* La secuencia de la controversia que inauguró el choque en el estadio de la Gloria

El choque entre Instituto y River Plate por la fecha 21 de la Liga Profesional comenzó a todo ritmo. No se habían cumplido dos minutos y por la intensidad de las acciones Maximiliano Meza terminó golpeándose con una cámara de TV. Instantes después, tras un pelotazo largo, Pablo Solari y Miguel Brizuela protagonizaron una áspera batalla por la pelota, el delantero corrió con el cuerpo al defensor, que con el brazo despegado terminó impactando la pelota con su mano dentro del área.

En principio, el árbitro Andrés Merlos señaló su hombro, señal de que no había visto la secuencia al detalle, en medio de los reclamos del conjunto visitante pidiendo penal. Segundos después, vía intercomunicador, le llegó el llamado del VAR. Durante la revisión en la pantalla junto al campo de juego, al juez se lo vio gesticular aceptando que existió el contacto con la mano y que se hallaba en posición no natural. Sin embargo, juzgó que Solari movió con la cadera a su adversario y lo desestabilizó, hecho por el cual terminó cometiendo la infracción.

Así, Merlos sancionó la falta en favor de la Gloria y ordenó reanudar el juego, pese a las protestas de toda la delegación del Millonario, que se revitalizaron. Encima, a los 21 minutos de la etapa inicial, el que se puso en ventaja fue el dueño de casa. Gregorio Rodríguez picó desde la mitad de cancha ante un pelotazo rasante, giró y dejó fuera de combate a Leandro González Pirez y apeló a una definición heterodoxa para batir a Franco Armani: remató de puntín y al primer palo, el que habitualmente tiene mejor cubierto el guardameta.

Posteriormente, la visita contó con varias chances para anotar antes de la finalización de la primera etapa. Por ejemplo, un tiro libre de Meza que pasó junto al palo derecho de la valla defendida por Manuel Roffo. O el mano a mano de Facundo Colidio, tras un delicioso pase filtrado, que rechazó precisamente el arquero ex Boca. O el disparo en el palo de Santiago Simón.

Fueron interesantes los primeros 45 minutos del equipo conducido por Marcelo Gallardo, que venía de vencer 3-1 a River en el estadio Monumental. Sin embargo, la falta de efectividad y algunos desacoples defensivos lo empujaron al descanso en desventaja, pese a no haberlo merecido. Casi una pirueta del destino teniendo en cuenta la jugada de la polémica, resultó Solari el autor del empate, tras un rebote, en el comienzo del segundo tiempo.