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Al socialismo del siglo 21
Al socialismo del siglo 21 le urge recuperar Ecuador y para eso debe derrocar al presidente Noboa

El crimen organizado concentra en Ecuador su ataque al pueblo, al gobierno y a la democracia, porque es el único país que se ha liberado del sistema del socialismo del siglo 21 que lo oprimió por más de diez años bajo el régimen de Rafael Correa, quien instauró un narcoestado, cambió la Constitución, destruyó la institucionalidad, violó los derechos humanos e implantó el terrorismo de Estado como forma de gobierno bajo mando de Cuba y Venezuela. Recuperada la democracia, el socialismo del siglo 21 ataca permanentemente a Ecuador para sostener su organización criminal.

Ecuador fue una dictadura del socialismo del siglo 21 o castrochavismo durante el régimen de Rafael Correa que hizo desaparecer todos los elementos esenciales de la democracia. Con violaciones institucionalizadas de derechos humanos, presos y exiliados políticos, confiscaciones, persecuciones, control total del Estado, proclama de que Correa era el jefe de todo el poder, protección a las guerrillas narcoterroristas de Colombia, discurso antimperialista, desarrollismo con hiper corrupción, asesinatos, encubrimientos, fraude electoral, constituyente para suplantar la República y más, Correa hizo de Ecuador parte de la delincuencia organizada trasnacional controlada por la dictadura de Cuba.

Lenin Moreno interrumpió la dictadura y optó por la libertad restituyendo los elementos esenciales de la democracia. Que haya sido parte del sistema dictatorial con Correa, que haya sido el vicepresidente del dictador y que haya formado parte de la dictadura, son solo señalamientos que ponderan el valor de Lenin Moreno al liderar la ruptura con el crimen organizado y escoger el camino de la libertad, el camino más difícil pero el único con el que se puede reivindicar el ejercicio honesto e inteligente de la política por el que la historia lo reconocerá.

Además de cambiar la dictadura por la democracia, el presidente Moreno señaló los crímenes de corrupción y de estado del dictador y sus cómplices, resistió los golpes de estado y atentados que el socialismo del siglo 21 le perpetró y llevó adelante elecciones libres y limpias que permitieron una sucesión democrática con la presidencia de Guillermo Lasso, quien luego fue víctima del acoso del crimen organizado que terminó acotando su mandato.

Desde el retorno a la democracia en Ecuador con Lenin Moreno, la estrategia constante del socialismo del siglo 21 es la conspiración, el ataque terrorista, el intento de empoderamiento del crimen organizado, la lucha por la impunidad, el asesinato de reputaciones, el amedrentamiento a lideres civiles y sociales, el asesinato como el de Fernando Villavicencio, el calentamiento de la calle, el sicariato y todo el bagaje de la “guerra híbrida” que incluye mantenerse como “actores lícitos” en la política.

En Ecuador y contra de Ecuador conspiran y operan las dictaduras/narcoestados del socialismo del siglo 21 bajo mando de Cuba con Venezuela, Nicaragua y Bolivia; los gobiernos para dictatoriales de México con López Obrador y ahora con Sheinbaum, Brasil con Lula da Silva, Colombia con Petro, Honduras con Castro; las guerrillas narcos del sistema como las FARC, el ELN; los grupos criminales de la misma organización como el Tren de Aragua, las Maras y varios carteles que incluye el “cartel de los soles” que controla Venezuela. Todo esto sostenido por redes de comunicación, lobbies, relaciones internacionales y las dictaduras extra continentales.

A Lenin Moreno lo intentaron derrocar y asesinar varias veces, al punto que tuvo que trasladar su gobierno fuera de Quito; a Guillermo Lasso lo intentaron derrocar y neutralizar hasta que tuvo que acudir a la “muerte cruzada” para salvar la institucionalidad democrática y tener una salida honrosa; a Fernando Villavicencio simplemente lo asesinaron y todo señala a los capos del socialismo del siglo 21 como los autores intelectuales del magnicidio; ahora al presidente Daniel Noboa le aplican la misma estrategia para producir ingobernabilidad, asesinar su reputación y terminar su mandato.

La cuestión es que habiendo Ecuador retornado a la democracia, no ha terminado la recuperación institucional. El socialismo del siglo 21 o castrochavismo con bandera de correísmo o revolución ciudadana, cambió la constitución e impuso el sistema socialista con suplantación de las instituciones de la República con mecanismos de impunidad y control. El crimen organizado opera hoy parte importante del sistema político e institucional de Ecuador, son los funcionarios del correísmo que no han sido sustituidos porque tienen aval del sistema legal dictatorial aún no cesado.

Al socialismo del siglo 21 le urge recuperar Ecuador y para eso debe derrocar al presidente Noboa, que es lo que reintenta ahora, para restituir el narcoestado, para liberar a sus criminales presos, para revocar las sentencias ejecutoriadas que persiguen a Rafael Correa y sus cómplices por crímenes sentenciados y públicamente notorios, para hacer lo que en los últimos años no lograron con la intervención de los gobiernos de Cuba, México, Colombia, Venezuela, para pasar nuevamente por encima de la voluntad del pueblo ecuatoriano que quiere libertad y seguridad.

*Abogado y Politólogo. Director del Interamerican Institute for Democracy

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