Escapadas naturales cerca de Bogotá: cuatro cascadas para desconectarse y aventurar en un fin de semana

Destinos cercanos a la ciudad permiten disfrutar de caídas de agua, recorridos ecológicos y actividades para toda la familia, recomendando preparación adecuada y consulta previa sobre permisos y condiciones del clima

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La cercanía de estos destinos
La cercanía de estos destinos permite a los bogotanos disfrutar de la naturaleza sin largos desplazamientos - crédito lachorrera.com.co

Entre los destinos cercanos a Bogotá destacan cuatro espacios que invitan a desconectarse de la rutina y sumergirse en la naturaleza que caracteriza a Cundinamarca. Las alternativas, poco frecuentadas incluso por los propios habitantes de la capital, resultan ideales para quienes desean practicar senderismo, actividades de aventura o simplemente encontrar un respiro rodeado de agua y vegetación.

Opciones a menos de dos horas del centro permiten escapar del tráfico y el ruido de la ciudad sin recorrer largas distancias, facilitando un acercamiento genuino con el entorno natural durante los fines de semana.

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La Ruidosa: adrenalina y piscinas naturales en Viotá

Quienes prefieren climas cálidos encuentran en Viotá una opción perfecta. A dos horas de viaje en dirección suroccidente se sitúa La Ruidosa, una cascada convertida en balneario natural. Allí, el río ha esculpido toboganes y pozos, formando un parque acuático natural donde se puede deslizar por la piedra desnuda hasta aguas frescas y profundas.

La experiencia en La Ruidosa es gratuita. No existen cobros de ingreso, lo que transforma el sitio en un plan económico para quienes desean compartir con amigos o familia un día soleado y de refrescante contacto con el agua.

El lugar invita a dejar el equipo de senderismo a un lado y cambiarlo por traje de baño, gafas y repelente. La entrada libre atrae a quienes buscan un escape sin complicaciones logísticas, aunque se recomienda llegar temprano para disfrutar del mayor espacio y tranquilidad posible.

Chorro de Plata: reto y soledad en San Francisco

Para quienes desean caminar durante horas y alejarse de las aglomeraciones habituales, el Chorro de Plata en San Francisco es un tesoro escondido. Situada a menos de una hora de Bogotá, la ruta exige cerca de tres horas de caminata considerablemente exigente. La recompensa llega en forma de una caída de más de 90 metros que se mantiene casi intacta por la escasa presencia de turistas.

La entrada a la zona es libre, aunque guías del sector recomiendan contratar acompañamiento local para garantizar la seguridad y el éxito en la ruta. El entorno ofrece silencio, vistas de montañas cubiertas de bosque y la sonoridad limpia de una cascada en plena naturaleza.

Salto de los Micos: siete cascadas entre ríos en Villeta

En Villeta, a unas dos horas al occidente de la capital, los visitantes pueden disfrutar del Salto de los Micos, conformado por siete cascadas en un entorno ecológico y verde, ideal para el tradicional “paseo de olla”. El acceso se realiza desde el Terminal del Salitre, tomando un bus hasta Villeta y, desde allí, una vía secundaria conduce al sendero de ingreso. Se puede caminar o, para mayor comodidad, abordar un carrito de balineras.

El sitio permite disfrutar de la naturaleza, ver aves y recorrer espacios ideales para pícnic, caminatas ligeras y contacto cercano con el agua.

La Chorrera: el titán de los saltos en Choachí

A solo 45 minutos de recorrido desde la capital, los visitantes encuentran en Choachí un destino de récord nacional. La Chorrera, con sus 590 metros de caída escalonada, ostenta el título de la cascada más alta de Colombia.

La experiencia trasciende la contemplación: el sendero de acceso atraviesa un bosque de niebla, exigente y húmedo, donde la vegetación y la fauna acompañan el camino. Los aventureros cruzan puentes colgantes y pasan incluso por detrás del velo acuático de “El Chiflón”, una cascada menor que añade emoción a la ruta. “El recorrido es un desafío y la vista final recompensa cada paso”, según guías locales de Choachí.

La entrada al parque tiene un valor de $48.000 por persona. Esta suma permite recorrer senderos bien señalizados, disfrutar de miradores y vivir la experiencia de una naturaleza sobrecogedora a poco tiempo de la ciudad. El plan resulta ideal para quienes desean desconectarse en un entorno protegido y seguro.

Consejos para la visita y equipaje recomendado

Antes de visitar cualquiera de estas cascadas, se recomienda consultar si se requiere permiso para cruzar reservas o fincas privadas, llevar dinero en efectivo y revisar el pronóstico del clima. Es importante empacar calzado con buen agarre, muda de ropa, protección solar, bolsas impermeables para electrónicos y snacks, ya que en muchos de estos destinos no existen ventas de alimentos.

La cercanía de Bogotá con estos destinos permite a sus habitantes y visitantes descubrir la variedad natural de Cundinamarca en salidas cortas y experiencias inolvidables, ya sea en caminatas, aguas cristalinas o paisajes de montaña.