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El exdirector del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI), Alejandro Werner, consideró que la Argentina tiene que aprovechar el apoyo de EEUU para

Las definiciones exdirector del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI), Alejandro Werner, sobre la coyuntura argentina y la reciente interacción con el Tesoro de Estados Unidos vuelven a colocar el foco en las alternativas de estabilización monetaria y política, en el marco de un esquema donde la intervención estatal y el acuerdo político se muestran como factores decisivos. El que fuera funcionario del Fondo advirtió que, ante el nuevo respaldo financiero estadounidense, Argentina debería liberar el cepo cambiario. La propuesta llegó luego de analizar el anuncio del gobierno de Javier Milei y su relevancia en la estrategia diplomática y financiera.

Según la conversación difundida por la señal de streaming Infobae en Vivo, Werner, con experiencia directa en la gestión del FMI, comparó el contexto actual con las dinámicas que rigieron la economía argentina en los últimos siete años. “Lo que ustedes pintaban en esa introducción es el armado de un programa financiero para apoyar a Argentina diferente al que vimos en Argentina en los últimos siete años, donde el Fondo Monetario Internacional básicamente estaba en el centro. El Banco Mundial, el BID, algunos otros jugadores jugaban un rol bastante secundario, y hoy obviamente entra el Tesoro de Estados Unidos, con un anuncio muy potente de apoyo financiero”, puntualizó Werner.

El economista indicó que el anuncio de Estados Unidos generó tranquilidad entre los participantes de los mercados financieros, especialmente por sus implicancias para la estabilidad de corto plazo. No obstante, enfatizó la necesidad de aprovechar la oportunidad para corregir desviaciones detectadas desde febrero en el plan económico, especialmente en lo concerniente al marco monetario, cambiario y de acumulación de reservas. En ese sentido, sumó la urgencia de promover “un acuerdo político más amplio para fortalecer la credibilidad en la sostenibilidad del ajuste fiscal y la política de gasto público que implementó el presidente Milei”.

Werner analizó el vínculo entre la política y la economía, y abordó la inquietud de quienes esperan señales consistentes para inversiones de largo plazo. Sostuvo que “los mercados financieros, la economía, se mueve no solo con los datos duros de hoy, sino con la expectativa de cuáles van a ser los datos duros en los próximos diez años. Si vas a invertir en una mina en Argentina, quieres saber que no te van a aumentar los impuestos en cinco años”. De esta manera, planteó la importancia de generar previsibilidad para el desarrollo económico.

Sobre la incidencia de las provincias, Werner admitió que los gobiernos subnacionales pueden influir, aunque el poder del gobierno federal siempre resulta determinante. “El gobierno federal puede poner retenciones a las exportaciones de cobre y se acabó. Te hacen una nacionalización arriba de lo que hagan las provincias”, ejemplificó el economista para dimensionar las herramientas centrales de decisión en torno a la minería y otros sectores estratégicos.

Sobre el respaldo de Estados Unidos, Werner consideró que la contundencia lo sorprendió, al tiempo que especuló acerca de la lógica que opera detrás del swap financiero anunciado. “Es un complemento muy importante del programa del fondo”, sostuvo acerca del swap. Asimismo, planteó sus dudas respecto de las condiciones: “El swap puede perder vigencia si Argentina no avanza en ciertas medidas. El swap se va a conectar con el programa del fondo de alguna manera o van a vivir separados, van a dormir en cuartos separados”.

Al ser consultado sobre si el swap estaría condicionado al cumplimiento de las metas del FMI, Werner anticipó que “Estados Unidos se quiere mostrar como el líder en esta operación y que los demás lo sigan. Entonces, no va a querer subrogar sus medidas a lo que determinen los burócratas del fondo”. Agregó que quedan incógnitas sobre posibles condicionalidades, pero marcó que “hoy por hoy, lo más importante, más allá del tweet, es que el tweet viene seguido de un instrumento financiero con muchos recursos, y que es un complemento muy importante del programa del fondo”.

El exfuncionario sugirió que un nuevo programa del fondo podría contemplar mayores apoyos y eventualmente una extensión de los vencimientos de deuda. “Se me haría muy extraño que Estados Unidos ponga recursos y que Argentina le pague al fondo, de alguna manera estaríamos pensando que Argentina le va a pagar al fondo con los recursos de Estados Unidos. No lo veo. Creo que va a haber un programa donde se va a retocar el programa del fondo, va a haber más apoyo del fondo para Argentina y vamos a ver una posición bastante...”. Consultado específicamente sobre la extensión de plazos, afirmó: “Creo que sí, o de menos algunos del año 26, porque sí se me haría curioso que Argentina use el swap y le pague al fondo, no creo que sea algo que el Gobierno de Estados Unidos quiera”.

