Juan Pablo Montoya relató lo que hubo detrás del boicot a la Fórmula 1 en el GP de Estados Unidos de 2005: “No fue un pacto”

El colombiano recordó su experiencia en una de las carreras más polémicas en la historia de la categoría, con solo seis autos en competencia

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Juan Pablo Montoya recordó su
Juan Pablo Montoya recordó su experiencia durante el polémico GP de Estados Unidos de Fórmula 1 en 2005 - crédito @Josemivn/X

Los años de Juan Pablo Montoya en la Fórmula 1 entre 2001 y 2006 estuvieron marcados por el dominio de Michael Schumacher con su Ferrari, y luego por la aparición de pilotos como Fernando Alonso o Kimi Räikkönen que se erigieron como alternativas al dominio del Kaiser en la categoría.

No obstante, el piloto colombiano fue testigo de varias controversias que empañaron a la gran carpa del automovilismo, siendo una de las más destacadas la ocurrida durante la celebración del Gran Premio de Estados Unidos de 2005, celebrada en el emblemático circuito de Indianápolis.

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Una serie de factores que incluyeron la reglamentación de la FIA que prohibía cambiar de neumáticos durante la carrera y la alerta de la fábrica Michelin de que sus neumáticos sufrirían un mayor desgaste en el trazado (recientemente reasfaltado), llevaron a que los equipos con gomas de la marca francesa pasaran problemas en la clasificación, siendo el caso más claro el de Ralf Schumacher a bordo de un Toyota.

Montoya recordó su experiencia en este suceso en el más reciente episodio de su pódcast MontoyAs, y desde el principio fue claro en que el desarrollo de los acontecimientos no buscaba ser un acto de sabotaje por parte de los pilotos afectados, sino que fue consecuencia de la intransigencia de la FIA.

“No fue un pacto… es que no podíamos correr”, explicó Montoya, destacando que el peligro era real y tangible.

Antes de la largada, los
Antes de la largada, los equipos con llantas Michelin se metieron a los garajes, dejando únicamente seis monoplazas para la largada del GP de Estados Unidos - crédito Fox Sports captura de pantalla

“Los equipos fueron a la FIA y pidieron poner una chicana antes del banking [curva inclinada previa a la recta principal], porque lo que estaba dañando las llantas era el banking. La velocidad y la carga estaba dañando las llantas. Si poníamos una chicana, salíamos no en séptima, sino en segunda, tercera, cuarta acelerando. Y ahí se hubiera acabado el problema“, comentó.

Esa propuesta fue la que desplegó Michelin con el apoyo de las escuderías, pero fue rechazada por la FIA debido a que se consideró una medida injusta contra los equipos que usaban Bridgestone (Ferrari, Jordan y Minardi) y que sí tenían sus neumáticos ajustados para el Gran Premio.

“Le pedimos a la FIA que modificaran el circuito y dijeron que no. Les dijimos: ‘Nosotros corremos sin puntos, pero para darle el show a la gente.’ Y no, que el circuito es lo que es y ya. Yo creo que ellos nunca pensaron que el problema de las llantas era tan serio”, manifestó.

Ante la imposibilidad de alcanzar un acuerdo, los equipos con llantas Michelin decidieron no participar. Fue así que tras dar la vuelta de formación, 14 de los 20 corredores se metieron al paddock y no tomaron la largada, causando sorpresa internacional y el enfado de los que compraron sus entradas para el Gran Premio, que en determinado punto comenzaron a lanzar objetos contra la recta principal, poniendo en riesgo la integridad de los pilotos que seguían en competencia.

La ausencia de la mayoría
La ausencia de la mayoría de la parrilla generó indignación en el público, entre los que había una cantidad importante de colombianos esperando para ver en acción a Juan Pablo Montoya - crédito Fox Sports captura de pantalla

Michelin dio la orden que no podíamos correr… Imagínate tú ir a la grilla como piloto, y más en Estados Unidos, lleno de colombianos, banderas de Colombia en todas partes, de todo. ‘¡Vamos Juan Pablo, fuerte!’ Y uno sabiendo que no va a correr...”, recordó con resignación.

De los equipos que corrieron, solo Ferrari, Jordan y Minardi —los equipados con Bridgestone— se alinearon en la salida. La imagen de una parrilla semivacía quedó para la historia. Cuando se le preguntó a Montoya por su reacción inmediata, contestó: “Yo me acuerdo que a uno como que le importaba un carajo, y uno dice: ‘Déjennos correr, no pasa nada, bajo nuestro propio riesgo.’ Y dijeron que no… Porque sabían que las llantas iban a fallar”, indicó.

El colombiano apuntó que la preocupación de Michelin por la imagen que le quedaría a la marca en caso de un accidente pesó en la decisión final de no correr. “Imagínate donde alguien le falle una llanta y alguien le pegue y haya un accidente horrible. En Estados Unidos no, eso no puede pasar. Es un suicidio para una compañía”, manifestó.

Para Montoya, la solución era sencilla: implementar la chicana. “Lo que tenían que haber hecho era cambiar el circuito… había suficiente espacio porque el óvalo es suficientemente amplio. Se ponía una chicana ahí, cero drama, y corríamos y ya. No había necesidad de hacer mucho, pero decidieron que no, entonces no pudimos”, sentenció.