Nvidia alcanza los 5 billones de dólares y consolida su poder en el auge de la IA

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El fabricante de chips para inteligencia artificial se ha convertido en una pieza clave en las negociaciones comerciales del gobierno de Trump en Asia.

Mientras Jensen Huang, director ejecutivo del gigante de los semiconductores Nvidia, viajaba por Asia para reunirse con el presidente Donald Trump el miércoles, el valor de su empresa superó los 5 billones de dólares: una exhibición de riqueza impensable hace unos años.

Pero eso fue antes de que el chatbot ChatGPT desatara el auge de la inteligencia artificial (IA) que está transformando la economía mundial. Antes de que otros gigantes tecnológicos empezaran a invertir cientos de miles de millones de dólares en proyectos de construcción en casi todos los continentes. Y antes de que los chips informáticos de Nvidia, el componente más esencial y costoso en casi cualquier sistema de IA, se convirtieran en una pieza central de la política exterior del gobierno de Trump.

El nuevo hito de Nvidia, que la convierte en la primera empresa que cotiza en bolsa en superar los 5 billones de dólares de valor de mercado, no solo refleja los asombrosos niveles de riqueza que se concentran en unas pocas compañías de Silicon Valley, sino que también muestra la importancia estratégica de esta empresa que sumó 1 billón de dólares a su valoración en tan solo cuatro meses.

Nvidia se ha convertido en una fuerza motriz de la economía estadounidense. El gasto en centros de datos --repletos de los chips de la compañía-- representó el 92 por ciento del crecimiento del producto interno bruto del país durante la primera mitad del año, según Jason Furman, profesor de política económica en Harvard. Sin ese impulso, la economía solo habría crecido un 0,1 por ciento.

Pero el vertiginoso crecimiento de Nvidia también conlleva una advertencia para inversionistas: desde los grandes bancos de Wall Street hasta los pequeños operadores de Main Street, muchos observan con preocupación que el mercado bursátil depende cada vez más de un grupo de empresas tecnológicas que generan miles de millones en ganancias y gastan sumas colosales en desarrollar una tecnología aún no probada, que deberá ofrecer retornos extraordinarios para justificar semejante apuesta.

"Hay un optimismo desbordado sobre hacia dónde se dirige esta tecnología", dijo Gene Munster, socio gerente de Deepwater Asset Management, una firma que invierte en empresas tecnológicas emergentes. "Pero la pregunta es: ¿cumplirá esas expectativas? La utilidad de la inteligencia artificial sigue siendo limitada hoy en día".

En el pasado ya se han registrado periodos de concentración del mercado, pero ninguno tan marcado como el generado por la inteligencia artificial. Solo Nvidia representa más del 8 por ciento del S&P 500, según Howard Silverblatt, analista sénior de índices de S&P Dow Jones Indices. Apple y Microsoft ya superan los 4 billones de dólares en valor de mercado. Estas empresas, junto con Meta, Amazon, Alphabet y Tesla, representan más de un tercio de todo el índice.

Los chips de inteligencia artificial de Nvidia, que dominan más del 90 por ciento del mercado, son muy codiciados por empresas y gobiernos de todo el mundo. Trump los ha colocado en el centro de la estrategia comercial estadounidense, al firmar acuerdos para vender chips de IA a los Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Corea del Sur y Japón.

Mientras el presidente viajaba por Asia esta semana, dio a entender que Nvidia será un factor en las conversaciones comerciales entre Estados Unidos y China. Las ventas de sus chips a China se suspendieron durante el verano debido a las tensiones entre ambos países. Las dos naciones siguen lidiando con cómo manejar una tecnología tan poderosa que puede servir tanto para desarrollar armamento avanzado como para impulsar el crecimiento económico.

Huang, de 62 años, ha pasado buena parte del año viajando entre Washington y Pekín en busca de una solución. En ese proceso, se ha convertido en un valioso intermediario entre el máximo dirigente chino, Xi Jinping, y Trump, quien está ansioso por lograr un acuerdo comercial entre ambos países, según dos personas familiarizadas con las negociaciones confidenciales que hablaron con la condición de mantener su anonimato.

"Nvidia colabora con gobiernos de todo el mundo", dijo John Rizzo, portavoz de la empresa. "No participamos en discusiones geopolíticas ni diplomáticas entre gobiernos".

Kush Desai, portavoz de la Casa Blanca, dijo: "El presidente Trump y otros funcionarios de su gobierno conversan con frecuencia con líderes empresariales, pero son las relaciones personales del presidente con líderes mundiales --incluido el presidente Xi-- las que impulsan el liderazgo y la capacidad de negociación global de Estados Unidos".

Nvidia se ha ganado aún más la simpatía de Trump al trasladar parte de su producción a Estados Unidos. Este mes, la empresa empezó a fabricar su último chip de IA, conocido como Blackwell, en la planta de Taiwan Semiconductor Manufacturing Company en Arizona.

La semana pasada, Huang entregó a Trump una versión firmada del chip en un estuche rojo durante una reunión privada en el Despacho Oval. Esta semana, Trump elogió el producto en Tokio y calificó a Huang de "brillante".

