Defensa del jardín al que asistía bebé de 11 meses que murió en un centro asistencial se pronunció sobre el caso: “No sucedió con intención”

Andrés Muñoz reconoció que sus clientes deberán enfrentar un proceso judicial y denunció que han recibido amenazas de la comunidad, que exige justicia por la muerte del menor

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- crédito Red Social Facebook
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La repentina muerte de Liam Gael, un bebé de 11 meses que asistía diariamente a un centro de estimulación en La Calera, ha generado conmoción y una serie de interrogantes sobre las circunstancias que rodearon el caso.

El centro educativo, señalado por la familia como principal responsable, finalmente se pronunció tras varios días de silencio, mientras las autoridades y los allegados del menor esperan el dictamen de Medicina Legal para esclarecer la causa del fallecimiento.

El lunes 29 de septiembre, Mildred Narváez llevó a su hijo al jardín infantil como era habitual. Dos horas y media después, una trabajadora del establecimiento trasladó al bebé al Hospital Divino Salvador de Sopó debido a complicaciones de salud.

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El informe oficial del hospital indicó que Gael llegó sin signos vitales y, aunque se intentó reanimarlo, no fue posible salvarle la vida.

Este dato ha sido uno de los elementos centrales en la investigación, ya que la familia sostiene que el centro de estimulación debe responder por lo ocurrido.

En las primeras explicaciones ofrecidas a la madre, el personal del jardín atribuyó las complicaciones respiratorias del niño a un supuesto exceso de comida.

Sin embargo, esta hipótesis ha perdido fuerza, ya que la lonchera del menor permanecía prácticamente intacta, lo que sugiere que no habría ingerido alimentos en cantidad suficiente para provocar tal reacción.

- crédito Imagen Ilustrativa Infobae/Freepik
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Otro aspecto relevante en la investigación es la presencia de lesiones previas en el cuerpo del bebé. Según relató la madre, desde hacía dos semanas observaba marcas en el rostro de su hijo, que podrían haber sido causadas por golpes.

Este hecho ha incrementado la preocupación de la familia y de las autoridades, quienes aguardan el resultado de los exámenes forenses para determinar si estas lesiones guardan relación con el fallecimiento.

El centro de estimulación, que lleva siete años en funcionamiento y al que Liam Gael asistía desde hacía cinco meses, emitió un comunicado a través de su representante legal, Andrés Muñoz.

El abogado declaró que “las profesoras quieren expresar que van a poner toda su disposición para ayudarle a la familia a esclarecer qué fue lo que sucedió. Esto no sucedió con intención ni mucho menos”, según recogió Noticias RCN.

Este hecho ha incrementado la
Este hecho ha incrementado la preocupación de la familia y de las autoridades, quienes aguardan el resultado de los exámenes forenses para determinar si estas lesiones guardan relación con el fallecimiento - crédito AP

Además, Muñoz reconoció que sus clientes deberán enfrentar un proceso judicial y denunció que han recibido amenazas de la comunidad, que exige justicia por la muerte del menor: “Mis clientes tendrán que enfrentar un proceso judicial. Han recibido amenazas por parte de la comunidad para ejercer mano propia”, afirmó el abogado al mismo medio.

Por parte de la familia, la tía del bebé, Laura Padilla, manifestó que la tragedia podría haberse evitado si el jardín hubiera cumplido adecuadamente con su deber de cuidado. Como medida preventiva, el centro permanecerá cerrado durante un tiempo mientras avanzan las investigaciones.

Centro de estimulación no estaba registrado

Mildred Narváez, madre del menor, describió cómo, tras una velatón realizada frente al establecimiento, familiares de las profesoras accedieron al lugar para sustraer objetos y realizar tareas de limpieza, bajo el argumento de buscar mascotas.

“Los papás de las profesoras entraron a sacar cosas, implementos, a limpiar, y supuestamente iban por un perro y un gato”, denunció Narváez en entrevista con Alerta Bogotá, dejando en entredicho la diligencia de las autoridades para preservar la escena.

Mildred Narváez precisó que dejó
Mildred Narváez precisó que dejó a su hijo en la institución a las 7:36 a. m. y que recibió una llamada avisando el suceso dos horas y veinticuatro minutos después - crédito Euro Press

La incertidumbre de la familia se intensificó al descubrir que el jardín en el que confiaban el cuidado de su hijo no estaba debidamente inscrito en los registros oficiales. Mildred Narváez relató que, a pesar de pagar 400.000 pesos mensuales por la atención de Liam Gael, ni el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf) ni la Alcaldía tenían datos de dicha institución.

Al respecto, la madre indicó: “Nos dijeron que en la alcaldía no tienen documentos del jardín, que cualquiera puede montar un jardín”, según declaraciones a Alerta Bogotá, poniendo en cuestión la supervisión y regulación estatal de estos espacios.

Mildred Narváez precisó que dejó a su hijo en la institución a las 7:36 a. m. y que recibió una llamada avisando el suceso dos horas y veinticuatro minutos después. Previamente a esta tragedia, la madre ya había manifestado preocupaciones respecto al bienestar de Liam en el centro. “El niño lloraba porque no quería ir con la profesora. Le dije al papá que me sentía insegura de dejarlo en el jardín”, afirmó a Alerta Bogotá, sumando a las dudas sobre la idoneidad del lugar.

Finalmente, la familia ha cuestionado de forma contundente el protocolo seguido durante la emergencia, censurando la decisión del personal docente de trasladar al menor en un vehículo particular sin la intervención de personal médico. “¿Cómo se le ocurre a la profesora llevar al niño en la silla, mientras ella conducía? ¿Quién le prestaba los primeros auxilios?”, inquirió Mildred Narváez en diálogo con Alerta Bogotá, remarcando la ausencia de medidas adecuadas en el manejo de una situación crítica.