Israel reanudó este miércoles los ataques selectivos en la Franja de Gaza tras el asesinato de un soldado reservista en la ciudad de Rafah, al sur del enclave, mientras se mantiene la atención sobre el inestable alto el fuego mediado por Estados Unidos.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) confirmaron que la operación fue dirigida contra una infraestructura terrorista de Hamas localizada en Beit Lahia, al norte, donde, según el ejército, se almacenaban armas y equipamiento utilizados para planear un atentado inminente contra tropas israelíes.
En el comunicado divulgado por la portavoz castrense, se notificó que el ataque fue una “acción precisa” con el objetivo de neutralizar una amenaza inminente.
Las FDI difundieron imágenes y material en video para mostrar el resultado de la operación, e incluyeron una secuencia en la que el dron capta a un individuo recogiendo objetos en un terreno abierto, poco antes del bombardeo.
Las Fuerzas Armadas insisten en que los ataques se limitan a blancos vinculados a las milicias de Gaza y que responden exclusivamente a acciones hostiles contra sus soldados y civiles.
Fuentes sanitarias gazatíes confirmaron el fallecimiento de Hisham Al Attar, de 31 años, cuyo cuerpo fue trasladado al hospital Shifa tras ser alcanzado durante la ofensiva. Paramédicos en la zona indicaron que el ataque se dirigió a una vivienda donde la víctima se encontraba, pero no descartaron que el lugar fuera utilizado por milicianos para almacenar material bélico, como señala la versión israelí.
El Ejército israelí subrayó que permanecerá desplegado “conforme a los términos del alto el fuego” y que continuará interviniendo de manera puntual para “eliminar amenazas inmediatas”, en referencia explícita a la infraestructura identificada y a la respuesta ante cualquier incidente de fuego sobre sus posiciones.

En las últimas horas, el Ministerio de Defensa de Israel publicó una infografía con los nombres de 25 milicianos eliminados durante la última operación, señalando su liderazgo en las células de Hamas en la región.
El bombardeo en Beit Lahia se produjo tras una oleada de ataques sobre la Franja durante la noche anterior, considerada la más intensa desde la entrada en vigor del cese al fuego mediado por Washington y actores regionales. El Ejército detalló que los operativos se lanzaron en respuesta al ataque sufrido por el sargento mayor Yona Efraim Feldbaum, de 37 años, quien murió al ser alcanzado su vehículo por fuego enemigo.
La agencia de defensa civil en Gaza, bajo control de Hamas, confirmó que 104 personas, entre ellas 46 niños y 24 mujeres, perdieron la vida a causa de estos bombardeos y que al menos 110 palestinos fallecieron entre la noche y la mañana del miércoles en toda la región.
Israel sostiene que sigue actuando con “criterios de proporcionalidad y precisión”, y que la operación busca reducir drásticamente la capacidad de fuego de las milicias.
Paralelamente, el cumplimiento del acuerdo alcanzado para la devolución de los cuerpos de rehenes sigue generando tensión entre Israel y Hamas. El gobierno israelí insiste en que la organización terrorista aún no ha entregado todos los restos humanos pactados en la tregua de octubre, y denuncia demoras injustificadas.
Israel hizo pública su posición señalando que “Hamas conoce la ubicación de cada uno de los fallecidos; no se debe avanzar en el proceso sin la entrega completa de los cuerpos”.
Por su parte, Hamas afirma que la destrucción en Gaza dificulta la recuperación de los cadáveres y que están comprometidos con la devolución pero requieren “más tiempo debido a las condiciones sobre el terreno”.
El diálogo indirecto entre las partes se mantiene bajo la mediación de Estados Unidos, Qatar y Egipto, mientras la administración Trump impulsa la continuidad del alto el fuego y sostiene la necesidad de que Hamás cumpla con todos los puntos del acuerdo.
(Con información de EFE y AFP)