y yo creo que en este momento tenemos la oportunidad de hacernos productivos con dos pilares fundamentales: las nuevas tecnologías y la educación, algo que estas dos marcas seguro nos van a traer una solución”.
Cambiar la matriz educativa
Pensar el aprendizaje en diálogo con el empleo y la producción, es para Herrero una cuestión clave. “Hay que tener obviamente articulación público-privada para empezar a generar educación y entender que cuando decimos educación no es solamente la educación de un chico de la primaria, no es la educación de un chico de la secundaria, sino también las empresas tenemos que formar a nuestros colaboradores”, planteó.
Y agregó: “Formación profesional para poder hacer uso de las tecnologías que tenemos a disposición. Hay que hacer un trabajo muy fuerte. Ayer escuchaba en una cena que en la Argentina en el 20% de los hogares de nuestros chicos no hay ni siquiera un libro y el 40% de los hogares de esos chicos hay entre cero y 20 libros. Entonces hay que hacer un trabajo muy fuerte y defender que alguien que le da la educación a un chico en el fondo le está cambiando su vida para mejor y le está dando dignidad”
En sintonía con la importancia del aprendizaje a lo largo de la vida, Daniel Herrero señaló que hay que “darle continua capacitación [a los trabajadores] porque los cambios que vamos a ver son realmente disruptivos y mucha de la gente que está hoy a lo mejor no tiene la capacidad de tener una planta de producción. La mayoría de los operarios hoy ya trabajan con un cobot [robot colaborativo]. Cuando hablamos de mantenimiento, todos los mantenimientos se hacen con inteligencia artificial. Entonces, la inteligencia artificial probablemente pueda dejar menos puestos en la manufactura, pero seguro va a generar otros puestos en tecnologías. O por ejemplo, como decíamos antes, el análisis de datos, cómo atendemos el cliente y cómo vamos dando respuesta a esa demanda o a ese nuevo mercado que se presenta”.
Y agregó: “En este momento tiene que haber sí o sí una articulación público-privada para dar soluciones y trajes a medida para cada necesidad. Hoy en Latinoamérica el 40% de las empresas dicen que no pueden innovar, que no pueden aplicar las nuevas tecnologías o inteligencia artificial porque no encuentran recursos capacitados para hacerlo. Entonces el cambio está y antes lo decíamos, cuando la curva de costos de las nuevas tecnologías va para abajo, la curva de adopción de esas nuevas tecnologías es exponencial. Hace cuatro o cinco años ChatGPT era de la NASA; hoy, como es de libre disposición gratis en el celular lo usa todo el mundo. ¿Qué pasa si todos nos capacitamos para sacarle el máximo a esas herramientas tecnológicas?”
Una articulación público-privada
Para Herrero se trata de ser consecuente: “Cuando vos decís quiero aplicar educación y nuevas tecnologías, tenés que invertir en investigación y desarrollo, en capacitación y la empresa también tiene que contribuir. Y lo puede hacer desde el punto de vista de una beca, de una pasantía”.
Además, para Herrero, que cuenta con más de 25 años de experiencia en la industria automotriz, es clave que los chicos puedan trabajar por proyectos donde conectan lo que estudian con la vida real.
“Normalmente Latinoamérica tiene un delay contra lo que pueden ser países avanzados como los europeos”, planteó, y argumentó: “Ahí es donde vos tenés que decir quiero ir en esta dirección; quiero formar mi gente en esas cajas automáticas o quiero hacer biotecnología. Tiene que haber un plan desde lo público, asegurando una visión de largo plazo, una habilidad de decir yo quiero ser especialista en esto”.
Y destacó: “Hoy la industria automotriz en Argentina le da trabajo a 500.000 personas. Desde Argentina, con las condiciones actuales, le estamos exportando a toda Latinoamérica. Si no tuviésemos industria automotriz tendríamos que sacar del bolsillo y poner afuera 15 mil millones de dólares. Eso quiere decir que tenemos la oportunidad de hacer, pero tenemos que adaptarnos a lo que el mundo quiere y a las tecnologías que vienen por delante”.
