Christophe Ventura: “Esta es la era de la masa de medios. Ya no hay medios de masas”

El investigador y periodista francés especialista en América latina, participa de “La noche de las ideas” en un debate sobre medios e información. “Ahora el sentido común se construye por creencias”, afirma en esta entrevista

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Christophe Ventura, periodista de Le
Christophe Ventura, periodista de Le Monde diplomatique, participa de "La Noche de las Ideas" en el Salón Dorado del Teatro Colón

Christophe Ventura, destacado investigador y periodista francés (miembro del equipo editorial de la revista Le Monde diplomatique, a cargo de América Latina), está en Buenos Aires para participar en la novena edición de La Noche de las Ideas, el relevante encuentro cultural organizado por el Institut français d’Argentine, la Embajada de Francia y Fundación Medifé para fomentar el debate sobre temas contemporáneos de relevancia social, que se desarrolla este viernes y sábado, con diversas mesas de debate y otras actividades con entrada libre y gratuita, en el Centro de Experimentación (CETC) y el Salón Dorado del Teatro Colón.

Ventura se declara fan de Maradona (“sobre todo de su época en Nápoli”, detalla) y vive en Montreuil, una ciudad ubicada en la proximidad este de París (famosa por haber sido la sede del primer estudio de cine del mundo a cargo del pionero Georges Meliès). Cuenta que siempre se ha sentido vinculado a América latina. “Desde niño me fascinaba la historia prehispánica de lo que no se llamaba América Latina” y también se sintió atraído por la literatura de autores como Jorge Luis Borges, Mario Vargas Llosa y Gabriel García Márquez. Leer estos autores fue, en sus palabras, “un golpe emocional muy fuerte”.

Ese precoz interés lo llevó luego a realizar estudios universitarios sobre las independencias latinoamericanas del siglo XIX y a viajar extensamente por la región, a la par que consolidaba su carrera como académico y periodista.

Este viernes a las 22 hs. en el Salón Dorado del Teatro Colón, Ventura compartirá su perspectiva en una charla significativamente titulada “Informar es un deporte de combate” con la participación, además, del periodista italo-brasileño Giancarlo Summa y la periodista y socióloga chilena Olivia Sohr, con quienes abordará los desafíos actuales en el acceso a una información de calidad, en una realidad donde la desinformación es cada vez más prevalente.

Ciudadanos uruguayos reunidos frente al
Ciudadanos uruguayos reunidos frente al Palacio Legislativo de Uruguay donde se realizó el velatorio de los restos del ex presidente de Uruguay José "Pepe" Mujica en Montevideo, Uruguay (Foto: REUTERS/Martin Varela Umpierrez)

En esta entrevista con Infobae Cultura, Ventura reflexiona sobre el legado de José “Pepe” Mujica y la situación de las izquierdas en el continente, la influencia de las redes sociales en la opinión pública y el papel de los medios de comunicación en la era de la posverdad. “Pasamos de la era de los medios de masas a la era de una masa de medios. Cada uno de nosotros ahora puede ser un un medio. Es exactamente lo que dice Elon Musk en Twitter: “tú eres el medio”... Eso cambia la forma de pensar, de construir el sentido común a través de comunidades de creyentes".

—Se ha escrito y dicho mucho porque es una de las noticias de la semana. Desde tu perspectiva y conocimiento, ¿qué significó Pepe Mujica en el panorama político latinoamericano de estos últimos 50 años?

—Bueno, hay muchas cosas qué decir sobre lo que significa Pepe Mujica. Pasó de ser una referencia moral de la utopía de la izquierda y y más allá de la izquierda, a una cierta idea de la humanidad, a convertirse en un mito popular. Ya entra en la historia como una referencia mítica, de una cierta idea que la gente se hace de la humanidad, del sentido que tendría que tener la historia de esa humanidad. Yo creo que el legado de Pepe Mujica vamos a entenderlo más en el futuro. Está claro que hay un impacto, una emoción. Es un evento que emociona, que toca no solamente al cerebro sino al corazón, al alma de la gente.

En su trayectoria hay muchas cosas: la resistencia, la justicia y no admitir la tiranía, sea cual sea su forma. Hay en su trayectoria, también, una idea de solidaridad que prevalece siempre sobre la competencia motorizada por el egoísmo.

