
El Gobierno concretó el viernes pasado una operación de deuda interna entre el Ministerio de Economía y el Banco Central y así le dio utilización al segundo desembolso del FMI que llegaron a las arcas internacionales el lunes pasado. El equipo económico canceló una porción de Letras Intransferibles que estaban en manos de la autoridad monetaria con dólares del Tesoro y así, con ese pase de manos de divisas, el BCRA sumó reservas netas.
La operación había sido anticipada por Infobae y confirmada por el secretario de Finanzas Pablo Quirno este domingo. “Esta compra fue realizada con los USD 2.000 millones del desembolso realizado por el FMI producto de la primera revisión aprobada del programa anunciado en Abril de este año y servirá para continuar el proceso de recapitalización del BCRA fortaleciendo sus reservas para que sus pasivos, los depósitos de la gente y las empresas, tengan un mejor respaldo", dijo el funcionario.
De acuerdo al posteo de Quirno, el Tesoro canceló Letras Intransferibles por USD 3.269 millones con esos dólares. A principios de mayo había tenido lugar una primera operación de este tipo con los USD 12.000 millones del primer giro de fondos desde Washington. “En total, ambas operaciones de compra cancelaron deuda bruta del Tesoro por USD 16.886 millones reduciéndola en USD 2.886 millones y recapitalizando al BCRA por USD 14.000 millones”, mencionó el secretario de Finanzas.
En términos prácticos, la operación consiste en transferir la tenencia de dólares desde el Tesoro nacional hacia el BCRA, lo que no altera el monto global de reservas brutas, pero sí mejora las netas. En términos contables, cuando los fondos están depositados por el Tesoro en el BCRA se computan como encajes y suman a las reservas brutas.
Una vez transferidos al activo del Banco Central, pasan a integrar las reservas netas, que están disponibles para eventuales intervenciones en el mercado bajo el esquema de flotación administrada entre bandas. Por lo tanto, no se produce una variación del stock total de divisas, pero sí un cambio en su composición interna.

Las Letras Intransferibles son títulos que comenzaron a emplearse en 2006 cuando el gobierno de Néstor Kirchner canceló la deuda con el FMI utilizando reservas internacionales y le entregó al BCRA un título público en dólares no negociable. Desde entonces, el mecanismo fue replicado en distintas oportunidades para que el Ministerio de Economía acceda a divisas y haga frente a sus compromisos de deuda externa. A cambio, entrega al Central instrumentos que no pueden venderse ni negociarse en el mercado, que suelen tener vencimientos a diez años, bajo interés o directamente sin rendimiento, y renovación automática.
FMI: qué le reconoció al Gobierno y qué advertencias hizo
Un informe de la consultora Invecq analizó el reporte de staff del FMI luego de la aprobación de la revisión de metas y destacó como puntos positivos el cumplimiento de la meta fiscal y ciertos avances en la normalización monetaria, aunque alertó sobre el incumplimiento en el objetivo de acumulación de reservas.
Según el análisis de la consultora Invecq, aunque el FMI redujo en USD 6.500 millones la meta anual de reservas netas, el Gobierno aún debería sumar USD 6.600 millones en lo que resta de 2025 para cumplir con el nuevo objetivo. “Es un número que luce muy desafiante y parecería solo ser viable si se reabre el financiamiento externo tras las elecciones”, señaló el informe.
Aunque otras consultoras calcularon números más bajos, un informe de 1816 también coincidió con esa cifra. “Dados los vencimientos de Bopreal, desembolsos y vencimientos de organismos internacionales (incluyendo pagos de intereses al mismo FMI), para que las reservas netas crezcan USD 3.500 millones y Argentina cumpla con la meta, será necesario que el Gobierno haga compras en el spot, se endeude o privatice por USD 6.000 millones”, aseveró.
“El Fondo abrió la puerta para que el Central realice compras diarias sistemáticas de divisas dentro de la banda de flotación: si el Gobierno deseara conseguir la mitad de esos USD 6.000 millones por esta vía, alcanzaría con compras del orden de los USD 30 millones diarios en los 101 días hábiles que restan hasta fin de año", amplió 1816. El FMI destacó el plan de Chile para acumular reservas, que precisamente la semana pasada anunció un programa de compras de dólares.
Por otra parte, Invecq mencionó que en el frente fiscal, el balance primario superó en 0,1% del PBI el objetivo fijado, gracias a ingresos superiores a los previstos y un mayor control del gasto público. Para el FMI, la política fiscal sigue siendo “la principal ancla del programa económico”.
El organismo también publicó su estimación sobre los intereses capitalizables, que por la metodología vigente no se contabilizan en el resultado fiscal informado. De incorporarlos, el saldo total habría sido deficitario en 1,2% del PBI, frente al 0,3% positivo oficial, acumulando 1,5% del producto entre enero y mayo. “El reciente salto en las tasas de interés le pone presión a esta alerta destacada por el Fondo”, advirtió Invecq.
En materia monetaria, el FMI evaluó que el "M2 privado transaccional" evolucionó acorde a lo esperado, aunque más por el aumento de activos internos netos que por la dinámica de reservas. Tras el desarme de las LEFI, la volatilidad en las tasas de interés comenzó a moderarse con la mayor colocación de liquidez de los bancos en títulos del Tesoro, las operaciones de mercado abierto y la intervención ocasional del Banco Central en el mercado de futuros. La posición abierta de la autoridad monetaria se estimó en USD 5.000 millones a fines de julio y actualmente rondaría los USD 3.500 millones.

El Fondo planteó que, hacia adelante, los agregados monetarios deberán evolucionar de forma más consistente con la acumulación de reservas netas. También reclamó que el BCRA, en coordinación con el Tesoro, asuma un rol más activo en el manejo de liquidez para mitigar la volatilidad y que se defina con mayor claridad el régimen monetario y cambiario de mediano plazo.
El punto más débil del programa sigue siendo el cambiario. El objetivo de acumulación de reservas para el 13 de junio era de -USD 2.150 millones (a precios del acuerdo), pero el resultado fue de -USD 5.650 millones, es decir, USD 3.500 millones por debajo de la meta.
Por esta razón, el FMI relajó el objetivo de diciembre: en lugar de cerrar el año con USD 3.150 millones, la meta ahora es de - USD 3.350 millones, lo que implica una reducción de USD 6.500 millones. El acuerdo también incorporaba ajustadores —como el tratamiento de la colocación de deuda neta en dólares— que fueron eliminados en esta revisión.
Entre los cambios, se suprimió la meta intermedia de septiembre, considerada imposible de cumplir, y se modificó la periodicidad de las evaluaciones: pasarán a ser semestrales, con la próxima prevista para el 23 de enero de 2026, después de las elecciones.
Si bien el Fondo destacó el regreso de Argentina a los mercados internacionales antes de lo previsto —con un préstamo repo y la emisión de BONTEs—, advirtió sobre “el bajo nivel de RIN, la sobre dependencia de los capitales de cartera de corto plazo para financiar el déficit de cuenta corriente y la necesidad de mantener y profundizar las compras de divisas del Tesoro-BCRA al interior de la banda”.