
Como jefe de psiquiatría del Hospital Bellevue, brindó apoyo a los equipos de rescate y a las familias afectadas por el trauma del atentado terrorista de 2001.
Manuel Trujillo, quien como jefe de psiquiatría del Hospital Bellevue puso en marcha innovadores programas de salud mental que ayudaron a los neoyorquinos a superar el trauma después del atentado terrorista de 2001 contra el World Trade Center, falleció el 2 de octubre en El Puerto de Santa María, España. Tenía 80 años.
Su hija Cristina Trujillo-Lilly dijo que había estado de vacaciones en España, donde nació, y murió de un derrame cerebral.
En los días posteriores al atentado, Trujillo ayudó a plantear la respuesta de salud mental en Bellevue, uno de los mayores hospitales públicos de Estados Unidos. Asesores se pusieron en contacto con las familias en duelo, los niños desconcertados, los equipos de rescate conmocionados y los supervivientes atormentados por la culpa. Un equipo de psiquiatras se trasladó al 69.º Regimiento de Artillería, en la avenida Lexington, entre las calles 25 y 26 Este de Manhattan, que sirvió como centro de apoyo y respuesta crítica.
Los médicos del servicio de urgencias del Bellevue lloraban cuando llegaban los familiares en busca de noticias sobre los supervivientes que recibían tratamiento allí. Familiares y amigos pegaban fotografías de los trabajadores, policías y bomberos desaparecidos en paredes y vallas.
"Ni en mi peor pesadilla", dijo Trujillo a The New York Times en aquel momento, "habría pensado que esto ocurriría".
"Emocionalmente, tuvo un impacto importante", escribió en su libro en español Psicología para después de una crisis, publicado en 2002. "Me acercó más a los pacientes entendiendo que ser médico o formar parte de un hospital no es solo dar un servicio puntual, sino que es una institución que pertenece al pueblo".
Según un informe de 2014 publicado en la revista Annals of Global Health, los habitantes de Manhattan que vivían al sur de la calle Canal en el momento de los atentados y que se inscribieron en un registro de salud presentaban una prevalencia del 12,6 por ciento de probable trastorno de estrés postraumático (TEPT), una afección asociada principalmente a mujeres neoyorquinas hispanas de mayor edad, divorciadas y con un nivel educativo y económico más bajo. La tasa global oscilaba entre el 6,2 por ciento de los agentes de policía y el 21,4 por ciento de los voluntarios no uniformados.
"Como español, tenía un afecto especial por la comunidad latina y ayudó a ser inclusivo", dijo en una entrevista Andrew W. Brotman, quien era vicepresidente ejecutivo de Bellevue en 2001.
Luis Marcos, médico y quien entonces era presidente y director ejecutivo de la Corporación de Salud y Hospitales de la ciudad y ahora es profesor de psiquiatría en la Facultad de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York, escribió en un correo electrónico: "Trujillo inmediatamente organizó y participó personalmente en varias sesiones diarias abiertas de psicoterapia de grupo de dos horas de duración, en varios lugares del centro de la ciudad, para víctimas, familiares y personal de rescate".
En un correo electrónico, Trujillo-Lilly, la hija de Trujillo, dijo que él "iba todos los días con un equipo de médicos y trabajadores sociales para hablar con los implicados en la primera respuesta, así como con los familiares de los desaparecidos".
"Escribió un libro sobre el trauma a raíz de lo que vivió", añadió, "al ayudar a otros a superar su dolor. Trataba de cómo sobrevivir al estrés en situaciones de crisis, lo que sirvió de base para saber cómo tratar situaciones similares como las explosiones de trenes en Madrid en 2004 (casualmente él estaba entonces en Madrid y también allí le pidieron ayuda) o la pandemia de 2020".
Como director de psiquiatría en Bellevue de 1991 a 2008, Trujillo impulsó el papel de la técnica de neuroimagen en el diagnóstico y tratamiento de los trastornos psiquiátricos, amplió el programa de desintoxicación por abuso de sustancias del hospital y creó un programa de psiquiatría pública y global en la Universidad de Nueva York.
