Luis Fernando Montoya recordó la histórica Copa Libertadores de 2004 con Once Caldas: “Fue demasiado grande”

El “campeón de la vida” recordó cómo vivió la final en Manizales ante Boca Juniors, y las palabras que le dedicó una gloria del fútbol colombiano

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El campeón de la Copa
El campeón de la Copa Libertadores en 2004 recordó su gesta con Once Caldas y lo que rodeó la definición del título ante Boca Juniors - crédito EFE

La sorprendente consagración de Once Caldas en la Copa Libertadores 2004 marcó uno de los hitos más recordados en la historia del fútbol sudamericano.

El Blanco Blanco, dirigido por Luis Fernando Montoya, alzó el trofeo continental tras una campaña en la que superó a favoritos en cada fase, hasta imponerse en la final al dominante Boca Juniors de la época, en una dramática definición por penales en el estadio Palogrande de Manizales.

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El plantel con nombres como Arnulfo Valentierra, Elkin Soto, Samuel Vanegas o Juan Carlos Henao, superó durante el torneo equipos como Santos y Sao Paulo de Brasil, antes de medirse en la gran final al Boca Juniors que venía de ganar tres de las cuatro ediciones de Libertadores precedentes y era el campeón vigente.

El entrenador, en diálogo con Lo Sé Todo, recordó esa campaña y cómo nunca perdió la fe a pesar de no ser visto en la previa como un equipo capaz de batir al Xeneize, ni siquiera luego de empatar sin goles en el primer partido celebrado en La Bombonera.

“Yo les había dicho desde Buenos Aires que en Manizales la situación iba a ser diferente, que nos teníamos que montar en el compromiso”, recuerda Montoya, subrayando la mentalidad ganadora que alentó desde el comienzo en sus dirigidos.

Aunque Boca se puso en ventaja con gol de Nicolás Burdisso, Jhon Viáfara encendió las tribunas con el gol del empate, hecho que Montoya señaló como decisivo. “Cuando llega el gol de Jhon Viafara… yo dije: vamos por buen camino”, convencido de que el escenario era propicio para dar el golpe ante el conjunto dirigido por Carlos Bianchi.

Desafiando los pronósticos, el Once llevó la definición hasta la tanda de penaltis. Pero cuando la mayoría esperaba que Boca, conocido por su sangre fría en este tipo de instancia se impusiera, sucedió lo imposible. Y eso que el Blanco Blanco no inició bien.

“Cuando Arnulfo Valetierra empieza a patear el primero, que era el más fijo porque Arnulfo le pegaba sumamente bien a los tiros penal, en ese momento yo me preocupé”, confiesa el entrenador refiriéndose al fallo del experimentado jugador. “Me preocupé porque lastimosamente nosotros los colombianos siempre que sucede una cosa de que el mejor le pega al penal y lo malogra, el equipo se me podía venir a tierra, se me podía venir al piso”, explicó.

Pero, el temple del grupo se impuso luego del fallo de Boca, por parte de Rolando Schiavi. “Boca patea el primero y lo bota, ya me dio más seguridad”, confesó Montoya.

Los penaltis pasaron y de manera increíble, Boca no convirtió ningún cobro, en parte gracias a la figura del arquero Juan Carlos Henao, que atajó los cobros de Raúl Cascini y Franco Cángele, siendo este último el que le dio el título al Once.

Once Caldas se convirtió en
Once Caldas se convirtió en el segundo equipo del fútbol colombiano en consagrarse campeón de la Copa Libertadores en la historia - crédito AFP

Meses más tarde, Once Caldas disputó la final de la Copa Intercontinental ante el Porto. Nuevamente, se fueron a penaltis, pero esta vez el equipo europeo se coronó campeón.

Pese a ello, Montoya les expresó su orgullo. “Este es un grupo, un equipo que ni siquiera en Japón sabían dónde quedaba Manizales y quién era el Once Caldas. Un equipo tan humilde llegar tan lejos fue demasiado grande”, manifestó.

Gabriel Ochoa Uribe, tres veces
Gabriel Ochoa Uribe, tres veces subcampeón de Copa Libertadores con América de Cali, le expresó su admiración a Luis Fernando Montoya poco después del atentado que le dejó cuadrapléjico - crédito Colprensa

Semanas después de dicho partido, la historia de Luis Fernando Montoya se partió en dos cuando, intentando defender a su esposa de un intento de robo, recibió dos disparos entre la tercera y cuarta vértebra que lo dejaron cuadrapléjico. Durante su convalecencia, el entrenador recibió la visita de Gabriel Ochoa Uribe, el más ganador en la historia del fútbol colombiano y tres veces subcampeón de Copa Libertadores con América de Cali.

“Gabriel Ochoa llegó como a las tres de la tarde y nos dice: ‘Profe, yo no vengo sino a quedame 15 minutos no más, que quiero decirle una cosa a usted. Que usted logró lo que yo siempre quise tener con todos los mejores jugadores de Suramérica y no lo pude lograr. Y usted lo logró con un equipo humilde’. Te cuento que se me vinieron las lágrimas”, expresó.