
Ucrania abrió la puerta a nuevas conversaciones de paz, aunque dejó claro que no aceptará las condiciones impuestas por Rusia. El presidente Volodímir Zelensky afirmó el martes que está dispuesto a participar en negociaciones “en cualquier lugar”, excepto en Rusia o Bielorrusia, pero descartó la posibilidad de retirar tropas de las zonas recientemente recuperadas, como exige Moscú.
El anuncio se produce en medio de un estancamiento militar prolongado y del creciente interés internacional por forzar un alto el fuego. “Estamos listos para hablar, pero no para rendirnos”, dijo Zelensky en declaraciones difundidas por su oficina. “Podemos reunirnos donde sea, menos en Rusia y menos en Bielorrusia”.
La guerra, que entró en su cuarto año tras la invasión a gran escala de 2022, ha dejado a Ucrania en una posición de resistencia sostenida, pero bajo una presión creciente por parte de aliados europeos y de Washington para explorar salidas diplomáticas.
Moscú ha exigido que Kiev retire sus tropas de territorios adicionales y reconozca formalmente las anexiones rusas en el este y el sur del país, una condición que Zelensky calificó de “inaceptable”. Las demandas rusas frustraron los planes de una cumbre prevista en Budapest entre Vladímir Putin y el presidente estadounidense, Donald Trump, suspendida tras el estancamiento de las posiciones.
Trump, que ha mostrado una postura más pragmática hacia Moscú que su antecesor, expresó su apoyo a la propuesta de Ucrania de acordar un alto el fuego sobre las líneas actuales de combate. Analistas europeos advierten que una tregua en esos términos podría consolidar la ocupación rusa de amplias franjas de territorio.
Zelensky confirmó que representantes ucranianos y europeos se reunirán el viernes o sábado para definir los detalles de un plan de cese del fuego. “No es un plan para terminar la guerra, sino para comenzar la diplomacia”, precisó. El encuentro incluirá a asesores de seguridad de la Unión Europea y al ministro neerlandés David van Weel, quien visitó Kiev esta semana.
El mandatario ucraniano reiteró que el cese de hostilidades sería el primer paso para “una negociación seria”, pero insistió en que Ucrania necesita garantías financieras y militares sólidas para evitar una congelación del conflicto. “Necesitaremos apoyo estable de Europa por al menos dos o tres años más”, declaró.
Zelensky también hizo un llamado a Washington para endurecer las sanciones contra el Kremlin, después de que Trump impusiera restricciones a las dos mayores petroleras rusas. “Pedimos al Congreso que mantenga la presión y apruebe sanciones más fuertes”, dijo.
En el plano internacional, el líder ucraniano apeló al papel de Beijing. “Nos gustaría mucho que China ejerciera presión sobre Rusia para poner fin a esta guerra y no contribuya de ningún modo a su continuación”, expresó, en una de las menciones más directas hacia el Gobierno de Xi Jinping desde el inicio del conflicto.
El interés de Hungría como potencial anfitrión de los diálogos añade una capa de ambigüedad. El primer ministro Viktor Orbán, uno de los aliados más cercanos de Putin en la Unión Europea, ha bloqueado reiteradamente ayudas a Kiev. Zelensky, sin embargo, se mostró dispuesto a asistir a una reunión en Budapest. “Si hay resultados, que sea donde sea. Lo importante es avanzar”, dijo.
La posibilidad de un alto el fuego supervisado por potencias occidentales y mediadores neutrales se perfila como el escenario más realista en el corto plazo. Sin embargo, tanto Kiev como Moscú parecen aún lejos de aceptar concesiones territoriales o políticas.