“Es una locura”: la primera palabra oficial de un dirigente tras los incidentes entre Independiente y la U de Chile

Daniel Schapira, directivo del equipo transandino, afirmó que el público visitante estuvo mal ubicado y aceptó que habrá “sanciones duras”

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El ataque de la barra disidente de Independiente a los hinchas de la U de Chile que quedaban en su sector

El fútbol vivió una noche oscura por los graves incidentes en el partido entre Independiente y la Universidad de Chile por la vuelta de los octavos de final de la Copa Sudamericana: cuando el cotejo estaba igualado 1-1, resultó cancelado.

Daniel Schapira, dirigente de Universidad de Chile, anticipó las consecuencias que se avecinan tras los hechos violentos ocurridos en Avellaneda. La declaración revela la gravedad de los hechos y la certeza de que las autoridades impondrán castigos ejemplares, luego de la agresión de los hinchas visitantes, que provocaron destrozos y lanzaron proyectiles y bombas de estruendo sobre la parcialidad local; y la venganza de la barra disidente del Rojo, que irrumpió en el sector de los trasandinos y atacó a los fanáticos de la U que permanecían en el lugar.

El directivo atribuyó la responsabilidad principal a la organización del evento, al señalar que “no pueden poner a nuestra hinchada arriba de los locales. Es una locura”. Según Schapira, la disposición de los aficionados visitantes en una ubicación superior a la de los seguidores locales generó un ambiente propicio para el conflicto, lo que, en su opinión, constituye un error de planificación que facilitó los disturbios.

Más allá de la coyuntura específica, Schapira enmarcó el episodio en una problemática de mayor alcance. “Terrible, es increíble esto. No se puede creer. Siempre nos pasa algo. Es también un tema de organización: no pueden poner a la hinchada de la U arriba de la barra de Independiente. Aquí hay problemas de todos. Esto se convirtió en un circo. Siempre estamos viviendo lo mismo. Es un tema cultural y social”, afirmó, sugiriendo que los incidentes no son hechos aislados.

Schapira adelantó que “vamos a ser sancionados sin dudas. Van a ser sanciones duras”. El dirigente apunta a la expectativa de que los organismos disciplinarios actúen con rigor, tanto por la magnitud de los incidentes como por la reiteración de este tipo de episodios en el fútbol sudamericano. “El caso será derivado a los Órganos Judiciales de la Conmebol para futuras determinaciones”, advirtió la entidad organizadora en un comunicado sobre la cancelación del encuentro.

Los incidentes comenzaron antes de que arrancara el partido con los primeros proyectiles arrojados por los hinchas visitantes. Pero el tema se agravó durante el encuentro, ya que destrozaron baños y butacas y arrojaron los elementos hacia los simpatizantes locales. También lanzaron bombas de estruendo. Luego de tres avisos por los altoparlantes, la policía ingresó en la grada con la orden de desalojarla.

Un hincha de la U de Chile, herido en el estadio de Independiente

Si bien arrancó el complemento, a los dos minutos el juez ordenó parar el cotejo debido a que hinchas locales ingresaron al campo de juego y uno de ellos estaba herido. Luego el árbitro llamó a los capitanes y los reunió con el jefe de seguridad.

No hubo garantías para continuar y los hechos se desbordaron cuando la barra disidente local atacó a los chilenos que se quedaron en ese lugar.

El partido fue suspendido de forma definitiva y más tarde la Conmebol anunció que se cancelaba. Resta saber la decisión de la Comisión Disciplinaria de la Confederación.