El presidente ruso Vladimir Putin dirigió este jueves un mensaje enfático desde la ciudad de Sochi, en el balneario del mar Negro, para advertir que Moscú observa con detenimiento la militarización creciente de Europa y que la respuesta rusa ante cualquier amenaza será muy convincente.
Estas declaraciones se produjeron en el marco del Club de Debate Valdái, en un contexto marcado por las tensiones provocadas por el incremento del gasto militar europeo como reacción a la ofensiva rusa en Ucrania.
“La respuesta a las amenazas será, como mínimo, muy convincente. Y sí, digo la respuesta. Nosotros nunca hemos iniciado una confrontación militar”, dijo Putin en el foro de Sochi. El mandatario acusó a Europa de obstaculizar una solución pacífica a la guerra en Ucrania y de mantener “una escalada permanente” del conflicto.
Para Putin, la raíz del enfrentamiento actual se encuentra en las acciones de “quienes se consideraron vencedores” al finalizar la Guerra Fría, ya que, en su opinión, buscaron imponer “concepciones unilaterales y subjetivas de la seguridad”, lo que originó no solo el conflicto ucraniano sino también otros graves episodios del siglo XXI. Defendió así su apuesta por un “mundo multipolar” frente a las posturas de Occidente.
El líder ruso amplió su análisis al advertir que Europa atraviesa “una insensatez” por elevar las capacidades militares, lo cual, según él, lleva a una situación donde Rusia “responderá con rapidez y rotundidad” en caso de que su seguridad se vea amenazada. “Si surge una amenaza, se tomarán medidas de respuesta rápidas”, afirmó, insistiendo en que las intenciones de fortalecer los ejércitos europeos, y en particular la ambición declarada de Alemania de volver a contar con las fuerzas armadas más poderosas del continente, son seguidas “atentamente” por el Kremlin.
Putin expresó ante los líderes europeos su opinión de que la sociedad continental eventualmente exigirá rendición de cuentas a sus gobernantes por “ignorar sus esperanzas, aspiraciones y necesidades en beneficio de las élites”. “Rusia ha demostrado una y otra vez que cuando surgen amenazas a su seguridad, a la paz y su tranquilidad, a nuestra soberanía y nuestra propia condición de Estado, respondemos con rapidez. No hay necesidad de provocar”, expresó en el foro.
En referencia a la relación con la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Putin consideró “imposible de creer” la posibilidad de que Rusia lance un ataque contra algún miembro de la alianza militar. Según sus palabras: “Solo quiero decirles: tranquilícense, duerman tranquilos y ocúpense de sus propios problemas. Basta con echar un vistazo a lo que está ocurriendo en las calles de las ciudades europeas”.
Putin también hizo una crítica a las sanciones impuestas contra su país, al afirmar que “por el número y volumen de las medidas restrictivas impuestas, que llaman vergonzosamente sanciones, Rusia tiene el récord absoluto en la historia mundial”. De acuerdo con el mandatario, tales esfuerzos han fracasado, ya que Rusia mostró “un alto nivel de estabilidad” y la capacidad de soportar una presión internacional considerable.
Además, Putin respondió a declaraciones realizadas recientemente por el presidente estadounidense, Donald Trump, quien había calificado a Rusia como un “tigre de papel” y puso en duda la efectividad militar rusa frente a la OTAN en el conflicto ucraniano. El presidente ruso rechazó ese calificativo y aseguró que Rusia ha sostenido combates “no solo contra las Fuerzas Armadas de Ucrania, sino prácticamente con todos los países de la OTAN” y que sus tropas continúan avanzando con seguridad en diversas regiones del frente, incluyendo Sumi, Yunakivka, Vovchansk, Konstantinovka y Siversk.
Durante su intervención, Putin planteó: “Si combatimos con todo el bloque (de la OTAN), ¿acaso somos un tigre de papel? ¿Y qué es entonces la OTAN?”. En respuesta a Trump, el Kremlin recalcó que “Rusia es un oso y no un tigre” y que, en sus propias palabras, “no hay osos de papel”.
El mandatario finalizó sus comentarios solicitando a los líderes de la Unión Europea (UE) dejar de insistir en la “amenaza rusa” y que enfoquen sus esfuerzos en resolver los problemas internos de sus respectivos países, citando dificultades en la economía, industria, cultura e identidad, el aumento de las deudas, crisis en las garantías sociales y una migración incontrolada.
(Con información de AFP, EFE, EP y Reuters)