La “maldición” del Balón de Oro vuelve a ser noticia en la antesala de la Copa del Mundo que se jugará el año próximo en Estados Unidos, Canadá y México. Karim Benzema, último ganador del prestigioso galardón en la previa del Mundial de Qatar 2022, quedó fuera del torneo por una lesión y reforzó una tendencia que se extiende por más de seis décadas en el fútbol internacional. Ahora le tocó a su compatriota Ousmane Dembelé, quien superó al juvenil Lamine Yamal. ¿Podrá evitarla?
La inédita cercanía entre la entrega del premio y el inicio del Mundial alimentó la expectativa de que el delantero francés pudiera romper con una tradición que ha frustrado a los mejores jugadores del planeta. La llamada “maldición del Balón de Oro” alude a la dificultad que enfrentaron los futbolistas distinguidos como los mejores del mundo para consagrarse en la Copa del Mundo inmediatamente posterior a recibir el premio.
Desde su instauración en 1956, el premio que otorga la prestigiosa revista France Football es sinónimo de excelencia individual, pero rara vez logró coincidir con la gloria máxima a nivel de selecciones. A lo largo de la historia, la mayoría de los galardonados vio frustrada sus aspiraciones en la máxima cita del fútbol en el mundo, ya sea por eliminaciones tempranas, finales perdidas o, como en el caso más reciente, por lesiones que les impidieron siquiera participar del certamen.

El último caso del delantero francés ilustra la vigencia de este fenómeno. Tras una temporada sobresaliente con el Real Madrid, en la que fue protagonista en la UEFA Champions League (con actuaciones clave ante PSG, Chelsea y Manchester City), el atacante recibió el Balón de Oro y se perfilaba como una de las grandes figuras del Mundial en Medio Oriente, que se jugó a mediados de la temporada en Europa (diciembre) debido a las altas temperatuas en Qatar durante el verano. A pesar de eso, una lesión muscular en el cuádriceps izquierdo, sufrida a pocas horas del inicio del torneo, lo marginó de la lista final de Deschamps y le impidió romper el maleficio que parece perseguir a los ganadores del premio.
La historia de la “maldición” se remonta al Mundial de 1958, cuando Alfredo Di Stéfano, entonces reciente ganador del premio, no pudo disputar el campeonato en Suecia debido a la eliminación de España en la fase de clasificación. En esa misma edición, el Balón de Plata, Billy Wright, vio a Inglaterra despedirse en la primera ronda, mientras que el Balón de Bronce, Duncan Edwards, falleció en la tragedia de Múnich. En 1962, Omar Sívori, tras brillar en la Juventus y recibir el galardón, defendió a Italia en Chile, pero su equipo quedó fuera en la fase de grupos. Casos similares se repitieron con figuras como Eusebio en 1966, quien llevó a Portugal a semifinales pero no logró el título, y Gianni Rivera en 1970, que perdió la final con Italia ante el Brasil de Pelé.

Lo sucedido en el Mundial de 1974 es uno de los ejemplos más emblemáticos: Johan Cruyff, considerado el mejor jugador del mundo del momento, lideró a Países Bajos hasta la final, pero cayó ante Alemania Federal. Cuatro años más tarde, Karl-Heinz Rummenigge, doble ganador del Balón de Oro, también perdió la final con Alemania frente a Italia en España 82.
La década de los 80 y 90 continuó con la tendencia: Michel Platini, tras dominar el premio en tres ocasiones (83 al 85), no pudo superar a Diego Maradona en México 1986. En la misma línea, Marco Van Basten, tras su consagración en el Milan, se despidió en octavos de final en Italia 1990 con la Naranja Mecánica, y Roberto Baggio falló el penal decisivo en la final de 1994 tras recibir el galardón.
La apertura del Balón de Oro a jugadores no europeos en 1995 no alteró la dinámica. Ronaldo Nazario, tras ganar el premio en 1997, llegó a la final de Francia 1998, pero un colapso nervioso previo al partido lo dejó sin posibilidades de brillar. Michael Owen, galardonado en 2001, no pudo llevar a Inglaterra más allá de los cuartos de final en Corea-Japón 2002. Cuatro años más tarde y tras un espectacular 2005, Ronaldinho se despidió junto a la selección de Brasil en los cuartos en Alemania 2006.
La era de Lionel Messi y Cristiano Ronaldo, que monopolizó el Balón de Oro desde 2008, tampoco logró revertir la tendencia. El astro rosarino, máximo ganador del galardón, con ocho trofeos (2009, 2010, 2011, 2012, 2015, 2019, 2021 y 2023), vivió frustraciones mundialistas con Argentina, quedando eliminado en cuartos de final en Sudáfrica 2010 tras llegar como el mejor del mundo según esta distinción. Por su parte, el luso, que fue ganador en 2008, 2013, 2014, 2016, 2017 y 2018, no pasó de octavos de final con Portugal en los dos torneos posteriores a sus coronaciones (Brasil y Rusia). Otros nombres destacados, como Xavi Hernández, lograron el título mundial (España 2010) tras figurar en el podio del Balón de Oro, pero sin haberlo ganado.

Algunas excepciones rozaron la gloria, como Zinedine Zidane, quien fue Balón de Bronce en 1997 y campeón mundial con Francia en casa un año después, o el propio Xavi, tercero en la votación de 2010 y campeón en el único Mundial que se llevó a cabo en el continente africano. Sin embargo, la coincidencia exacta entre la obtención del Balón de Oro y la consagración mundialista sigue sin concretarse.
Ahora, Dembelé tendrá la difícil misión de revertir la tendencia en el Mundial de Estados Unidos, México y Canadá.
Últimas Noticias
Entrevista a Lucas Castromán: el día que Bielsa “lo puso” en el Leeds, por qué no va más a la cancha y cómo ve la revancha entre Racing y Vélez
El ex futbolista supo vestir las camisetas de los dos equipos que se juegan su futuro en la Libertadores. Un repaso por su carrera y su actualidad enseñando a los chicos

Los equipos argentinos definen su futuro en las copas: qué se puede esperar de los árbitros designados
Se definen los cuartos de final de las copas Libertadores y Sudamericana. Perfil de los jueces que impartirán justicia en los partidos protagonizados por conjuntos argentinos

El sector más sensible de La Scaloneta de cara al Mundial: las alternativas y el tapado
La selección argentina sufrió varias bajas por lesión en el centro de la defensa, zona en la que Otamendi y el Cuti Romero son fijas. El caso Lisandro Martínez y las variantes

El insólito penal que falló Pipa Benedetto contra Belgrano: la impactante mala racha en Newell’s
El delantero recibió el reto del árbitro por demorar su disparo y volvió a errar con una ejecución anunciada que contuvo Thiago Cardoso

Arde el Clausura tras el cierre de la fecha 9: así están las posiciones, la clasificación a las copas y el descenso
Cómo quedaron las zonas y cuáles son los equipos que hoy pasarían a octavos. Todos los goles y el cronograma de la décima jornada
