
Mientras buena parte del país celebra la reciente absolución del expresidente Álvaro Uribe por los delitos de fraude procesal y soborno a testigos ―proceso que, en primera instancia, lo había condenado a 12 años de prisión domiciliaria, pero en el que, el 21 de octubre, el Tribunal Superior de Bogotá lo declaró inocente de todos los cargos―; contra el exmandatario sigue vigente un proceso pendiente debido a las fuertes declaraciones del autodenominado exparamilitar Juan Guillermo Monsalve, conocido como el “testigo estrella” del caso Uribe.
De hecho, las declaraciones de Monsalve han situado a los hermanos Álvaro Uribe Vélez y Santiago Uribe Vélez en el centro de una de las controversias judiciales más relevantes de Colombia en los últimos años.
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Desde 2011, Monsalve ha sostenido que ambos habrían desempeñado un papel central en la creación y operaciones de este grupo paramilitar en la hacienda Guacharacas, vinculándolos con masacres, narcotráfico y extracción ilegal de combustible.
Estas afirmaciones, que fueron recogidas y analizadas por la revista Cambio, han sido eje de investigaciones y juicios de alto perfil, manteniendo el caso en la agenda pública y judicial.

Monsalve ha reiterado en múltiples ocasiones, tanto ante la justicia como en entrevistas, que el Bloque Metro supuestamente surgió a finales de 1997 en la hacienda Guacharacas, ubicada en el municipio de San Roque, Antioquia.
Según su testimonio, en la conformación del grupo participaron los hermanos Uribe Vélez, Luis Alberto Villegas, Juan Guillermo Villegas y Santiago Gallón. El origen del grupo, de acuerdo con Monsalve, se remonta a una disputa entre Santiago Uribe y el comandante del ELN conocido como ‘Darío Granda’, que derivó en la salida forzada de trabajadores, el robo de ganado y una serie de masacres en la región.
Monsalve atribuyó al Bloque Metro la comisión de estos crímenes, así como el desarrollo de actividades de narcotráfico y la extracción ilegal de combustible, señalando que Luis Alberto Villegas mantenía una estrecha relación con Álvaro Uribe, especialmente en el ámbito de los negocios.
En sus declaraciones, Monsalve ha detallado que, tras la quema de la hacienda Guacharacas y el asesinato de un trabajador, la retaliación se tradujo en masacres perpetradas por el grupo armado ilegal, en ocasiones con la colaboración de miembros del Ejército y la Policía.
Entre los hechos relatados, mencionó la masacre de Providencia en 1995, la de San José del Nus en 1996, la de Rubí en 1997 y la del Cañón del Mata en Yolombó en 1998, atribuyendo la autoría al Bloque Metro.

Además, describió la estructura interna del grupo, identificando a Rodrigo Doble Cero como impulsor del Bloque Metro, a alias Arboleda como segundo comandante militar y a alias Jota en el área de finanzas. Monsalve también relató su participación en laboratorios de cocaína y en la extracción de combustible, actividades que, según él, se realizaban bajo la coordinación de Villegas y con la anuencia de los hermanos Uribe.
El testigo ha insistido en que, aunque nunca conoció personalmente a Álvaro Uribe, sí mantuvo contacto con Santiago Uribe y presenció reuniones en las que se discutían acciones del grupo armado.
Monsalve afirmó que las órdenes militares provenían de Álvaro Uribe y que el Bloque Metro apoyó logísticamente la campaña presidencial de este último, llegando incluso a movilizar votantes y borrar grafitis alusivos a las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) para evitar problemas durante la contienda electoral.
“Me tocó borrar eso. Prácticamente a él lo montamos nosotros, las autodefensas. El hacía campaña en San José del Nus y el helicóptero no despegó y nosotros fuimos y lo llevamos, en los carros de Villegas, íbamos todos con él. Eso fue como en 2001 en las campañas de la primera presidencia de él”, aseguró el autodenominado paramilitar.
En sus testimonios, también ha señalado que la venta de la hacienda Guacharacas se realizó para facilitar el regreso a la zona tras la expulsión por parte del ELN, quedando la propiedad dividida entre Santiago Gallón y Santiago Uribe.

La evolución de los testimonios de Monsalve ha estado marcada por amenazas y atentados en su contra. Tras su primera declaración en 2011, fue advertido por alias Arboleda sobre posibles represalias y, en 2012, sufrió un ataque en la cárcel de Cómbita. Desde entonces, ha permanecido bajo custodia en la cárcel La Picota, en Bogotá, y ha manifestado temor por su seguridad.
A lo largo de los años, Monsalve ha ratificado sus acusaciones en diferentes escenarios judiciales, incluyendo una entrevista con Iván Cepeda y declaraciones ante la Fiscalía, donde ha mantenido su versión sobre la implicación de los hermanos Uribe en la creación y operaciones del Bloque Metro.
El proceso judicial contra Álvaro Uribe ha atravesado varias etapas. Inicialmente, la Fiscalía lo llevó a juicio por presuntamente determinar a terceros para que buscaran la retratación de Monsalve, incluso por medios ilegales.
En primera instancia, Uribe fue condenado a 12 años de prisión, pero posteriormente el Tribunal Superior de Bogotá lo absolvió, señalando que la Fiscalía debía probar la veracidad de las declaraciones de Monsalve.
No obstante, la investigación por presuntos nexos con paramilitares permanece en fase preliminar, sin avances significativos desde que Uribe fue llamado a versión libre en noviembre de 2023. El tribunal también cuestionó la credibilidad de Monsalve, sugiriendo que podría haber buscado beneficios a cambio de su testimonio.
“Monsalve, uno de los principales testigos, la juez de primera instancia no constrastó que nunca ha figurado en ningún documento investigativo de la Fiscalía, de la Procuraduría, de la Policía Nacional, como paramilitar. Él está preso por un secuestro extorsivo y está condenado a 40 años por un delito común, pero no existió relación alguna entre Monsalve y el paramilitarismo, luego mal puede Monsalve ahora declarar contra Álvaro Uribe afirmando hechos del paramilitarismo”, señaló Jaime Lombana, abogado del expresidente, en diálogo con Blu Radio.
El contexto de violencia en Antioquia durante los años 90 y principios de los 2000, marcado por la presencia de grupos armados ilegales y disputas territoriales con la guerrilla del ELN, sirve de telón de fondo para las acusaciones de Monsalve.
Además de los hermanos Uribe, otros nombres han surgido en sus declaraciones, como los Villegas, Santiago Gallón, Rodrigo Doble Cero, alias Arboleda, alias Beto, alias Jota y alias Chucho, así como miembros de la fuerza pública que, según el testigo, colaboraron con el grupo paramilitar.
Entretanto, el expediente sobre presuntos nexos con paramilitares sigue abierto, y la última palabra sobre el futuro judicial de Álvaro Uribe recaerá en la Corte Suprema de Justicia, que deberá resolver el recurso de casación presentado por los representantes de las víctimas.
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