Carolina Cuervo reveló cómo ha sido su paso por la actuación y la relación con su mamá: “Son difíciles, duras y arduas”

La actriz confesó que las dudas sobre la viabilidad de esta profesión la han acompañado a lo largo del tiempo, obligándola a ajustarse a las expectativas del público

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Carolina calificó de extraordinario el privilegio de haber crecido bajo la tutela de una mentora reconocida como Toni Navia - crédito @lasaladelauraacuna / IG

Carolina Cuervo ha sido una figura constante en la televisión, el cine y el teatro colombiano, construyendo una trayectoria que va más allá de las cámaras por la que ha transitado desde su niñez.

Su incursión temprana en el mundo artístico no fue casual, ya que es hija de Toni Navia, una de las directoras más relevantes e influyentes del país, hecho que desde el inicio marcó su vida y le brindó un contacto privilegiado con el universo de las producciones audiovisuales.

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Durante una sincera conversación en el pódcast La Sala de Laura Acuña, la actriz abordó distintas facetas de su vida personal y profesional, ahondando especialmente en el impacto que ha tenido la presencia y el legado de su madre en su desarrollo individual como artista. No rehúye las dificultades del oficio y las etapas en las que llegó a dudar sobre la posibilidad de dedicarse de lleno a la actuación, considerando los altos y bajos característicos de esta carrera.

La actuación: una carrera de retos

En el presente, la relación
En el presente, la relación madre-hija ha evolucionado hacia una etapa más serena y afectiva, alejada de las presiones laborales - crédito Infobae Colombia

Carolina reconoció que, si bien la actuación le ha regalado momentos maravillosos, también la ha confrontado con retos que implican esfuerzos continuos y adaptación a realidades cambiantes.

Al relatar los inicios de su vocación, Cuervo confesó que las dudas sobre la viabilidad de esta profesión la han acompañado a lo largo del tiempo, obligándola a ajustarse a las expectativas del público y a la evolución de la industria.

En sus palabras, “uno en esta profesión... tiene cosas maravillosas, pero tiene otras que son difíciles, son duras y arduas”, señalando que encontrar su propia voz ha sido uno de los procesos más complejos y enriquecedores de su carrera.

Abordando la influencia de su madre, Carolina calificó de extraordinario el privilegio de haber crecido bajo la tutela de una mentora reconocida como Toni Navia. Las bases y el conocimiento transmitidos por su madre han sido fundamentales para el desarrollo de su técnica y para entender los entresijos de la creación en los medios visuales. Sin embargo, la cercanía con una directora de alta reputación también ha sido una fuente permanente de escrutinio público y comentarios críticos que atribuyen sus logros únicamente a su lazo filial.

No quiere ser la sombra de su madre

Su incursión temprana en el
Su incursión temprana en el mundo artístico no fue casual, ya que es hija de Toni Navia, una de las directoras más relevantes e influyentes del país - crédito @cuervocarolina/Instagram

La actriz compartió entre lágrimas cómo debatió durante años con el deseo de ser valorada por méritos propios y no por su parentesco con Navia. “Yo no quiero que me reconozcan porque soy la hija de Toni Navia”, manifestó con emoción, refiriéndose a los juicios que minimizaban su talento y atribuían su progreso solo a las influencias maternas.

Esta situación le generó, en su momento, la necesidad de marcar una distancia para consolidar una identidad profesional independiente. A pesar de ello, Carolina no oculta su profunda gratitud por las circunstancias que la vida le brindó y por el acceso a una formación artística de primer nivel que le resultó invaluable.

Más allá de la técnica y la disciplina, Toni Navia fue una fuente de inspiración musical, traspasando no solo saberes profesionales, sino el gusto y la sensibilidad por las artes. Carolina recuerda una infancia rodeada de poesía, felicidad y cultura, lo que modeló una visión amplia y apasionada del mundo artístico.

La relación entre Carolina y su madre

La actriz compartió entre lágrimas
La actriz compartió entre lágrimas cómo debatió durante años con el deseo de ser valorada por méritos propios y no por su parentesco con Navia - crédito @cuervocarolina/IG

En el presente, la relación madre-hija ha evolucionado hacia una etapa más serena y afectiva, alejada de las presiones laborales y enfocada en la compañía esencial que se dispensan mutuamente. Hoy, Navia disfruta de su rol de abuela y Carolina sigue contando con su consejo y apoyo, aunque geográficamente ya no compartan vecindario. La actriz admite que cada visita es valiosa y que la mayor dificultad radica en asimilar el paso del tiempo y anticipar un futuro sin la presencia de su madre, un pensamiento que la conmueve profundamente.

Este testimonio deja ver no solo el trasfondo de una carrera consolidada, sino también el peso de los lazos familiares y la necesidad de desarrollarse con autonomía y autenticidad, aun cuando la herencia artística sea innegable. Carolina Cuervo ha aprendido a equilibrar el honor de pertenecer a una dinastía del espectáculo con el reto diario de hacerse un nombre propio, entre la nostalgia, el amor y el empeño constante de labrar un camino genuino en el arte colombiano.