
Julia Roberts está acostumbrada a las galanterías de las giras de prensa. Lo que la ha sorprendido durante las semanas que ha pasado promocionando su nuevo drama, "After the Hunt", es lo ansiosos que se han mostrado los periodistas y el público por debatir de qué se trata realmente la película.
"Este filme ha suscitado un montón de preguntas y conversaciones muy interesantes de una manera bastante agradable", comentó. "Mis compañeros de reparto y yo hablábamos de que esta es la única rueda de prensa que recordamos en la que no pensamos cosas como: 'Muy bien, ya nos hicieron esa pregunta por vigesimocuarta vez'".
Dirigida por Luca Guadagnino, "After the Hunt" es protagonizada por Roberts en el papel de Alma, una profesora de filosofía de Yale venerada por un grupo de confidentes que incluye a sus colegas Hank (Andrew Garfield) y Kim (Chloë Sevigny), su estudiante discípula Maggie (Ayo Edebiri) y su marido Frederik (Michael Stuhlbarg). Pero después de que Maggie acusa a Hank de agresión sexual, este círculo tan unido empieza a deshacerse mientras Alma se pregunta dónde está su lealtad en realidad.
Aunque la película roza temas candentes como la cultura de la cancelación y el movimiento #YoTambién, Guadagnino ("Desafiantes", "Llámame por tu nombre") nunca quiso que "After the Hunt" se recibiera como una polémica.
"Mi idea era la de una película ambigua que dejara al público pensar por sí mismo y formarse su propia opinión", aseguró.
Una cosa, sin embargo, está perfectamente clara: Roberts y Guadagnino han formado un fuerte vínculo. Cuando me reuní con ellos para tomar refresco en un hotel de Los Ángeles, la actriz, de 57 años, sonreía a su director, de 54, y hablaba de cómo ese afecto se extendía a compañeros de reparto como Edebiri, a quien hace poco recibió en su casa para celebrar su cumpleaños anticipado.
"Todo el mundo estaba entusiasmado por estar con Luca y hacer esta película, y es una sensación fantástica", afirmó Roberts. "No me importa si la gente nos cree o no. Es muy cierto lo mucho que disfrutamos de la compañía y los puntos de vista de los demás".
Su director coincidió. "Para mí, ella es la encarnación del cine", aseguró Guadagnino sobre Roberts, e insinuó que su colaboración podría continuar: "Esto aún no se ha acabado. Tenemos vida por delante y vida juntos, desde luego".
A continuación, fragmentos editados de la conversación.
P: Julia, ¿qué ha sido lo más satisfactorio de las conversaciones que ha tenido la gente después de ver esta película?
JULIA ROBERTS: Creo que la gente no se da cuenta de lo mucho que extraña hablar. Por alguna razón, esta mañana recordaba cuando mis hijos eran pequeños y les enseñamos "Cuenta conmigo", y nuestra hija me dijo: "Te voy a dar mi teléfono". Y yo le dije: "Muy bien, ¿qué quieres que haga con él?".
Ella respondió: "Quédatelo. No lo quiero. Al ver esa película, pensé que, si esos chicos hubieran tenido teléfono, no estarían hablando entre ellos de esa manera. No habrían ido a buscar ese cuerpo, no se sentarían alrededor del fuego ni compartirían esas historias". Ella pudo ver cómo el celular se interponía en todas esas cosas. Lo que quiero decir es que nos encanta hablar entre nosotros y a veces olvidamos lo importante que es.
P: Cuando lees el guion de una película como "After the Hunt", ¿te imaginas ya en ella?
ROBERTS: Supongo que de alguna manera sí. Pero a veces, también me ocupo de hacer el reparto de los otros papeles mientras leo, para que parezca que estoy viendo una película. A veces tengo la sensación de que tengo que terminar un guion. Conozco a gente que puede leer 30 páginas y decir no.
LUCA GUADAGNINO: ¿Ah, lo leíste todo?
ROBERTS: ¡Alguien escribió anotaciones en todo el guion, y quizá dejó caer algunas lágrimas! Y yo solo pienso: "¿Quién sabe? Puede que pase algo en la página 52".
GUADAGNINO: Estadísticamente, si no ha ocurrido en la página 20, no va a ocurrir.
P: Julia, ¿hay algo que te intimidara a la hora de enfrentarte a este personaje?