En el plano legislativo, Werner consideró que la imposición de trabas al crédito podría constituir “una mala maniobra”, pues sería percibida como un intento de desestabilización en un contexto delicado. Propuso que la oposición reclame condiciones relevantes y electoralmente atractivas al público antes que bloquear el financiamiento externo. “Sería mucho más inteligente que la oposición ponga condiciones relevantes que sean electoralmente atractivas para el público y no que ponga esas acuñas. Políticamente sería mucho más inteligente ir por otros lados”, añadió.

El economista también identificó en la geopolítica una variable clave, interpretando el giro estadounidense como parte de una estrategia para limitar la influencia de China en la región y en Argentina. “En este nuevo giro de la geopolítica, Estados Unidos está buscando aliados para formar un bloque que se aleje de China y que le complique a China tanto la expansión geopolítica como la expansión económica”, argumentó. Según Werner, instrumentos como el swap permiten que Argentina se vincule más con el bloque estadounidense. En el mediano plazo, prevé que la influencia de China en el país podría reducirse frente a la articulación de políticas de largo plazo por parte de Estados Unidos.

Acerca de eventuales condicionamientos sobre el manejo del tipo de cambio y la intervención del Banco Central, Werner describió un escenario potencialmente confuso, en el cual el Tesoro de Estados Unidos asuma una posición dominante hasta que la evolución de los acontecimientos justifique una intervención del FMI. “Cuando el Tesoro, si el Tesoro empieza a ver que esto no va por el camino que ellos pensaban, le van a decir al Fondo: «Ahora vete tú a Buenos Aires». Trata de arreglar esto”, señaló.

En ese contexto, Werner fue explícito al indicar que “Argentina debería lograr un anuncio del Fondo Monetario en los próximos días, que tenga que ver con lo que va a pasar con los pagos netos, el servicio de la deuda que Argentina tiene que hacer al fondo en 2026, que haya un anuncio importante y después de ese anuncio, Argentina debería flotar”. Amplió el argumento: “Si hoy el tipo de cambio está en mil trescientos cincuenta, con las bandas, por todo lo que se ha anunciado, si Argentina flota, tampoco... Todo el mundo sabe que si llegas a la banda y te gastas más de tres mil, cuatro mil millones de dólares, la banda se acabó. Entonces, si tienes veinte mil millones de dólares de Estados Unidos, tienes un buen anuncio, nunca vas a estar en una posición más fuerte para sacar la banda que en ese momento. Ese es el momento para soltar la banda”.

Las declaraciones de Werner reflejan su visión sobre la necesidad de un anclaje político que asegure la continuidad de políticas económicas y reduzca la incertidumbre. Sugirió que la principal preocupación de los inversores pasa por la expectativa de estabilidad en el largo plazo más que por los datos coyunturales. “Yo creo que es importante ahí mandarse señales muy claras de que al menos el déficit cero, la sostenibilidad de la deuda, es un ancla de la política económica argentina, esté Milei o no esté, o es un ancla que va a estar presente en cualquier gobierno no kirchnerista de Argentina. Eso es un tema que los inversionistas quieren ver y para eso necesitan ver un acuerdo político más amplio, dado que aún en el mejor de los casos La Libertad Avanza no va a tener una fuerza política tal que pueda gobernar sola”, afirmó.

Werner reiteró su mensaje sobre la ponderación de las expectativas del mercado ante la volatilidad política y los desafíos de implementación. “La mina no va a estar lista hoy, ni mañana, ni pasado y luego va a operar por veinticinco años. Entonces, quieres saber que el péndulo político en Argentina va a tener un rango mucho más pequeño del que estamos acostumbrados para que veas que, en cualquier escenario, tu inversión va a ser rentable”.

Las opiniones expresadas por Werner configuran una hoja de ruta en la que la solución técnica y la voluntad de acuerdo político actúan como elementos complementarios. El diagnóstico concluye que las condiciones reunidas por el gobierno argentino y el respaldo del Tesoro estadounidense configuran una oportunidad única para avanzar en cambios que podrían transformar el régimen cambiario actual.

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