En una rueda de prensa tras la primera gran conferencia de Nvidia en Washington el martes, Huang dijo que Estados Unidos y China se beneficiarían si la empresa pudiera vender su tecnología en China. También afirmó que Estados Unidos vería cómo sus proveedores tecnológicos se convierten en la base de la inteligencia artificial y de las empresas estadounidenses de IA en la nación más poblada del mundo. China, por su parte, recibiría chips más eficientes que harían más productivas a sus propias compañías de inteligencia artificial.

Huang dijo que la pregunta para China es: "¿Quieren ser un mercado abierto o un mercado selectivamente abierto? Nuestro trabajo es esperar hasta que quieran que estemos allí".

Al hablar con periodistas el miércoles, antes de las esperadas conversaciones comerciales entre Estados Unidos y China, Trump dijo que él y Xi hablarían sobre el chip Blackwell de Nvidia, al que calificó como "super duper".

Las expectativas sobre el regreso de Nvidia al mercado chino ayudaron a que el precio de sus acciones subiera casi un 3 por ciento ese mismo miércoles, lo que impulsó su valor bursátil por encima de los 5 billones de dólares. Al cierre de la jornada, las acciones de la compañía cotizaban en torno a 207 dólares por unidad. Según estimaciones de analistas, Nvidia podría generar más de 50.000 millones de dólares en ventas en China durante el próximo año.

Nvidia acordó pagarle al gobierno estadounidense el 15 por ciento de los ingresos que obtenga por la venta de chips de inteligencia artificial a China, como resultado de un acuerdo alcanzado en julio entre Huang y Trump. Huang dijo el martes que el gobierno de Trump estaba trabajando en una nueva normativa para hacer posibles esos pagos.

Las ventas adicionales a China serían la última buena noticia para Nvidia. En el escenario del evento de Nvidia del martes, Huang dijo que la IA es tan esencial para el futuro como la electricidad e internet.

"Todas las empresas la usarán", dijo Huang, vestido con su característica chaqueta de cuero negra ante varios miles de asistentes. "Todas las naciones la desarrollarán".

Huang destacó que empresas como Microsoft y la compañía de software Oracle estaban invirtiendo cientos de miles de millones de dólares en la construcción de centros de datos para la IA. Mostró un gráfico que proyectaba que el gasto de las empresas superará los 549.000 millones de dólares este año, más del doble de lo invertido en 2023, según estimaciones de Morgan Stanley.

Dijo que Nvidia tiene pedidos para enviar 20 millones de sus chips más recientes hasta finales del año que viene, frente a los cuatro millones de la generación anterior enviados entre 2023 y 2025. El valor de los pedidos asciende a unos 500.000 millones de dólares en ventas, mucho más de lo que los analistas habían previsto.

Sin embargo, el discurso de Huang también impulsó el escepticismo sobre si el auge del gasto en inteligencia artificial estaba justificado. Algunos inversionistas han puesto en duda que la IA aumente la productividad y las ventas. Huang ofreció pocos ejemplos concretos, señalando principalmente cómo los ingenieros de software de Nvidia la utilizan para automatizar la programación informática.

"Aún estamos en una etapa muy, muy temprana de este proceso, y ha habido suficientes pequeños ejemplos de las primeras empresas de inteligencia artificial que han hecho decir a la gente: 'Guau'", dijo Bob O'Donnell, presidente de TECHnalysis Research, una firma de análisis tecnológico. "Pero convertir esos ejemplos prometedores en algo que transforme la manera en que la gente trabaja está tomando mucho más tiempo de lo que muchos esperaban".

Huang colocó a Nvidia en posición de liderar la transformación de la IA al apostar a que los chips de su empresa --conocidos como unidades de procesamiento gráfico, o GPU, por su sigla en inglés-- serían esenciales para construir sistemas de IA. Antes de eso, eran populares por alimentar computadoras de videojuegos y las máquinas utilizadas para generar criptomonedas. Huang invirtió sumas considerables en desarrollar un lenguaje de programación a medida para controlar esos chips, que se volvió fundamental para crear sistemas de inteligencia artificial.

La combinación de hardware y software ha permitido a Nvidia dominar lo que se perfila como la próxima ola de la informática, del mismo modo que Intel y Microsoft controlaron la era de las computadoras personales y Apple el cambio a los dispositivos móviles como el iPhone.

Desde que ChatGPT, de OpenAI, desató la carrera de la IA a finales de 2022, Nvidia ha aumentado siete veces sus ventas. La empresa espera registrar más de 26.000 millones de dólares en beneficios durante el trimestre actual, una cifra que superaría las previsiones de Wall Street para otros gigantes tecnológicos como Apple y Meta.

La rapidez del ascenso de Nvidia ha dejado sin palabras incluso a los observadores más experimentados de Wall Street.

"Es increíble", dijo el miércoles por la mañana David Faber, uno de los presentadores del programa Squawk on the Street de CNBC. "¿Alguna vez pensaste que en nuestra vida veríamos una empresa de 5 billones de dólares?".

Joe Rennison colaboró con reportería desde Nueva York.

Tripp Mickle informa sobre algunas de las empresas tecnológicas más grandes del mundo, como Nvidia, Google y Apple. También escribe sobre tendencias en toda la industria tecnológica, incluidos despidos y la inteligencia artificial.

Joe Rennison colaboró con reportería desde Nueva York.