ROBERTS: Ah, todo. Tienes que humanizarlo para interpretarlo. Y luego entrar en el aula, donde está impartiendo su genialidad a esas mentes jóvenes. Fue muy intimidante hacer esas escenas. Dios, ¡todos esos ojos que me miraban! Pero al mismo tiempo, hay algo emocionante en pretender ser esa persona que sabe más que los demás en el salón.
P: Y esta es una historia llena de personajes que creen que son los que más saben.
ROBERTS: Es una gran competencia de cerebritos.
P: Cuando lo leíste por primera vez, ¿sabías cómo querías interpretar a Alma?
ROBERTS: Tengo instintos, pero no tengo respuestas. Colaboro con Luca.
GUADAGNINO: Y, sin embargo, tuviste el gran instinto de que tenía que ser rubia. ¿Por qué?
ROBERTS: Fría. Austera. Creo que cualquier personaje que interpretas, cuanta más ayuda visual tengas para él, mejor: la ropa, los zapatos, el maquillaje, el pelo. La apariencia de Gena Rowlands fue nuestra inspiración. No es muy normal que una mujer tenga una forma de pelo así. Había tantos pequeños detalles que contribuían a lo que intentaba decir que entonces no tenía que decir nada, solo tenía que entrar en la habitación.
P: ¿Cómo es encarnar a ese formidable personaje?
ROBERTS: Lo que aprecio de Alma es que puede ser fría y rígida, pero también está profundamente herida y carga con mucho dolor. Y creo que elegir a Michael Stuhlbarg como Frederik fue como encontrar el color de pelo adecuado, porque su relación es muy crítica e importante. Son dos personas imperfectas completamente entregadas la una a la otra. Es como el dicho: "Si quieres una relación interesante, quédate en una".
GUADAGNINO: Me encanta.
P: ¿Cómo fue tu propia experiencia universitaria, Luca?
GUADAGNINO: En Palermo, estaba solo más que nada, y no me gustaba estar allí. Creo que dejé de estar solo en el momento en que empecé a conocer a artistas que admiraba, gente muy creativa en su forma de ser y muy excepcional.
ROBERTS: A los 17 años ya sabías que querías ser artista.
GUADAGNINO: Sí. Lo supe a los 6 o 7 años, en realidad. Hice una obra de teatro a los 16 años en la preparatoria que me hizo repetir curso. Escribí una obra escandalosa.
P: ¿Qué tenía de escandalosa?
GUADAGNINO: Tomé dos textos del gran Ionesco y los convertí en una especie de espectáculo de variedades. Había un parque donde solía pasar el rato y me hice amigo de un grupo de personas trans increíbles. Era 1987, y ellos eran tan maravillosamente performativos, y me sentí tan inspirado por eso, que los invité a actuar en la obra.
Pero no formaban parte de la escuela, y eso fue muy escandaloso. Cuando la gente la vio, se quedó muda. Así que cuando hice "Los protagonistas" 13 años después y la presenté [en el Festival de Venecia] y mucha gente salió de la sala, yo ya era un experto en eso. Me importaba un comino.
P: Así que, desde muy temprana edad, estaba deseoso por dar un giro a las instituciones académicas.
GUADAGNINO: Iba a aprovechar la oportunidad de hacer lo que quisiera. Empecé el curso convenciendo al director para que me dejara dirigir la obra en vez de a un profesor. No sé cómo; está claro que se me da bien convencer a los financieros. Con ["After the Hunt"], les dijimos: "Queremos construirlo todo en Londres", y dijeron: "Sí".
ROBERTS: Solo Luca puede conseguir que la gente diga: "¡Suena a una gran idea!".
P: ¿Es cierto que planearon envejecer a Chloë Sevigny para que fuera una especie de personaje de Fran Lebowitz?
GUADAGNINO: No como Fran Lebowitz, pero quería que el personaje fuera mucho mayor. Lo probamos con maquillaje. Tuvo mucho éxito.
ROBERTS: Quedó increíble.
GUADAGNINO: Pero para convencerme de que me equivoco a veces hace falta una sola palabra. Chloë me dijo: "¿Estás seguro? Creo que parezco un cocodrilo". Y eso fue todo. No se digas más.
P: Los personajes pueden ser despiadados entre sí y, sin embargo, de alguna manera es catártico ver sus enfrentamientos.
