Claves y maniobras internas que impulsaron a Uribe Londoño a la precandidatura presidencial del Centro Democrático

El nombramiento no fue una decisión improvisada, sino el resultado de una serie de reuniones privadas, acuerdos familiares y pactos políticos que buscaron mantener la unidad tras el asesinato de su hijo

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Miguel Uribe Londoño solicitó personalmente
Miguel Uribe Londoño solicitó personalmente a Álvaro Uribe permitirle reemplazar a su hijo en la contienda electoral - crédito Prensa Miguel Uribe

El nombramiento de Miguel Uribe Londoño como precandidato presidencial tras el asesinato de su hijo fue resultado de una serie de decisiones y maniobras internas en el Centro Democrático, marcadas por reuniones privadas en Antioquia y acuerdos familiares.

La construcción del reemplazo partió con la cita en Rionegro entre Álvaro Uribe Vélez y Miguel Uribe Londoño el 21 de agosto. Esta reunión buscó detallar la mecánica para incorporarlo como aspirante bajo las mismas condiciones que los precandidatos originales: María Fernanda Cabal, Paloma Valencia, Paola Holguín y Andrés Guerra. La necesidad de mantener cohesión en el equipo, dañada tras el asesinato de Miguel Uribe Turbay, forzó un pacto explícito que evitara fracturas en el partido.

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La decisión se precipitó a raíz del vacío que dejó la muerte de Uribe Turbay, convertido en figura de peso para la estrategia electoral del uribismo. Fuentes del proceso confirman que la invitación a Uribe Londoño buscó mantener la continuidad del proyecto político de su hijo y contener el riesgo de quiebres en la bancada opositora. El fallecido senador, asesinado en Bogotá, era visto como puente entre distintas facciones internas, y su ausencia generó urgencia en la designación de un sustituto familiar que recibiera el aval unánime de los allegados y del partido.

La decisión se precipitó a
La decisión se precipitó a raíz del vacío que dejó la muerte de Uribe Turbay - crédito @arcinana/X

Papel de la dirección nacional y negociaciones internas

El movimiento estuvo acompañado de una coordinación directa entre el exmandatario Uribe Vélez y la dirección nacional, encabezada por Gabriel Vallejo. Después de la cita de Rionegro, Vallejo notificó a los otros precandidatos y habilitó rondas de negociación para garantizar que la integración de Uribe Londoño no interfiriera en la dinámica proselitista del grupo. Estas conversaciones pretendieron allanar el camino para una competencia equitativa en la consulta interna programada para definir el candidato único.

La definición de la metodología de selección

Entre los puntos álgidos abordados figuró la metodología de selección. El Centro Democrático optó por una encuesta digital a cargo de Atlas Intel, con fecha tentativa para diciembre. Este diseño generó inquietudes porque los aspirantes, exceptuando a Uribe Londoño, ejercen como senadores y deben decidir antes del cierre de inscripciones si apuestan por la presidencia o buscan reelección legislativa. Solo María Fernanda Cabal había anunciado su disposición a llegar hasta el final en la contienda por el aval presidencial.

Acuerdo familiar y recomposición de equipos

En el plano familiar, la decisión de que Uribe Londoño releve a su hijo fue aprobada por unanimidad entre los allegados del exsenador asesinado. El comunicado oficial del Centro Democrático enfatizó que la designación respondía a una voluntad compartida de honrar el legado político de Uribe Turbay e impedir disputas públicas que expusieran rencillas dentro del partido y entre las familias implicadas, como los Turbay.

El comunicado oficial del Centro
El comunicado oficial del Centro Democrático enfatizó que la designación respondía a una voluntad compartida de honrar el legado político de Uribe Turbay - crédito cortesía

Operativamente, El Espectador estableció que, el aterrizaje de Uribe Londoño en la contienda fue acompañado por el regreso de asesores de confianza de su hijo, como Lester Toledo y Édgar Gutiérrez, quienes comenzaron labores de articulación de la nueva campaña. El objetivo fue construir una estructura de trabajo que permitiese a Uribe Londoño proyectar continuidad y al mismo tiempo adaptarse a las exigencias de su propio perfil como exsenador, distante de la política activa durante los últimos años.

El rol de Uribe Londoño consistirá en participar en todos los debates y actividades del proceso de selección, incluyendo la agenda de foros temáticos, como el programado para presentar propuestas ante la corrupción. La presencia del nuevo precandidato en estos espacios busca transmitir la imagen de un relevo pactado y consensuado que refuerce la narrativa de unidad partidista.

La coyuntura se ve influida por movimientos paralelos en la política colombiana. El uribismo ha buscado redoblar esfuerzos para presentarse cohesionado frente al avance de la corriente progresista, encabezada por el senador Iván Cepeda y respaldada por Gustavo Petro. Además, la posible vuelta del exvicepresidente Germán Vargas Lleras añade presión a la necesidad de cerrar filas y evitar disensos.

El rol de Uribe Londoño
El rol de Uribe Londoño consistirá en participar en todos los debates y actividades del proceso de selección - crédito Carlos Ortega/EFE

Riesgos y desafíos de la maniobra

Entre las voces consultadas, se señala que el movimiento expone tanto fortalezas como riesgos para el uribismo. Para algunos analistas, la figura de Uribe Londoño garantiza momentáneamente la continuidad del proyecto, pero enfrenta el desafío de conquistar legitimidad y respaldo electoral en un escenario de competencia interna intensa.

El propio Uribe Londoño expresó en sus primeras intervenciones públicas en la Catedral Primada de Colombia: “Tenemos una oportunidad única de frenar esta locura en el 2026, no la desaprovechemos. Asesinaron a Miguel, pero jamás podrán asesinar su propósito”.

Las maniobras del centro del partido lograron evitar, hasta ahora, divisiones expuestas entre precandidatos y familiares. Las próximas semanas serán decisivas para evaluar si el consenso logrado en Rionegro se traslada a las bases y si este reemplazo logra fortalecer un proyecto que enfrenta desafíos inéditos desde el interior y el exterior de su corriente.