El impacto de los recientes ataques con drones sobre la infraestructura petrolera rusa ha dejado fuera de servicio al menos el 17% de la capacidad de refinación de petróleo de Rusia, lo que equivale a 1,1 millones de barriles diarios, según cálculos de Reuters.
Esta situación ha desencadenado una escasez de combustible que se extiende por el país, generando largas filas en las estaciones de servicio y un aumento sin precedentes en los precios de la gasolina.
La crisis, que afecta tanto a regiones centrales como a áreas periféricas, ha obligado al Kremlin a tomar medidas excepcionales.
El gobierno ruso decidió prorrogar hasta finales de año la prohibición de exportar gasolina y, en el mismo periodo, introducirá una restricción similar para el diésel destinado a no productores.
El viceprimer ministro Alexander Novak explicó que esta decisión busca “proveer adicionalmente al mercado con productos petrolíferos”, permitiendo únicamente las exportaciones amparadas en acuerdos intergubernamentales.
El presidente de la Unión Independiente de Combustibles (NTS), Pavel Bazhenov, detalló al periódico Izvestia que la escasez golpea especialmente a Rusia Central, el sur del país, la región del Volga y el Lejano Oriente.
Aunque la versión oficial atribuye los problemas a la demanda estacional y a las reparaciones programadas en las refinerías, Bazhenov subrayó que la frecuencia de los ataques ucranianos ha obligado a intervenciones técnicas más frecuentes, lo que ha reducido la producción y generado restricciones en la venta de gasolina en un número creciente de regiones, incluyendo Moscú y Leningrado.
En las últimas semanas, Ucrania ha intensificado su ofensiva contra la industria petrolera rusa. El miércoles, drones ucranianos impactaron la refinería Gazprom Neftekhim Salavat en Bashkortostán, situada a 1.500 km de la línea del frente. Dos días después, la refinería Afipsky en el krai de Krasnodar sufrió su segundo ataque en un mes. Estas acciones han forzado la suspensión de operaciones en varias plantas, agravando la escasez de gasolina en el país.
El economista ruso Vladislav Inozemtsev afirmó a Euronews que la táctica de Kiev de atacar la infraestructura petrolera constituye “lo más efectivo que puede hacer Ucrania” para dañar la maquinaria bélica rusa.
Un ataque ucraniano con drones alcanzó anoche la refinería de petróleo de Afipski, en el suroeste de Rusia, causando un incendio en una de sus instalaciones, informaron las autoridades locales.
“Se declaró un incendio en la refinería de petróleo de Afipski debido a la caída de fragmentos de un dron. Los restos del dron cayeron sobre una de las instalaciones. No se produjeron heridos”, se afirma en un comunicado de los servicios de emergencia de la región de Krasnodar.
Según las autoridades, el incendio, que se extendió por una superficie de 30 metros cuadrados, “ya fue extinguido”.
El de anoche no es primer ataque contra la refinería de Afipski, considerada por Ucrania una infraestructura clave para el Ejército ruso, ya que produce anualmente hasta 6,5 millones de toneladas de gasolina y diésel.