
El Gobierno de Lituania declaró el martes una emergencia nacional por los riesgos para la seguridad que suponen los globos meteorológicos enviados desde Bielorrusia, aliada de Rusia, que han violado su espacio aéreo en las últimas semanas, mientras que el líder bielorruso pidió negociaciones sobre las tensiones fronterizas y afirmó que su país “no necesita la guerra”.
Los globos obligaron a Lituania a cerrar repetidamente su principal aeropuerto, dejando varadas a miles de personas, mientras Europa permanece en alerta por las anteriores intrusiones en el espacio aéreo de la OTAN durante la guerra en Ucrania.
“Para combatir el ataque híbrido bielorruso, debemos tomar las medidas más estrictas y defender las zonas más afectadas por este ataque”, afirmó la primera ministra Inga Ruginienė.
El anuncio se produjo tras una reunión del Gabinete del Estado báltico, que es miembro de la OTAN y firme partidario de Ucrania en su lucha contra las fuerzas rusas que lanzaron una invasión a gran escala en febrero de 2022.
La emergencia nacional significa que el ejército podrá patrullar la zona fronteriza junto con otros servicios uniformados y recibir derechos adicionales del Parlamento, como realizar registros o detener a personas.
El Gobierno afirmó que el impacto sobre la población civil sería limitado.
Aunque los globos se utilizan para introducir cigarrillos de contrabando en Lituania, las autoridades de Vilna consideran que su número y trayectoria son actos deliberados de perturbación orquestados por Bielorrusia.
Según el Gobierno lituano, el aeropuerto internacional de Vilna lleva cerrado más de 60 horas desde octubre debido a la amenaza que supone para la aviación civil, lo que ha afectado a más de 350 vuelos y a aproximadamente 51.000 pasajeros.
El ministro del Interior, Vladislav Kondratovič, afirmó que la fiscalía lituana había iniciado una investigación sobre los globos y que los servicios secretos proporcionarían información sobre la conexión con el régimen de Minsk.
“No tengo información de que la parte bielorrusa esté tratando de frenar a los remitentes de los globos”, declaró el ministro. “Y esta es una de las pruebas de que se trata de un ataque híbrido”.
En octubre, las autoridades lituanas cerraron dos pasos fronterizos en respuesta a las violaciones del espacio aéreo.
El autoritario presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, denunció la medida de Lituania de cerrar la frontera como una “estafa descabellada” y parte de una “guerra híbrida” contra su país. Sugirió que Vilna necesita combatir el contrabando.
Bielorrusia quiere negociar
El martes, Lukashenko negó las acusaciones de que Minsk estuviera llevando a cabo ataques híbridos contra Lituania y afirmó que los globos no podían dañar la aviación civil. En cambio, el líder bielorruso acusó a Vilna de “politizar” el problema.
Pidió negociaciones entre Minsk y Vilna. “Si quieren relaciones normales, siéntense a la mesa y discutan estos temas. Estamos dispuestos a hacerlo”, afirmó durante una sesión del Consejo de Seguridad de Bielorrusia.
El viceministro de Relaciones Exteriores de Bielorrusia, Igor Sekreta, también instó a Vilna a reunirse con Minsk en la mesa de negociaciones. “Por alguna razón, Lituania percibe cualquier contacto a nivel político con la parte bielorrusa como una derrota”, afirmó Sekreta.
Lituania, Polonia y otros países de la Unión Europea de la región han acusado en los últimos años a Bielorrusia de otras actividades destinadas a provocar inestabilidad, incluidos ciberataques. También acusan a Minsk de dirigir una gran afluencia de migrantes procedentes de Oriente Medio y África hacia sus fronteras para crear una crisis migratoria.
“Bielorrusia está enviando señales a Lituania de que puede subir el precio en cualquier momento”, declaró a The Associated Press Linas Kojala, director del Centro de Estudios Geopolíticos y de Seguridad de Vilna. “Ayer con la migración como arma, hoy con globos que difícilmente pueden separarse del control del régimen”.
“Estas medidas no solo tienen como objetivo presionar a Vilna, sino también romper el aislamiento internacional del régimen, lo que Lukashenko considera una prioridad estratégica”, añadió Kojala.
En busca de una mayor vinculación

Los expertos afirman que Bielorrusia probablemente espera que esta cuestión obligue a Vilna y a la UE en general a vincularse con Minsk.
“Vemos la renuencia tanto de la UE como de Lituania a hablar con Lukashenko y comenzar a suavizar las sanciones europeas que son dolorosas para Bielorrusia”, declaró a la AP el analista político bielorruso Valery Karbalevich. “Se trata de un intento de obligar a los socios europeos a sentarse a la mesa mediante amenazas y ataques híbridos”.
Karbalevich también señaló que el momento era significativo, ya que el asunto de los globos se intensificó poco después de que Lukashenko consiguiera el fin de las sanciones estadounidenses contra la aerolínea nacional Belavia.
“Lukashenko quiere que la UE levante o suavice las sanciones y espera iniciar las negociaciones chantajeando a Lituania”, afirmó Karabalevich.
(Con información de AP)
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