GUADAGNINO: Porque es entretenimiento. Es cine.
ROBERTS: Sobre todo cuando lo que dicen se alinea con lo que tú piensas.
P: Julia, cuando estás viendo la película, ¿alguna vez eres tú la que resopla con lo que dice tu personaje?.
ROBERTS: Interpretarla se siente correcto. Pero verlo se siente brutal. También es divertido porque casi puedo sentir que Luca está en algún lugar de la habitación sonriendo.
P: Pero cuando tienes esa camaradería entre bastidores, ¿te da más permiso para ser despiadada cuando necesitas serlo?.
ROBERTS: Ah, sí, señor. De hecho, creo que estar juntos en mi casa tuvo un gran impacto en nuestra capacidad de comprometernos con lo que hacíamos porque estábamos seguros. Sabíamos quiénes éramos, a diferencia de ensayar durante una semana y, dos días después, recibir un empujón contra la pared o una bofetada en la cara.
P: El eslogan de la película es "No todo debe hacerte sentir cómodo". ¿Crees que las nuevas generaciones están demasiado cómodas o que necesitan un empujón?
GUADAGNINO: No me gustan las generalizaciones. Sí creo que las necesidades de Maggie no están cubiertas en la mirada de Alma, y eso desencadena ese tira y afloja entre las dos mujeres. Más que representar a generaciones, están completamente encapsuladas en un mundo en el que quieren ser la persona más poderosa. No creo que, en general, sea una representación de la Generación Z. Me gusta pensar en esta película como se piensa en una película de George Cukor o Mike Nichols. Es más como cine.
P: Si la gente te llama provocador, ¿lo aceptas?
GUADAGNINO: No. Soy amable, simpático y un gran chef.
P: Los provocadores pueden ser grandes chefs.
GUADAGNINO: No quiero que me consideren alguien que hace algo porque sí.
ROBERTS: Solo por la reacción.
GUADAGNINO: Cierto, eso es algo que no me gusta. Tengo mucha suerte de poder hacer las cosas de una manera muy distinta y profunda con artistas como Julia. Yo creo que a veces haces algo que es intenso y la gente va a reflexionar sobre esa intensidad. Pero no, no creo que sea un provocador.
P: Entonces, cuando los créditos iniciales emplean el mismo tipo de letra y formato que utilizó Woody Allen, ¿no es una provocación? ¿Ni siquiera un poquito?
GUADAGNINO: Es precioso. Gráficamente, es impactante, y es un canon de la historia del cine.
P:Claro, pero teniendo en cuenta cómo la película toca la cultura de la cancelación...
GUADAGNINO: Pensé que era la mejor manera de crear los títulos de esta película. La siguiente [en "Artificial", protagonizada por Garfield como Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI] va a ser un homenaje a los títulos de crédito de Pablo Ferro para "Philadelphia", de Jonathan Demme. Cada película es diferente, pero creo que soy un historiador del cine y me encanta el cine. No soy salaz.
ROBERTS: Eres un cineasta.
GUADAGNINO: Pero tuve que hacer una llamada y decirle: "Julia, ¿te importa que te pongamos en orden alfabético?". Ella dijo: "Adelante".
ROBERTS: Me encanta el orden alfabético. Creo que habla de la colaboración.
P: La película se desarrolla en 2019 y termina cuando Trump está tomando posesión, aunque la terminaron de rodar antes de su elección.
GUADAGNINO: Cuando terminamos, sabíamos que íbamos a añadir este momento de 2025. Así que nos adelantamos.
¿Tenían una idea mientras rodaban de cómo iba a ser enero de 2025?
GUADAGNINO: Un 85 por ciento. Estaba seguro de que los republicanos iban a convertirse en el nuevo gobierno, y sabía que el título --"Después de la cacería"-- tenía que aplicarse a ese momento. La película se coagula en esas dos escenas finales por completo.
P: Los campus universitarios se han convertido en un campo de batalla para este gobierno. ¿Qué crees que pensarán de esta película?
GUADAGNINO: Será interesante. Quizá los conceptos filosóficos de los que habla Julia son demasiado complejos. No lo entenderían.
La actriz Julia Roberts y el director Luca Guadagnino en Nueva York, 28 de septiembre de 2025. (Thea Traff/The New York Times)