Más de 10 millones de personas mejoraron sus condiciones de vida y 7 millones las empeoraron en el primer semestre de 2025

Así surge de la Encuesta Permanente de Hogares del Indec y su proyección a todo el país. Cuáles fueron los cambios en calidad habitacional, acceso a servicios básicos, nivel educativo y cobertura de salud

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Sobre la base de 76
Sobre la base de 76 indicadores, que incluyen los índices de clima educativo y acceso a la atención de la salud, y calidad de la vivienda de la población, en la primera mitad de 2025, se registraron mejoras en 39, se mantuvieron iguales 10 y empeoraron 27, respecto de un año antes (Foto: Bloomberg)

En la primera mitad de 2025, la presidencia de Javier Milei continuó enfocada en consolidar cambios significativos en la política económica, entre los cuales se destacaron el superávit fiscal, obtenido principalmente por la reducción del gasto público más que por el aumento de impuestos; el saneamiento del balance del Banco Central y el impulso a la actividad económica agregada hasta abril.

La campaña electoral para la renovación parcial de las cámaras legislativas, iniciada de forma anticipada, generó un clima de incertidumbre que se disipó tras el 26 de octubre. Ese contexto interrumpió la desaceleración mes a mes de la inflación, aunque no afectó la reducción de la pobreza e indigencia por ingresos.

Parte del cambio obedeció a la parálisis del gasto en obra pública con bajo grado de ejecución y a la virtual ausencia de nuevas iniciativas, tanto a nivel del gobierno nacional, como también de los provinciales y municipales, lo que no impidió mejoras en los indicadores de salarios que posibilitaron la disminución del indicador de pobreza por ingreso, además de mejores condiciones de vida para los hogares y sus integrantes.

El saldo positivo, extrapolando los datos a 47,4 millones de habitantes, alcanzó a 3,3 millones de personas, equivalente al 7% de la población total

Sobre la base de 76 indicadores del Indec, que incluyen los índices de clima educativo y acceso a la atención de la salud, y calidad de la vivienda de la población en la primera mitad de 2025, se registraron mejoras en 39, se mantuvieron iguales 10 y empeoraron 27, respecto de un año antes.

El saldo positivo, extrapolando los datos a 47,4 millones de habitantes, alcanzó a 3,3 millones de personas, equivalente al 7% de la población total y más de seis veces el crecimiento vegetativo del período. En ese resultado incidieron tanto acciones y efectos de la política económica del poder central, como las de las gobernaciones y municipios.

Las variaciones registradas por la Encuesta Permanente de Hogares del Indec en 31 aglomerados del país (con 29,9 millones de habitantes), extrapoladas al total poblacional, involucraron a 17,2 millones de personas, poco más de un tercio del total: mejoraron las condiciones de vida en 10,2 millones de personas y disminuyeron en 7 millones.

Según con el índice de salarios del Indec, entre el primer semestre de 2024 e igual tramo de 2025, la remuneración promedio de los trabajadores registrados aumentó 8,9% en términos reales (ajustado por inflación), un aspecto determinante para que la pobreza por ingreso descendiera del máximo de 52,9% de la población a 31,6 por ciento.

También contribuyó a la recuperación de los ingresos de la población el aumento real promedio del 13,1% de las jubilaciones y pensiones, más aún de las asignaciones familiares, lo que repercutió en las condiciones de vida en general.

La foto del Indec

La imagen captada por el Indec para el primer semestre de 2025 mostró que “el 81,5% de los hogares y el 78% de las personas habitan en viviendas cuyos materiales poseen calidad suficiente. El 5,7% de los hogares viven en viviendas con materiales de calidad insuficiente y el 12,8% en viviendas con materiales parcialmente insuficientes. En el caso de las personas, estos porcentajes ascienden a 7% y 15%, respectivamente”, informó el organismo.

El 5,7% de los hogares viven en viviendas con materiales de calidad insuficiente y el 12,8% en viviendas con materiales parcialmente insuficientes

Estos indicadores evidenciaron claras mejoras en las tres clasificaciones que realiza el Indec en comparación con un año antes, ya que en el primer caso aumentó 0,7%, beneficiando a 529.000 personas, según la proyección de los datos de los 31 aglomerados urbanos al total país.

El 63,6% de los hogares son propietarios de la vivienda y del terreno, mientras que el 6,9% son dueños únicamente de la vivienda. El tercio restante se distribuye entre el 17,5% de inquilinos, el 10,2% de “ocupantes” (que pagan impuestos o expensas, o son gratuitos con permiso o sin él) y el 1,8% de “otros” (principalmente ocupantes en relación de dependencia y sucesiones).