Pero hay algo más. Algo que tiene que ver con la trayectoria de una persona ejemplar que ha sufrido en su cuerpo, en su alma, el precio de de sus creencias y compromisos. Eso le da autenticidad y una dimensión ejemplar para todos. Todo eso encarnado en una persona que no tenía arrogancia, con un perfil humilde pero con la fuerza de la convicción y el compromiso.


El presidente de Colombia, Gustavo
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, durante la sesión de fotos de grupo antes de la ceremonia de apertura de la reunión ministerial del Foro China-CELAC en Beijing, China, el 13 de mayo de 2025 (Foto: REUTERS/Florence Lo/Pool)

—Esto me dispara otra pregunta ¿Crees que un modelo de izquierda, propia del siglo XX, está realmente en retroceso y no tiene respuestas para problemas propios de este nuevo siglo?

—Bueno, yo creo que las izquierdas en Latinoamérica tienen los mismos problemas que las derechas. Hay algo compartido. Estoy pensando por ejemplo, en la incapacidad para solucionar la crisis sistémica que vive el capitalismo como régimen económico, como modelo económico que entró en su fase de crisis sistémica después del año 2008, con la crisis financiera internacional que puso a América Latina en una situación de debilidad muy fuerte. Fue una década terrible para la región. Es un túnel del cual la región no ha podido o no ha sido capaz de salir o de avanzar en un modelo de desarrollo, digamos, más autónomo, liberado de la dependencia histórica del sistema internacional, como proveedores de recursos naturales. Eso no cambió bajo los gobiernos de izquierda en los años 2000: el modelo no cambió y la izquierda está prisionera, aún luego del período de prosperidad y desarrollo que sobrevino luego del 2000, con políticas que tuvieron muchos logros en varios sectores. Pero como no ha cambiado el sistema, cuando éste entró en crisis, los gobiernos latinoamericanos no tuvieron ni tienen ahora las herramientas para conducir la globalización, están más sometidos a sus dinámicas. No han podido adaptarse a esa nueva situación de crisis. Ahí se encuentra el inicio del debilitamiento de las izquierdas, de sus políticas, de su legitimidad, de su capacidad de mantener los avances. Eso se explica mucho en lo político: cómo se despreciaron los gobiernos, cómo se encerraron en su poder perdiendo la dimensión que tenían antes.

Eso, en el ciclo actual, se complicó todavía más a partir de los años 2020, cuando regresaron al poder en Brasil y Chile, o cuando llegaron en Colombia o mantuvieron en México. Todos llegaron al poder en situaciones muy distintas de la situación de los años 2000. Llegaron más débiles y con menos prestigio. Pero también llegaron al poder en el marco de coaliciones más amplias, con otros partidos y sin mayorías en los congresos, por ejemplo, en el caso de Colombia. Brasil o Chile. Se redujeron sus márgenes de maniobra, no tienen la hegemonía y las configuraciones políticas están más fragmentadas. En ese contexto, están enfrentados una crisis sistémica, una incapacidad de las economías de la región en encontrar un camino más autónomo frente al dominio de China y Estados Unidos. Eso sucede en coincidencia con un avance de los discursos políticos de las nuevas derechas que complicó todo el tablero.

El presidente de Argentina, Javier
El presidente de Argentina, Javier Milei, durante un acto político de su partido "La Libertad Avanza" en Buenos Aires (Foto: REUTERS/Tomas Cuesta)

—En ese sentido, hay un cierto consenso que indica que para esta situación, la derecha “sabe” comunicar mejor que la derecha por su dominio de las redes sociales ¿Es así?

—Creo que sí. El tema de las redes, de la batalla hegemónica en la esfera digital la ganó la derecha. Eso explica en parte la victoria de Javier Milei aquí en Argentina y la de Bolsonaro en Brasil en 2018, porque ambos provienen de unas nuevas derechas que no tenían partidos o que cuyos partidos estaban descalificados o en crisis. Se reconstruyeron afuera, a través de nuevas formas de hacer política y a través de nuevas espacios públicos en los cuales construyeron su desarrollo. Creo que la izquierda estaba más en la institución, en los partidos establecidos, sin presencia en la esfera digital. Eso necesitaría un análisis un poco más estructural porque sucedió en el marco de la captación de esas redes por las grandes empresas TEC.