También ayudó a desarrollar la atención psiquiátrica integral en los servicios de urgencias. Y contribuyó a los debates que condujeron a la creación del primer programa ambulatorio involuntario del estado para brindar tratamiento psiquiátrico y alojamiento a personas sin hogar con enfermedades mentales.
Trujillo dijo al Times en 1994 que el criterio para someter a alguien a tratamiento involuntario debería ser más estricto que el de ser un peligro para uno mismo. "El peligro para uno mismo ha sido interpretado normalmente por los médicos como violencia contra uno mismo", dijo. "Pero la negligencia insidiosa puede ser igualmente letal".
Manuel Trujillo Pérez-Lánzac nació el 28 de septiembre de 1945 en Zaragoza, España, hijo de Manuel Trujillo de los Ríos, veterinario, y Ana Pérez-Lánzac. Él y sus tres hermanos se criaron en Sevilla.
Tras graduarse del Colegio San Antonio Claret de Sevilla en 1962, obtuvo una beca para la Facultad de Medicina de la Universidad de Sevilla, donde se recibió en 1968 en tanto que cumplía el servicio militar obligatorio a lo largo de tres veranos.
En 1969 se casó con Karin Siljestrom, médica a la que había conocido en la facultad de Medicina. Como la psiquiatría no era una profesión popular en España en aquella época, la pareja se trasladó pronto a Nueva York, donde él empezó su residencia en el Hospital Estatal Pilgrim (ahora Centro Psiquiátrico Pilgrim) de Long Island y en la Facultad de Medicina Albert Einstein del Bronx, donde fue jefe de residentes.
"Le gustaba la psiquiatría porque le parecía una tarea intelectualmente estimulante, una combinación de filosofía, historia y comportamiento humano", dijo Trujillo-Lilly.
Además de ella, a Trujillo le sobreviven su esposa; otra hija, Karin Trujillo; un hijo, Carlos; cuatro nietos; y dos hermanas, Mariana Trujillo Pérez-Lánzac y Maribel Trujillo Pérez-Lánzac.
Trujillo enseñó en la Universidad de Columbia, en la Universidad de Nueva York y en el Centro Médico Downstate de la Universidad Estatal de Nueva York, en Brooklyn. A principios de la década de 1990 dirigió la Asociación de Profesionales Hispanos de Salud Mental.
Fue jefe de servicio del Centro Psiquiátrico de South Beach de Staten Island de 1976 a 1977; dirigió el programa de evaluación e investigación del Centro Médico Beth Israel de Manhattan de 1981 a 1985; y fue director médico del Hospital Holliswood de Queens de 1985 a 1989.
"Su legado ha sido muy significativo en medicina y psicología", dijo Marcos, de la NYU, "particularmente en las áreas de psicoterapia, sensibilidad cultural en psiquiatría y comprensión de la relación entre las ondas cerebrales y las imágenes y los trastornos mentales".
La ayuda de Trujillo para atender a los neoyorquinos desconsolados por los daños infligidos por los terroristas que atacaron las Torres Gemelas fue "extremadamente decisiva en el desarrollo del componente de salud mental del Centro de Salud del World Trade Center para supervivientes", dijo en un correo electrónico Joan Reibman, directora del Centro de Salud Medioambiental del WTC, en la Corporación de Salud y Hospitales de la ciudad.
"Ayudó en la contratación del primer equipo de salud mental que creó los protocolos de detección y tratamiento", añadió. "Sin ese apoyo, habría sido muy difícil haber creado el equipo de salud mental que ahora se ha convertido en un gran programa de psicólogos y psiquiatras que siguen apoyando las necesidades de salud mental de nuestros afiliados".
Al enfrentarse a las desgarradoras repercusiones del atentado contra el World Trade Center unos días después, Trujillo dijo al Times que había encontrado consuelo en la "fría integridad" de los pasajeros que llamaron a sus familias desde el avión secuestrado que se estrelló en Pensilvania aquel día. En lugar de dejarse llevar por el pánico, decidieron hacer lo posible para frustrar a los secuestradores.
"Para mí es muy conmovedor", dijo. "A las familias se les pudo consolar con el acto heroico de un ser querido".
Sam Roberts es reportero de obituarios para el Times, y escribe minibiografías sobre la vida de personas notables.