Fiscalía asegura que está ubicando a la segunda persona implicada en la golpiza que le provocó la muerte a Jaime Esteban Moreno

Durante la inauguración de un búnker de la Fiscalía en Cali (Valle del Cauca), la fiscal General de la Nación, Luz Adriana Camargo ofreció detalles sobre el desarrollo del caso de Jaime Esteban Moreno, estudiante de la Universidad de los Andes que murió tras recibir una golpiza a la salida de una fiesta de Halloween en Bogotá

La funcionaria explicó a los medios de comunicación que, gracias al análisis de los videos captados por las cámaras de seguridad del sector, se ha logrado reconstruir el escenario de los hechos y determinar la secuencia de eventos posteriores a la agresión que le provocó la muerte al joven de 20 años.

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Camargo subrayó que la Fiscalía cuenta con la identidad de uno de los agresores y que las autoridades trabajan para ubicar al segundo implicado, quien también aparece en las grabaciones.

“Estamos en el proceso de investigación. Lo que puedo decir es que está claro que se tiene la identidad de uno de los agresores, estamos ubicando a la otra persona que aparece en la escena de los hechos. Trabajamos para entregar a la ciudadanía una versión clara de las causas que llevaron a esa agresión que por donde se mire fue desproporcionada”, afirmó la fiscal Luz Adriana Camargo a los medios desde Cali.

La investigación ha permitido esclarecer que la muerte de Jaime Esteban Moreno, el estudiante de la Universidad de los Andes, fue consecuencia de los múltiples traumas que sufrió en su cuerpo, infligidos por otras personas. Las imágenes de las cámaras de seguridad resultaron determinantes para identificar a Juan Carlos Suárez Ortiz como uno de los presuntos responsables de la golpiza, que ya fue capturado por las autoridades. El segundo individuo involucrado permanece prófugo.

La fiscal Camargo reiteró el compromiso institucional de esclarecer los motivos detrás de la agresión y de informar a la ciudadanía con transparencia.

“Estamos en el proceso de investigación. Básicamente, lo que podría adelantar es que está clara cuál es la identidad de uno de esos agresores, Estamos identificando al segundo que aparece en los videos. Esperamos poder entregar a la ciudadanía una versión clara de a qué obedeció esa agresión, que, por su puesto, cualquiera sea la razón, es totalmente desproporcionada”, añadió la funcionaria en su declaración pública.

Una amiga de la víctima, que estuvo con él antes de la agresión, relató cómo transcurrieron las horas previas al ataque: “Estuvimos con él haciendo la fila para entrar a la discoteca. Entramos y estuvimos un rato con nuestro grupo, pero él también venía con otros amigos y en un momento nos dispersamos porque el lugar estaba muy lleno, había mucho calor y no se podía transitar”, expuso la mujer al canal CityTV

El caso ha captado la atención nacional, no solo por la brutalidad de los hechos, sino también por su sorprendente similitud con el de Luis Andrés Colmenares, también estudiante de la Universidad de los Andes, que falleció tras una fiesta de Halloween en 2010, luego de que delegados del CTI hallaran su cuerpo en el caño El Virrey.

Avanzó la investigación por el asesinato de Jaime Esteban Moreno tras conocerse la identidad de un segundo implicado: Ricardo González Castro, un joven de veintidós años oriundo de Cartagena, quien habría participado en la agresión que terminó con la vida del estudiante de la Universidad de los Andes, según informó W Radio.

La reconstrucción de los hechos incluye el testimonio del jefe de González, quien relató a esa emisora que el joven trabajaba en un puesto de comida rápida en San Victorino, en el centro de Bogotá.

El dueño del establecimiento describió cómo, tras la riña, González le comentó que había tenido un altercado con otras personas, sin dar mayores detalles sobre la gravedad del incidente: “Al día siguiente de la riña me dijo que había tenido un problema con otras personas. No imaginé que se tratara de algo tan grave”, explicó el empleador a W Radio.

Horas después de esa conversación, González presentó su renuncia al trabajo: el jefe, sin conocer la magnitud de los hechos, le entregó 100.000 pesos como muestra de apoyo.

“Después de unas horas, él mismo renunció. Le di 100.000 pesos como forma de apoyo, aunque no sabía que estaba implicado en algo tan serio”, añadió el propietario del local.