Recomendaciones para lavar la lechuga y la acelga antes de cualquier preparación

Un correcto lavado de las verduras evita enfermedades y contaminación de los demás elementos en la cocina

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Las frutas y verduras deben
Las frutas y verduras deben separarse desde el proceso de compra, lavado y almacenamiento Crédito: Freepik

Lo primero que se debe tener en cuenta es que el consumo en crudo de la lechuga o la acelga puede exponer a los consumidores a microorganismos perjudiciales.

Estos alimentos pueden contaminarse en distintas etapas: desde el cultivo, por la tierra o el agua de riego, hasta el transporte, almacenamiento y manipulación en el punto de venta o en el hogar. Es por eso que se recomiendan enjuagar las hojas bajo el chorro de agua corriente, ya que los estudios demuestran que esta práctica elimina una parte significativa de los microbios y la suciedad.

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Además, el procedimiento adecuado incluye lavarse las manos durante 20 segundos antes y después de manipular los vegetales, retirar las hojas dañadas o exteriores, frotar suavemente las hojas por ambas caras y evitar el remojo en recipientes, ya que esto puede propagar microorganismos entre las hojas. Tras el lavado, se aconseja escurrir las verduras en un recipiente limpio o secarlas con una toalla de papel.

Para picar las verduras se
Para picar las verduras se recomienda una tabla separada de la de frutas y carnes - Crédito: Freepik

Respecto al uso de soluciones para desinfectar, el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) señala que no existen estudios concluyentes sobre la eficacia del vinagre o el jugo de limón. Además, desaconseja el uso de jabones, detergentes, cloro o blanqueadores comerciales para este fin.

El lavado, aunque esencial, no es suficiente si no se acompaña de una manipulación adecuada en la cocina. Por lo que se sugiere separar frutas y verduras frescas de carnes, aves, pescados y mariscos crudos, tanto en el carrito de compras como en las bolsas y el refrigerador.

También utilizar tablas y utensilios exclusivos para vegetales, o lavarlos cuidadosamente en caso de no tener más. Ahora, si las verduras con hojas verdes han estado en contacto con carnes crudas o sus jugos se pueden sumergir en agua hirviendo durante algunos minutos. Además, las ensaladas no deben permanecer fuera de refrigeración por más de dos horas.

Ya cuando se quiere realizar el proceso de limpieza individual de las espinacas, se deben retirar las hojas del tallo y lavar una por una bajo el chorro de agua y evitar el uso de recipientes para el remojo.

La acelga, por su parte, destaca por su versatilidad y su aporte de vitaminas A y B, ácido fólico, hierro, magnesio y calcio. Tanto las hojas como los tallos —conocidos como pencas— pueden consumirse.

Es importante no consumir los
Es importante no consumir los vegetales crudos para evitar enfermedades - Crédito: Freepik

Al adquirir acelgas frescas, es habitual encontrar restos de tierra en la base y una textura arenosa en las hojas, lo que hace imprescindible una limpieza minuciosa. Además, los tallos presentan fibras externas que conviene retirar para mejorar la textura en el consumo.

El procedimiento para limpiar las acelgas comienza por decidir si se utilizarán las hojas y los tallos juntos o por separado. Si se separan, se corta el tallo desde la base de la hoja y se debe retirar el extremo que estuvo en contacto con la tierra.

Para la limpieza, se recomienda enjuagar bajo agua fría frotando suavemente con las manos o con papel húmedo. Si las hojas son muy rizadas o persiste la suciedad, se pueden trocear y dejar en remojo durante diez minutos, para luego escurrirlas y secarlas con un paño.

Es importante elegir lechugas frescas
Es importante elegir lechugas frescas y de buen aspecto - Crédito: Freepik

La manipulación cuidadosa y la correcta limpieza de espinacas y acelgas no solo preservan sus cualidades nutricionales, sino que también minimizan los riesgos asociados a la presencia de pesticidas, bacterias como la salmonela o virus como el estafilococo, que pueden provocar síntomas digestivos como diarrea, vómitos, náuseas, fiebre y dolores de cabeza. En caso de duda sobre la contaminación o limpieza de las verduras, es preferible cocerlas antes de su consumo o desecharlas para evitar contaminación en la cocina.