
Ucrania logró rescatar en las últimas horas a un adolescente, un veterano de las Fuerzas Armadas y a un miembro en activo de la Guardia Nacional que permanecían en territorio ocupado por las tropas rusas, según informaron la administración militar de Kherson y de Lugansk. El operativo se realizó bajo la coordinación de autoridades militares y organizaciones humanitarias.
El jefe de la administración militar de Kherson, Oleksandr Prokudin, explicó que para el joven de diecisiete años existía riesgo inminente de reclutamiento forzado al acercarse a la mayoría de edad. Gracias a la iniciativa Bring Kids Back UA y a la colaboración de Save Ukraine, el adolescente pudo ser rescatado y actualmente recibe atención y apoyo. Prokudin añadió que, desde principios de año, ya han sido rescatados 227 menores de comunidades bajo ocupación temporal en la región y agradeció la labor de quienes contribuyen a salvar la vida de niños y jóvenes ucranianos.
En la región de Lugansk, el rescate de los otros dos compatriotas fue resultado de la coordinación de la defensora del soldado, Olga Reshetilova, y de combatientes del escuadrón especial de la Armada ‘Ángeles’. El veterano del Ejército ucraniano, de 29 años, y el efectivo de la Guardia Nacional, de 34 años, lograron recuperar la libertad en operaciones paralelas.
Según explicó Oleksi Jarchenko, jefe de la administración militar de Lugansk, el miembro de la Guardia Nacional permaneció más de tres años en desaparición antes de saberse que estaba cautivo y sometido a trabajos forzados por colaboracionistas en territorio ocupado.
La madre del veterano, militar en activo, informó a Reshetilova sobre la situación de su hijo, quien sufrió torturas y tuvo que ocultarse en la zona ocupada de Lugansk. No muy lejos de allí, el militar de la Guardia Nacional también estaba en condiciones de esclavitud. Durante el operativo, ambos siguieron instrucciones exactas sin tener detalles del plan para garantizar su seguridad.
Nuevo ataque ruso con misiles y drones
Por su parte, durante la madrugada de este sábado, Rusia lanzó tres misiles antiaéreos S-300 y 164 drones, de los cuales las fuerzas de defensa ucranianas neutralizaron 136, según informó la Fuerza Aérea ucraniana. El ataque comenzó a las 19:00 horas del viernes, y los misiles fueron lanzados desde la región rusa de Kursk, junto con drones Shahed, Gerbera y de otros tipos desde direcciones como Mílerovo, Oriol y Primorsko-Ajtarsk.
La Fuerza Aérea indicó en Telegram que la defensa antiaérea consiguió abatir o inutilizar la mayor parte de los drones enemigos en el norte, sur, este y centro del país utilizando aviación, misiles antiaéreos, medios de guerra electrónica y grupos de fuego móviles de las Fuerzas de Defensa. Veintisiete drones lograron impactar en doce localizaciones y cayeron fragmentos de aparatos derribados en al menos cuatro zonas.
A consecuencia del ataque, alrededor de 17.000 abonados se quedaron sin suministro eléctrico tras el impacto en una instalación energética en el distrito de Koryukivka, región de Cherníguiv, según explicó la empresa Cherniguivoblenergo. En su mensaje, la compañía notificó que los equipos técnicos trabajan para restablecer el servicio lo antes posible.

Frente la reciente ofensiva rusa, cabe destacar el crudo invierno que se acerca para Rusia y Ucrania. Por este motivo, se incrementaron en los últimos días los ataques a centrales eléctricas y de gas en busca de afectar el suministro civil. No obstante, Kiev acusa al Kremlin de intentar eliminar a civiles a la vez que realiza los bombardeos direccionados las plantas energéticas.
El ataque ocurrió horas más tarde de la reunión del presidente ucraniano Volodimir Zelensky y su par estadounidense Donald Trump. El mandatario en guerra aseguró en Washington que no realizará anuncios públicos sobre la solicitud de misiles Tomahawk a Estados Unidos, pero aseguró que la administración del republicano busca evitar una escalada en el conflicto con Rusia.