Políticos critican financiación de feria de brujería en Medellín y piden su cancelación: “No son recursos públicos”

La Feria Brujería ha generado una controversia religiosa y política: unos manifiestan su rechazo por el uso de recursos de la caja de compensación para financiar el evento. En diálogo con Infobae Colombia, la actividad cultural se defiende

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El evento cultural ha desatado un intenso debate entre sectores religiosos y políticos, quienes rechazan la financiación con recursos de la caja de compensación y cuestionan el impacto en las tradiciones locales - crédito redes sociales / X

La próxima realización de la Feria Brujería en Medellín ha generado una fuerte controversia religiosa y política, con líderes de distintos sectores manifestando su rechazo y cuestionando el uso de recursos de la caja de compensación Comfama para financiar el evento.

El debate, que se ha intensificado en redes sociales y espacios institucionales, enfrenta la promoción de la diversidad cultural con la defensa de las tradiciones religiosas en la capital antioqueña, ignorando el artículo 19 de la Constitución Política Colombiana, según quienes han defendido la realización de este evento.

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Entre los principales opositores figura Luis Miguel López, representante a la Cámara por Antioquia, quien expresó su indignación por la organización de la feria.

López afirmó que es “increíble que una institución como Comfama esté organizando un evento para este 17 y 18 de octubre de brujería, cuando lo que debería promover son los valores familiares, esos valores antioqueños que están arraigados de Dios, de familia, de trabajo. Además, con recursos públicos, parafiscales, pagados por los trabajadores antioqueños”, en su cuenta oficial de X.

El Claustro San Ignacio se convierte en escenario de talleres, conciertos y charlas sobre brujería y feminismo. Una programación que invita a descubrir prácticas y saberes alternativos en el corazón de la ciudad crédito: @LuismLopezA/ X

El concejal de Medellín Brisvani Arenas también se sumó a las críticas, argumentando que la feria representa una amenaza directa a las tradiciones religiosas de la ciudad.

Arenas señaló que Medellín es “un pueblo creyente, un pueblo que ha sido capaz de salir adelante poniendo su fe en Jesús, en la Virgen”, y advirtió que “en este congreso, que es un congreso de brujería, que trae consecuencias nefastas para nuestras familias, para nuestra ciudad, por eso levantamos nuestra voz en contra”.

Por su parte, el concejal Andrés Rodríguez calificó el evento como una “grosería” y cuestionó abiertamente a Comfama por, según él, destinar recursos de los trabajadores antioqueños a la feria: “¿Brujería patrocinada con la plata de la caja de compensación?”.

La oposición no se ha limitado a declaraciones individuales. Sectores religiosos y políticos han intensificado su movilización, convocando a la ciudadanía a expresar su descontento y a defender lo que consideran el patrimonio espiritual de Medellín.

Arenas, en sus intervenciones, hizo un llamado a la acción colectiva, invitando a los creyentes a unirse en oración y a pronunciarse activamente contra la realización del evento. “No puede ser que con recursos que las mismas familias producen, las empresas, hoy quieran dañar las tradiciones de una ciudad pujante que ha sido capaz de levantarse gracias a nuestra fe”.

El uso de los fondos de Comfama ha sido uno de los puntos más polémicos en el debate.

La programación de la feria
La programación de la feria destaca la persistencia y transformación de prácticas espirituales históricamente excluidas, proponiendo un análisis sobre su papel en la vida contemporánea y el debate cultural actual - crédito Comfama

Tanto López como Rodríguez han insistido en que la feria se financia con dinero proveniente de los trabajadores antioqueños, lo que, a su juicio, resulta inaceptable para un evento que consideran contrario a los valores familiares y religiosos de la región.

Respuesta institucional de Comfama defendiendo la libertad de culto

Ante la presión y las críticas, Comfama emitió un comunicado oficial en el que aclaró que los recursos empleados para la feria provienen de la compensación familiar y no son considerados por la ley como fondos públicos. La entidad subrayó: “Respetamos todas las creencias y la libertad de cultos; nuestra programación se financia con compensación familiar (no son recursos públicos)”.

Además, Comfama invitó a quienes rechazan la feria a comprender que “en el país en paz que queremos construir caben todas las formas de ver el mundo y celebrar la vida”. La organización también aseguró que el evento no irrespeta ningún credo ni práctica religiosa, y recordó que la Constitución colombiana garantiza el derecho a la libertad de creencias y de expresión.

La feria Brujería conmemora medio
La feria Brujería conmemora medio siglo del Congreso Mundial de Brujería, abriendo un espacio para analizar el impacto de las prácticas espirituales alternativas en la construcción cultural y social de la región - crédito captura de pantalla Instagram

Paola Mejía Guerra, responsable de Cultura en Comfama, subrayó, en diálogos con Infobae Colombia que “hemos aprendido que conversaciones como estas son absolutamente relevantes para cuidar la democracia, para convivir siendo diferentes y por eso las elegimos”.

El acompañamiento a quienes manifiestan opiniones contrarias a la feria se ha materializado mediante la escucha activa, tanto de quienes expresan su desacuerdo directamente como de aquellas voces presentes en redes sociales.

“Siempre estamos abiertos, primero, a escuchar; segundo, a compartir nuestra visión; y tercero, a intercambiar opiniones y dialogar de manera respetuosa. Eso es justo lo que hemos aprendido de estas conversaciones, que es importante el diálogo sobre temas que a veces no conocemos, sobre las creencias”, afirmó la representante de Comfama.

Según las declaraciones de Mejía Guerra, Este ejercicio ha fortalecido el compromiso de la entidad con el intercambio de opiniones y el respeto mutuo, afianzando la convicción de que el diálogo es esencial “sobre temas que a veces no conocemos, sobre las creencias”.

En cuanto a la curaduría de contenidos y actividades, la aliada Corporación Otraparte y el experto Julián Sánchez González desempeñaron roles centrales, siguiendo una línea temática basada en los trabajos previos de investigación sobre espiritualidades alternativas en América y el Caribe.

La directiva explicó que “las actividades artísticas se seleccionaron buscando tener por lo menos dos regiones importantes del país por su representatividad y riqueza cultural, el Pacífico y el Caribe colombiano”.

Mejía Guerra reconoció las limitaciones logísticas que impidieron una representación total de todas las regiones, aunque destacó que el programa cultural de Comfama abarca anualmente más de 8 millones de asistentes y 40.000 eventos, promoviendo la inclusión de tradiciones de todo el país y del mundo.

La medición del impacto social y cultural se realiza, según expuso la responsable de Cultura, mediante indicadores como la diversidad de públicos asistentes, la calidad del intercambio durante los debates y el seguimiento de aprendizajes a través de redes sociales. A partir de estos resultados, Mejía Guerra afirmó que se retroalimenta la programación futura, “entendiendo los temas donde creemos que es necesario reforzar en valores como la diversidad, la democracia, la inclusión”.