
Ozzy Osbourne, quien alcanzó un enorme éxito como pionero de dos géneros de entretenimiento muy populares, la música heavy metal y las series de telerrealidad, murió el martes. Tenía 76 años.
Su familia anunció la muerte en un comunicado. No decía dónde había fallecido ni especificaba la causa. En los últimos años había recibido tratamiento para una enfermedad genética inusual llamada parkinsonismo, de síntomas similares a los de la enfermedad de Parkinson, exacerbada por el abuso crónico de drogas.
Aunque Osbourne anunció a lo largo de los años varias veces que se retiraba --denominó gira "No More Tours" a una serie de presentaciones en vivo en 1992 y "No More Tours II" a otra en 2018--, dio su último concierto este mes, en un festival realizado en su honor en su ciudad natal, Birmingham, Inglaterra. Sentado en un trono negro y visiblemente emocionado por el entusiasmo de la multitud, cerró su carrera con la reunión de la formación original de su grupo de heavy metal Black Sabbath.
Como vocalista de Black Sabbath, Osbourne fue uno de los inventores del heavy metal. Como solista, llegó a ser una estrella extraordinariamente longeva, con 13 álbumes de platino y el apodo de "Príncipe de las tinieblas".
Pero alcanzó una fama aún mayor por sus excesos de estrella del rock, incluido un incidente en el escenario en el que arrancó de una mordida la cabeza de un murciélago.
El exitoso programa de telerrealidad de MTV The Osbournes presentó un contrapunto cómico a su fama tenebrosa y a su inclinación por las imágenes satánicas; se mostró como el patriarca aturdido de una familia caótica pero cariñosa y se convirtió en una estrella de la televisión.
"Todo lo que pasa en el escenario, la locura, es solo un papel que interpreto, mi trabajo", insistió Osbourne en una entrevista con The New York Times en 1992. "No soy el anticristo. Soy un hombre de familia".
[Este obituario está en desarrollo y se actualizará en breve]