Eso convergió con una evolución favorable a la forma de hacer política de esos movimientos de derecha, que han encontrado con el desarrollo de los algoritmos y de los GAFAM (N. de la R.: acrónimo de las cinco grandes empresas tecnológicas, Google, Apple, Facebook (ahora Meta), Amazon y Microsoft), sobre todo de Twitter por ejemplo, encontraron un terreno acogedor para sus discursos. Eso ha jugado un importante papel sobre todo en sectores de la población cansados de la políticas tradicional y los partidos políticos o instituciones. Hay sectores de la población que se informan por las redes sociales más que por los medios tradicionales. Y estoy pensando especialmente en los sectores jóvenes de las sociedades: a veces se confunde informarse y creer. Las redes fortalecen sus creencias, no te informan te fortalecen en tus propias creencias, que a veces son creencias que tú has construido sobre un modo personal y a veces por afuera de la educación, de la formación y conocimiento.

También en el contexto de crisis de los sistemas educativos. Y añado un ejemplo que me parece importante aquí en Latinoamérica, que el el impacto terrible de la pandemia sobre los sistemas educacionales. Ese es un impacto que, considero, todavía no hemos terminado de entender. Todo eso produjo una especie de convergencia de evoluciones sociales que han favorecido a una cierta estrategia comunicacional. Probablemente no explica todo, pero forma parte, yo creo, del ascenso de las nuevas derechas y de la victoria que han tenido en esas esferas digitales. Y la izquierda está corriendo detrás de todo eso. Porque la tradición política de las izquierdas es distinta: debate de asambleas y construcción colectiva que fueron superadas y y desestabilizadas por la forma de relacionarse con el contexto y la sociedad a través de las redes.

De izq. a der.: Lauren
De izq. a der.: Lauren Sánchez; el fundador de Amazon y Blue Origin, Jeff Bezos; el consejero delegado de Google, Sundar Pichai; y el consejero delegado de Tesla, SpaceX y X, Elon Musk, durante la asunción presidencial de Donald Trump en Washington, el 20 de enero de 2025 en Washington DC (Foto: Chip Somodevilla/Pool via REUTERS)

—Por último. El título de tu charla en La Noche de las Ideas, es bien explícito: “Informar es un deporte de combate”. Asistimos a un tiempo en que los medios de comunicación lidian, o sufren más bien, con un descrédito de la verdad en términos informativos. Pareciera que ya no importa si algo es verdad o no ¿La verdad murió?

—Si. Trump nos dice a los ojos que la verdad no existe, que hay solamente verdades relativas y que cada uno tiene su verdad. Eso es muy fuerte e impactante. ¿Por qué? Ahora las redes sociales transforman la verdad en creencia. Hoy en día lo importante es lo que tú crees y no lo que es verdad.

Hay otro problema. Porque los medios e incluso los discursos oficiales también son productores, lamentablemente, de fake news. Podemos hacer una lista de de cosas falsas promovidas por los medios de comunicación. Hay muchos casos bien conocidos: la caída de Ceaușescu en Rumania (no es para defenderlo, pero no había lo que se decía), el caso de Colin Powell durante la guerra en Irak con las falsas armas masivas de destrucción...

Donald Trump jugó mucho con este tema. El tema de que la elección de 2016 estaba bajo el control del Kremlin, ¿no? El informe del Senado, si no me equivoco, concluyó que no había pruebas para afirmar que había una injerencia rusa. Obviamente el problema es que todo eso nutre un poquito el conspiracionismo de las redes. Creo que eso es un componente importante de este tema. Las redes están diseñadas para promover más las creencias que la verdad. Es divertido porque nosotros hablamos de “redes sociales” en Francia, en España... Pero en inglés, en Estados Unidos o Inglaterra, por ejemplo, hablan de “medios sociales”.

Creo que ese término es mucho más precis. Porque las redes, como decimos nosotros, nos han hecho entrar en un cambio copernicano: pasamos de la era de los medios de masas a la era de una masa de medios. Cada uno de nosotros ahora puede ser un medio. Es exactamente lo que dice Elon Musk en Twitter: tú eres el medio. Todos somos medios y eso cambia la forma de pensar, de construir un sentido común. Se construye mucho más a través de comunidades de creyentes. Eso es un desafío mayor, un gran problema para los medios tradicionales porque hay un cambio estructural de lo que es la información.