El precio del euro pierde fuerza en Colombia: así cerró en las casas de cambio el 24 de octubre de 2025

La baja responde a factores internacionales, como las expectativas sobre la política monetaria de EE. UU., y a la volatilidad de los mercados globales que impactan al peso colombiano

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El euro cerró en Colombia
El euro cerró en Colombia a $4.486,04 el 24 de octubre de 2025, con una caída diaria de 0,66% - crédito Europa Press

El precio del euro en Colombia cerró la jornada del 24 de octubre de 2025 en un promedio de $4.486,04, lo que representó una caída de $29,95 frente al día anterior, equivalente a una variación diaria de -0,66%. Durante la sesión, la divisa europea alcanzó un máximo de $4.523,74 y un mínimo de $4.481,58, reflejando una volatilidad moderada en el cruce EUR/COP.

Si bien no se registraron máximos históricos, la caída en su valor responde a una combinación de factores internacionales, como las expectativas sobre la política monetaria en Estados Unidos y la inestabilidad en los mercados globales, junto con elementos locales que influyen en la oferta y demanda de divisas. En las casas de cambio, el euro se cotizó en un rango de $4.360 para la compra y $4.530 para la venta.

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La divisa europea mostró volatilidad
La divisa europea mostró volatilidad moderada, con máximos de $4.523,74 y mínimos de $4.481,58 en la jornada - crédito Freepik

En los últimos siete días, el euro marca una subida 0,86%; pero desde hace un año acumula aún una disminución del 2,77%.

Si confrontamos la cifra con jornadas pasadas, giró las tornas respecto del de la jornada previa, cuando marcó un descenso del 1,09%, mostrando una falta de estabilidad en el resultado. En los pasados siete días la volatilidad presentó un balance inferior a la volatilidad que mostraron los datos del último año, lo que indica que podemos decir que está pasando por un periodo de mayor estabilidad ahora mismo.

Narrativa de mercado

El reciente repunte del euro frente al dólar refleja un respiro en los mercados europeos, en medio de señales moderadas de recuperación. Los indicadores adelantados muestran que la actividad económica en la eurozona comienza a estabilizarse, el PMI compuesto se ubicó en 52,2 puntos, su nivel más alto desde mayo de 2024, impulsado principalmente por el dinamismo del sector servicios, que alcanzó 52,6. La manufactura, por su parte, logró detener su caída y se mantuvo en el umbral de los 50 puntos, lo que sugiere un equilibrio entre expansión y contracción. Sin embargo, la mejora no se distribuye de manera uniforme.

Alemania, motor industrial del bloque, registró su mayor expansión en más de dos años, mientras Francia continúa mostrando signos de estancamiento, con su sector manufacturero aún en contracción. Esta disparidad señala los desafíos estructurales que enfrenta el Banco Central Europeo para sostener el crecimiento sin relajar demasiado la política monetaria, especialmente en un entorno donde la inflación sigue controlada, pero las tensiones geopolíticas y fiscales permanecen latentes.

Factores internacionales y locales influyeron
Factores internacionales y locales influyeron en la baja del euro, incluyendo expectativas sobre la política monetaria de EE.UU. - crédito Antonio Bronic/REUTERS

En contraste, Estados Unidos atraviesa un periodo de señales mixtas. La inflación anual de septiembre se situó en 3%, ligeramente por debajo de lo proyectado, lo que refuerza las expectativas de que la Reserva Federal recorte su tasa de interés en 25 puntos básicos en su próxima reunión. La moderación de los precios, junto con una desaceleración en la demanda interna, calmó temporalmente las presiones inflacionarias, aunque el panorama político continúa siendo incierto tras la suspensión de negociaciones con Canadá y la expectativa de un nuevo encuentro de alto nivel con China. La evolución de estas relaciones será determinante para los flujos comerciales y la estabilidad del dólar, que aún conserva su rol predominante como activo refugio, pese a una pérdida gradual de impulso frente al euro.

En Asia, las dinámicas también se ajustan a un contexto de cautela. China avanza hacia un rediseño de su estrategia económica con un énfasis en la autosuficiencia tecnológica y la expansión del consumo interno, buscando blindarse frente a las presiones externas derivadas de la desaceleración global. Japón, en tanto, enfrenta una combinación compleja de inflación más alta, 2,9% anual, y menor crecimiento, lo que deja al Banco de Japón sin espacio para endurecer su política monetaria sin poner en riesgo la recuperación.

América Latina experimenta un escenario divergente. Brasil muestra un enfriamiento del PIB, proyectado en 2,2% para 2025, mientras México se apoya en el dinamismo del consumo y el comercio electrónico para contrarrestar la debilidad industrial. En este panorama, el peso colombiano destaca como una divisa sensible a las tensiones políticas internas y al entorno fiscal incierto.

El PMI compuesto de la
El PMI compuesto de la Eurozona alcanzó 52,2 puntos, impulsado por el sector servicios, mientras la manufactura se estabilizó - crédito Europa Press

La suspensión del decreto de reforma a la salud y el debate sobre una eventual asamblea constituyente afectaron la percepción de estabilidad institucional, elevando la prima de riesgo del país. A pesar de ello, el repunte reciente de los precios del petróleo y el flujo de capitales hacia mercados emergentes ofrecen cierto respaldo al peso colombiano, que podría mantener su rango de cotización entre niveles de relativa estabilidad si las condiciones internacionales no se deterioran abruptamente.