En comparación con el primer semestre de 2024, el Indec detectó un incremento de 773.000 habitantes en vivienda propia plena y de 95.000 ocupantes. En cambio, se registraron caídas en las otras tres franjas: 155.000 menos propietarios únicamente de la vivienda, 198.000 inquilinos menos y 85.000 menos en el resto.

Respecto de los hogares con saneamiento inadecuado -definidos por carencias como no poseer baño, tener el baño fuera del terreno, baño compartido, desagüe no conectado a red pública ni cámara séptica, o baño sin descarga de agua-, comprenden al 12,1% de los hogares y el 14,5% de la población. El último relevamiento registró una mejora de 1,6% (muy superior al crecimiento vegetativo de la población), mientras el grupo con saneamiento insuficiente se redujo 2,4%, favoreciendo en conjunto a más de 800.000 personas.

En cuanto al acceso a la red pública de gas natural, se mantiene como una asignatura pendiente. A pesar de que es un recurso con excedente creciente, volvió a caer y se ubicó en el 60,8% de la población, la proporción más baja desde el segundo semestre de 2020 (en plena pandemia de Covid-19). En valores absolutos, aumentó en 196.000 personas (0,7%, muy por debajo del crecimiento vegetativo del total de habitantes), llegando a 28,8 millones. Al mismo tiempo, los que no acceden a este servicio se incrementaron 1,5%, alcanzando 18,6 millones de personas.

El acceso a la red
El acceso a la red pública de gas natural, se mantiene como una asignatura pendiente. A pesar de que es un recurso con excedente creciente, volvió a caer y se ubicó en el 60,8% de la población, la proporción más baja desde el segundo semestre de 2020 (Foto: Reuters)

Una dinámica similar se observó en el acceso al agua corriente de red: creció 0,68%, alcanzando a 42,4 millones de personas, mientras que aquellos que carecen del servicio aumentaron 4%, superando los cinco millones de habitantes. El universo sin cloacas también se incrementó, con una suba de 8,5% que llevó la cifra a 14,5 millones de habitantes, mientras que quienes tienen servicio de cloacas descendieron en 655.000 personas, situándose en 32,9 millones.

En cuanto a las características del hábitat, la EPH también construye indicadores sobre la ubicación de las viviendas:

  1. Analiza la cercanía a basurales (tres cuadras o menos de sitios de disposición de residuos). El Indec detectó que, en el primer semestre de 2025, esta situación aumentó 6,4%, alcanzando a 2,8 millones de personas.
  2. Ubicadas en zonas inundables: áreas donde, por lluvias o crecidas, el agua llega al umbral de las casas o se encuentran cerca de cursos de agua. Este grupo creció 18,8%, llegó a casi 5,1 millones de habitantes.
La población que reside en zonas inundables creció 18,8%, llegó a casi 5,1 millones de personas

En materia de salud, la población con obra social, prepaga, mutual y/o servicio de emergencia disminuyó 188.000 personas, quedando en 31,5 millones, mientras que quienes dependen únicamente del sistema público crecieron en más de 751.000, totalizando 15,8 millones.

En los indicadores del grado de instrucción, la EPH al cierre del primer semestre de 2025 muestra que, sobre una fuerza laboral de entre 18 y 64 años (proyectada en 24 millones de personas en todo el país), la franja dominante es la de hasta secundario completo, con 15,4 millones (se expandió en 434.000 personas respecto de la primera mitad de 2024), lo que representa el 64,3% del total. En contraposición, los habitantes con instrucción superior, hasta universitario completo, se redujeron en 81.000 personas, a 8,6 millones.

Comparación con dos años antes

En la comparación con el primer semestre de 2023, el balance de los cambios en las condiciones de vida de la población, su nivel educativo y acceso a los sistemas de salud pública y privada, muestra que el 71% de los indicadores mejoraron, involucrando a 20,2 millones de personas; el 17% (alrededor de cuatro millones de habitantes) se deterioró y el 12% restante no registró variaciones significativas.

La mejora de las condiciones básicas de vida de la población depende no solo de la consolidación de la recuperación macroeconómica o del incremento del ingreso familiar, sino también de que estos aspectos primen en la agenda de los candidatos a cargos ejecutivos, tanto nacionales como provinciales y municipales, y se reflejen en sus propuestas de campaña, presupuestos enviados a las legislaturas y ejecución posterior.