El impacto de los nuevos impuestos a la gasolina y el diésel en Colombia y la frase de Petro sobre los pobres

La reforma tributaria presentada por el Gobierno busca 26,3 billones de pesos y sube los impuestos a combustibles, en medio de un debate por las declaraciones del presidente Petro

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El Gobierno del presidente Gustavo Petro radicó en el Congreso su segunda reforma tributaria, con la meta de recaudar 26,3 billones de pesos para financiar el Presupuesto General de la Nación en 2026.

Una de las medidas que más discusión ha generado es el aumento progresivo del IVA a la gasolina y al diésel, lo que impactará directamente el precio de los combustibles que utilizan millones de colombianos.

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Imagen de archivo referencial. 10 consejos para que ahorre combustible.

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De acuerdo con la propuesta, el IVA de la gasolina subirá del 5 % actual al 10 % en 2026 y, desde el 1.° de enero de 2027, pasará a la tarifa plena del 19 %. En el caso del diésel, se fijará en 10 % durante 2026 y 2027, y a partir del 1.° de enero de 2028 se aplicará también la tarifa general del 19 %.

La iniciativa incluye un incremento en el impuesto al carbono y grava con IVA del 19 % al etanol, lo que supondrá un costo adicional para los usuarios. Según lo informado por El Tiempo, el presidente Petro ha defendido la medida señalando que el mayor impacto recaerá sobre quienes poseen automóviles de alto cilindraje o “de cuatro puertas”. “Cuando decimos impuestos a los vehículos de alto cilindraje, le ponemos impuestos a la gasolina, pero el pobre no usa casi la gasolina. El que más usa gasolina es el de las cuatro puertas”, dijo el mandatario.

Presidente Petro - crédito Juan
Presidente Petro - crédito Juan Diego Cano/Presidencia

Las palabras del presidente abrieron un intenso debate en el país, pues diversos sectores han advertido que el encarecimiento de la gasolina no solo afectará a los dueños de vehículos de gama alta, sino también a ciudadanos de estratos bajos que dependen de combustibles para su movilidad o actividades económicas.

Cifras del Registro Único Nacional de Tránsito (Runt) permiten dimensionar el panorama. En Colombia circulan aproximadamente 19,8 millones de vehículos. De ese total, 12,3 millones corresponden a motocicletas (62 %), 7,3 millones a automóviles y camionetas (37 %) y el 1 % restante son maquinaria, remolques y semirremolques. Según los datos oficiales, el 95 % de este parque automotor funciona con gasolina y solo el 5 % utiliza diésel.

El Ministerio de Hacienda reportó que, durante 2024, en el país se consumieron diariamente 6 millones de galones de gasolina corriente y 6,1 millones de galones de diésel, lo que evidencia la magnitud del uso de ambos combustibles en la vida cotidiana y en la actividad productiva.

El protagonismo de las motocicletas en la movilidad nacional es evidente. Un informe de la Cámara de la Industria de Motocicletas de la Andi muestra que el 91 % de los compradores de estos vehículos pertenece a los estratos 1, 2 y 3. Se trata, en su mayoría, de trabajadores que devengan entre uno y tres salarios mínimos mensuales, lo que convierte a la moto en un recurso clave para sectores de ingresos bajos y medios.

El estudio precisa que el 41 % de quienes adquieren motos tiene formación técnica o tecnológica, el 30 % cuenta con estudios universitarios y el 27 % son bachilleres. Además, cerca del 13 % compra una motocicleta con el fin de incrementar sus ingresos, y el 21 % la utiliza tanto para movilizarse como para desarrollar actividades económicas.

La Andi resalta que, a diferencia de países de altos ingresos como Estados Unidos, Canadá o Australia —donde las motos representan menos del 5 % del parque vehicular y tienen un uso recreativo—, en Colombia cumplen un papel social y económico fundamental. Por ello, los aumentos en el costo de la gasolina afectan de manera directa a hogares con menos recursos, dado que las motocicletas funcionan en su gran mayoría con este combustible.

FOTO DE ARCHIVO-Un empleado muestra
FOTO DE ARCHIVO-Un empleado muestra un billete de cien mil pesos colombianos y otro de cinco dólares estadounidenses en una casa de cambio, en Bogotá, Colombia. 27 de enero de 2025. REUTERS/Luisa González

En cuanto al precio que pagarían los consumidores, cálculos iniciales de expertos señalan un fuerte impacto. Julio César Vera, presidente de la Fundación Xua Energy, explicó que el incremento sería de aproximadamente 1.783 pesos por galón de gasolina. Por su parte, la Confederación de Distribuidores Minoristas de Combustibles y Energéticos (Comce) estimó que el aumento podría llegar a 2.012 pesos. Hoy, el precio promedio nacional del galón es de 15.868 pesos.

Estos incrementos se deben a tres factores principales: el alza del 94 % en el impuesto al carbono, la aplicación del IVA del 19 % a la gasolina y la inclusión del mismo gravamen al etanol. Cada uno de estos componentes se suma a la estructura actual de costos que conforma el precio final de la gasolina, en el que participan rubros como el ingreso al productor, tarifas de transporte, márgenes de distribuidores y la sobretasa.

Con la nueva propuesta fiscal, el Gobierno espera fortalecer el financiamiento de programas sociales y proyectos de inversión. No obstante, los análisis técnicos y las cifras de consumo revelan que los impactos del aumento en los combustibles se extienden a sectores que van más allá de los propietarios de vehículos de alta gama, alcanzando también a quienes dependen de motos y automóviles de uso básico para trabajar y transportarse.