Testimonio del conductor de Transcaribe tras el ataque de hinchas del Real Cartagena: “Casi nos matan”

El conductor de un bus de Transcaribe describió el pánico y la destrucción que vivieron él y sus pasajeros cuando hinchas del Real Cartagena atacaron el vehículo con piedras frente al estadio Jaime Morón, en medio de disturbios relacionados con el partido contra Real Cundinamarca.

Durante el minuto 89 del partido entre Real Cartagena y Real Cundinamarca, por la tercera fecha de los cuadrangulares semifinales del Torneo BetPlay Dimayor 2025 II, un grupo de aficionados de la tribuna sur arrancó sillas y las lanzó al campo. Esta acción obligó a suspender el encuentro, que se encontraba empatado 0-0. Al ser desalojados, algunos hinchas de Real Cartagena provocaron disturbios en los alrededores del escenario deportivo.

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Una de esas manifestaciones de violencia se dirigió a un bus de Transcaribe que transitaba por la Avenida Pedro de Heredia, a la altura del estadio Jaime Morón León. Allí, los hinchas atacaron el automotor con piedras, provocando estallidos de los vidrios y pánico entre quienes se encontraban en su interior.

El testimonio del conductor del bus evidencia la gravedad del hecho. “Buenas noches, Operaciones. Aquí al muchacho me lo agredieron con una piedra. A los usuarios que están aquí, vandalizaron todo el bus. A mí me dieron con una piedra también allá adelante. Casi nos matan aquí por la Plaza de Toro. Todo el bus fue completamente vandalizado. Todo el bus fue completamente golpeado con las piedras, ahí en la Plaza de Toro”, narró el operador tras el ataque sufrido.

Además, el hombre enfatizó en relatar el riesgo para su vida y la de los pasajeros: “A mí allá adelante al panorámico me encendieron a piedras, todos los vidrios me cayó encima. Aquí donde estoy tengo hasta un nervio porque gracias a Dios pude moverme. Cerraron la vía con valla, no podía moverme para ningún lado”.

En el ambiente de angustia, el conductor detalló la reacción que adoptó junto con los usuarios: “Tuve que pararme de la silla y esconderme aquí con los usuarios. Mira el peñón que hubo aquí”.

Además, pidió asistencia médica urgente y relató: “Fue un momento bastante, digamos, difícil y a la vez no fue trágico. Solamente hubo un lesionado, pero pudo ser peor. Entonces, yo aquí voy a coger los testigos, aquí están los señores. Manden la ambulancia y la asistencia que puedan mandar”.

El ataque se produjo cuando el bus circulaba cerca del estadio, en el contexto del desorden generado por la suspensión temporal del partido. Los vidrios quedaron destruidos y, según la versión del conductor, una persona resultó herida con cortadas por el estallido de los ventanales. Los ocupantes recurrieron a agacharse dentro del bus para evitar las piedras arrojadas desde el exterior.

Pasajeros y conductor reportaron haber pasado un momento de gran tensión, con el sonido de los vidrios quebrándose y sin posibilidad de escapar debido a que la vía fue bloqueada con vallas tras los disturbios. La agresión habría ocurrido en el sector cercano a la Plaza de Toros, donde la presencia de hinchas violentos resultó en el ataque al transporte público.

Durante los disturbios en el estadio y los alrededores, la mayoría de los hinchas salió de las gradas por indicación de la organización. Sin embargo, el desorden se trasladó a la vía pública, impactando a ciudadanos ajenos a los hechos deportivos. La violencia ocasionó daños materiales y un profundo susto en los pasajeros, lo que motivó un pedido de mayor asistencia y seguridad.

El testimonio del conductor de Transcaribe ilustra el miedo y la indefensión sufridos por quienes resultaron atrapados en el bus atacado por piedras, durante el caos desencadenado tras la suspensión del partido de Real Cartagena. Su historia pone en relieve las consecuencias de los disturbios en escenarios deportivos y sus efectos sobre la cotidianidad de la ciudad.