El primer ministro de Bélgica amenazó con presentar su renuncia si no hay un acuerdo en 50 días sobre el presupuesto nacional

La coalición de gobierno enfrenta fuertes desacuerdos sobre cómo alcanzar un recorte de 10.000 millones de euros antes de 2030

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Bart De Wever condicionó su
Bart De Wever condicionó su permanencia en el gobierno a un acuerdo presupuestario en 50 días (Reuters)

Bart De Wever, primer ministro de Bélgica, advirtió que podría abandonar el cargo si no consigue cerrar un acuerdo sobre los presupuestos nacionales en los próximos 50 días. Esta posibilidad surgió tras su solicitud al rey Felipe de una prórroga, medida respaldada por los cinco partidos de la actual coalición.

De Wever explicó ante el Parlamento que este plazo extra será definitivo y, si las negociaciones fracasan, el país operaría mediante prórrogas mensuales, lo que afectaría la normalidad del gobierno.

La gestión del mandatario enfrenta el reto de alcanzar un pacto presupuestario que implique un ahorro de 10.000 millones de euros para 2030, una meta central del acuerdo de gobierno.

Si no se obtiene, presentaría su dimisión antes de finalizar diciembre. Tras reunirse con el monarca, la Casa Real comunicó que persisten discrepancias considerables en las discusiones, pese a la disposición de los partidos para seguir negociando.

Bart De Wever pidió al
Bart De Wever pidió al rey Felipe una prórroga de 50 días para cerrar el presupuesto nacional (EFE)

La coalición, conocida como Gobierno ‘Arizona’ por los colores de sus formaciones, muestra divisiones sobre los métodos para lograr los recortes. Brussels Times reporta que, mientras el sector liberal francófono rechaza subidas de impuestos, los socialistas insisten en que los ajustes afecten a las rentas más altas y no a las prestaciones sociales.

Estas diferencias han intensificado las tensiones, sobre todo por el papel del Movimiento Reformista (MR), acusado de bloquear posibles incrementos del IVA.

La demora en la presentación del presupuesto ha obligado al ejecutivo a pedir tiempo adicional. La presión institucional y social, así como la exigencia de reformas en empleo, gasto social y pensiones, aumentan el riesgo de inestabilidad política, informó Bloomberg.

La administración de De Wever, que tomó el mando tras extensas negociaciones este año, enfrenta cuestionamientos sobre su supervivencia por la posibilidad de un colapso institucional.

Las huelgas y protestas evidencian
Las huelgas y protestas evidencian el rechazo social a los recortes impulsados por el gobierno belga (Reuters)

En su discurso parlamentario, De Wever subrayó que las reformas económicas y fiscales se consideran esenciales para reducir la elevada deuda soberana del país, una de las mayores de la Unión Europea. Según el primer ministro: “La prosperidad del mañana comienza con la valentía de hoy. Atrevámonos a realizar las reformas que darán fruto en unos pocos años”.

Los desafíos del mandatario van más allá del panorama interno. De acuerdo con AFP, De Wever también centra su atención en el debate europeo sobre el uso de activos rusos congelados para respaldar un posible préstamo a Ucrania, tema respecto al cual exige garantías firmes a sus socios comunitarios.

La jornada prevista para la presentación final del presupuesto transcurrió sin avances significativos, reflejando la complejidad de la gobernabilidad belga. El contexto nacional se agrava tras incidentes como los cierres temporales de aeropuertos por presencia de drones. Las autoridades buscan fortalecer las herramientas policiales para afrontar estos desafíos tecnológicos.

(Con información de Europa Press y AFP)