Mirar al futuro
“Europa es la región más avanzada en términos de tecnología e inteligencia artificial. La seguridad está muy avanzada. Entonces los choques de autos han disminuido dramáticamente. ¿Cuál es el impacto? No hay órganos para trasplantes porque no hay accidentes mortales en los autos”, sorprendió Herrero.
E ironizó sobre la caída en el consumo de bebidas energizantes por parte de los transportistas ya que ahora la tecnología los hace frenar. O incluso los trabajos de los chapistas que se vieron reducidos por la falta de choques. “Hay cambios que vamos a tener por delante, tenemos que estar preparados”.
Incluso destacó cómo hoy los jóvenes no ven al auto como un valor agregado sino que lo ven como un uso que desean tener a disposición a un clic de distancia en sus teléfonos. “En el año 2000, el 90% de los chicos de 19 años tenían registro. Hoy en día solamente 67% de los chicos de 19 años tienen registro propio”, planteó Herrero ante este cambio cultural.
Trabajar en equipo
Herrero contó que muchas veces recibía correos electrónicos de personas que se habían salvado en un accidente y le mostraban cómo el auto había servido de paragolpe. Lo que hacía era compartir esas experiencias e historias con los trabajadores de la fábrica.
“Entonces ponía la foto y le decía a un chico que estaba en soldadura gracias a vos que pusiste de manera adecuada y fuiste capacitado para poner esos puntos de soldadura desde acá, salvaste la vida de ese niño. Ese sentido de pertenencia hace que el chico quiera ir por más, ir a capacitarse y que se sienta orgulloso de lo que hace”, celebró Herrero.
Y destacó: “La gente no quiere ser dirigida, quiere ser administrada. Quiere saber por qué tengo que hacer lo que tengo que hacer. Cuando vos le comunicas hacia dónde vas y después le das lo que resulta y lo que está logrando con eso, termina siendo parte de un equipo que va a ser invencible porque está convencido de lo que está haciendo”.
Gestionar y retener talento
“La capacitación tiene que ser permanente y cuando digo permanente es de todo”, reforzó Herrero porque de lo que se trata es de “pueda crecer como persona dentro de la sociedad”.
“Un millón de veces me han dicho que estaba loco. Un millón de veces me han dicho que no y todos los días intento hacer algo nuevo e intento ver cómo puedo ayudar a la gente de una manera más eficiente y eso me divierte muchísimo”, reflexionó el CEO y aseguró: “Creo que en todos los órdenes de nuestra vida tenemos posibilidades de mejorar y tenemos posibilidades de dar una respuesta positiva”.
“Yo soy un convencido de que el trabajar por proyectos o dejar que el chico en una edad temprana pueda sentir lo que se hace dentro de una fábrica le puede cambiar el destino y hasta le puede dar la inspiración a lo que quiere hacer”, planteó Herrero.
Y recordó: “Nosotros teníamos programas de visitas de chicos en condiciones de vulnerabilidad a la planta y a veces me preguntaban como si yo hubiese bajado de un plato volador y yo le decía yo era igual que vos. A mí no me gustaba levantarme temprano para ir a estudiar, tenía que trabajar para pagarme los estudios, pero yo sabía que si hacía eso yo podía llegar a lo que tengo ahora. Tenemos la obligación de transmitirlo y hacerle entender que todos tenemos la posibilidad de hacer lo que queremos. Lo único que hay que hacer es sacrificio y a veces alguno también tiene que hacer de padrino para que esos chicos vayan adelante como lo está haciendo Ticmas, como lo hace la OEI y es donde los defiendo a ultranza”.
Y como reflexión final, Herrero aseguró: “Yo creo que hay que trabajar. Las oportunidades son infinitas. Nadie en este contexto de cambios disruptivos tiene la solución final a todo”. Y aseguró que “El Estado tiene que ayudar y todos los que tenemos las posibilidades de darle una mano a alguien lo tenemos que hacer y sobre todo, mostrándole que el futuro está abierto”.
“El que dude de la educación, la innovación y la productividad, está equivocado y hoy más que nunca tenemos por geopolítica y por nuevas tecnologías otra oportunidad de oro para llevar a la Argentina bien adelante”, aseguró ante el gran aplauso de los presentes dando por finalizado el Foro de Educación y Empleabilidad convocado por la OEI y Ticmas en la 49° Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.